Ella. (Novela de Dylan O'Brien)

Veintisiete

Hi chicas! Bueno emmm queria agradecerles por leer mi fanfic! Enserio es un orgullo que a alguien le guste lo que escribo! Espero que hayan pasado una linda Navidad ♥ ahora si va el capítulo!

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-Dylan?.-dije saliendo de mi habitación y bajando las escaleras. Escuché unos ruidos extraños que provenían del sótano, por lo que me imagine que un espíritu maldito quiere matar a Dylan. Se oían quejidos de ahí, por lo que saqué el arma de la oficina de papá. Las luces se encontraban encendidas por lo que me extrañe un poco. Decidí bajar lentamente apuntando hacia todos lados hasta que una voz ronca hizo que tirara del gatillo y provocara una pequeña rotura en el techo del pequeño lugar.

-Oye cómo se supone que...? ¿Otra vez con un arma? Bonnie.-dijo serio. -

-No vuelvas a hacer eso! Mira lo que hice ahora.- señalé el minúsculo agujero del techo.-

-Auch. Concentrate. Como demonios se usa este lavarropas? Pongo en modo centrifugado y dice "inserte el código".-dijo haciendo con sus manos las comillas.-

-Ah! Es que se usa con WiFi! Mi lavarropas es de última generación.

-Que falta? Una fábrica de hot dogs?.-espetó.-

-Bueno, lo siento si te ofendi con mi última tecnología.-dije levantando las manos en signo de defensa.-

-Que desperdicio de dinero.

-Claro que no! Es lo más inteligente que vi en mi vida.-el rodeó los ojos  y fue hacia arriba.- Oye y como explicas los quejidos?

-Tu lavarropas me dio demasiado estrés.- dijo limpiando con su mano el sudor de su frente.-

-No me toques con tus manos sudadas.-dije poniendo mis manos para que no se acercara. Me agarro de la cintura y me alzo en su hombro.- Bajame grandísimo idiota.-dije enfurecida.-

-Pues por haberme dicho idiota. No te bajaré nada.- empezó a dar vueltas en círculos provocandome pequeños mareos.-

-Okey para, tengo ganas de vomitar.-al escuchar la última palabra rápidamente me bajo y se limpio su remera.- Idiota.

-Bien jugado Bonnie.-dijo aplaudiendo lentamente.-  Me enorgulleces.- comenzó a acercarse a mi lentamente hasta quedar frente a frente.-

-Pues gracias.-dije bajando la mirada para evitar encontrarme con su mirada. Acercó sus manos hacia mi rostro y levantó mi menton.-

-No bajes tu mirada.-espetó.- Me gusta que me mires con ese brillo en tus ojos.- no evite ponerme roja. Ese no era el Dylan frio y cortante. Al contrario se mostraba tierno y cariñoso. Era un chico distinto. Cuánto queria besarle! Sentir su labios contra los mios, sintiendo el calor en nuestros cuerpos. Como anhelaba tanto vivir ese momento junto a el. Pero debía mostrar un poco de orgullo. Si tanto me quiere, debe demostrarlo de una manera. No con palabras buscadas de Internet. Sino con acciones.