Nueve.

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Narra Dylan 

Al día siguiente me levante temprano para llevar a mamá al medico, el director me dejo que llegara un poco tarde. Aunque no lo crean, en la adolescencia mi madre salia con el director. Así que todos me cargan con que soy un bastardo. Por eso, no me echaron de ahí. Tantas cosas que hice, dibujar graffitis en las paredes del colegio, ponerles chinches a las profesoras, especialmente a la de Literatura, ese día fue épico. En fin, el medico le receto unos remedios que eran demasiado costosos, así que otra carga para mi. Tendré que robar de la cafetería de nuevo. Rayos, la ultima vez, por poco la policía me pilla. Y ahí estaría frito.

-Niño, porque estoy aquí?.-dijo mi madre, recogiendo los papeles del medico.- 

-Necesita ir al medico, señora.-tenia que seguirle la corriente. Me duele, pero tengo que ser fuerte.-

-Y para que?.-me quede callado, no sabia que decirle.- 

-Análisis?

-Oh, cierto, tenia que hacerme análisis hoy.

-Lo recuerda?

-Si, ayer mi hijo tenia que ir a la escuela, así que en ese tiempo, aproveche de buscar los papeles de mi medico. 

-Claro, y su hijo como se llama?.-espero que pueda recordarme.- 

-Su nombre era... Damon?.- sabia que ya no tenia cura.- 

-Era un nombre con D?

-Si. Pero no puedo recordar.

-No se preocupe, estoy aquí para hacerle recordar. 

-Y tu quien eres niño?

-Se podría decir, que soy su ángel guardián. 

-Me lo envió Dios?.-dijo mirando hacia arriba.-

-Algo así.-ella sonrió amablemente y decidí llevarla a casa. 

Llegue corriendo hacia el colegio, hable con el director acerca de mi madre y por suerte me dio un cheque de 10.000 dolares, para todos los gastos de mi madre. Le agradecí y fui hacia clases. 

Cuando entre al salón, busque con la mirada a Peter y a Chase,cada uno sentado con las mellizas Crawford, solo sonreí, y solo quedaba un asiento junto a una chica de ojos azules, tez blanca, pelo negro ondulado. No había notado lo linda que ella. 

-Puedo sentarme aquí?.-dije educado.-

-Claro!.-dijo amable corriendo su bolso.- 

-Soy Dylan.-dije estrechando mi mano, al instante ella la cogió.- 

-Se quien eres, pero tu no sabes quien soy. Kaya un gusto.-dijo sonriendo.- 

-Que estaban haciendo?.-pregunte mirando su cuaderno.-

-Oh, funciones exponenciales. Nada difícil. 

-Para ti no es difícil.-dije sonriendo como un idiota. Dylan para, pareces acosador. 

-Bueno... hay que comprenderla desde un principio.- esos ojos azules si que eran lindos. Los miraría todo el día. 

-Claro.-dije guiñando un ojo.-

-No hagas eso.-dijo seria.-

-Hacer que?.-dije acomodando mi cabello.- 

-Coquetear conmigo.- dijo enarcando una ceja.- 

-No lo hago.-dije mirándola seductoramente.- 

-Se quien eres, y no porque tu hagas esas "cosas" conmigo, yo voy a caer a tus pies.- dijo rodando los ojos y siguió haciendo la tarea. Me quede sorprendido, no coqueteaba con ella, solo son mis efectos naturales.


Ella. (Novela de Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora