Treinta y Cinco

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Narra Bonnie

Me encontraba en el mismo paraíso. Lleno de flores y de arboles únicos y e inigualables. Hasta la brisa era perfecta. Iba caminando por ese pasto de un verde perfecto y suave. Sonreía cada vez que Dylan decía mi nombre. Escuchaba que hablaba acerca de una grabación. La grabación que hice para el. Demostrandole todo mi amor. Yo no era tan creyente. Mi fe hacia Dios no era tan potente. Hablé con el. Le conté acerca de todo. De Dylan y de que queria estar con el. En sus brazos y vivir con el. El solo dijo "Promete que no haras de vuelta esa calamidad y serás perdonada"

-Lo prometo.- y al instante el tocó mi cabeza y cerré mis ojos. Sentí la mano cálida de mamá. Rezando por mi. Abri detenidamente los ojos y tomé la mano de mamá. Ella llorando me abrazó y dijo:

-Despertaste! Cariño! Oh gracias Dios.-dijo mirando al cielo. Llamó a todos. Me puse contenta al saber que Dylan estaba ahi conmigo.

-Eres una pequeña traviesa. Te dejo una semana y ya estas con las pastillas.- esboze una sonrisa y lo abracé.-

-Sabes que te amo?.-dije acariciando su mejilla y una lágrima cayó por su mejilla.-

-Sabes que yo tambien te amo?.-dijo besandome la frente. Tenerlo conmigo fue mi alegría.- Oye alguien vino a verte.-

-Quien?.-dije extrañada.-

-Hola Bonnie.- dijo Courtney dándome un abrazo.-

-Hola nueva amiga.- dije sonriendo. Pase una semana en rehabilitación. Dylan me acompañó a todas las sesiones de terapia. Algo abrumador por cierto. Dylan y yo nos reconciliamos y volvimos a estar de novios. Agradezco a Dios por esta vida tan maravillosa.

.-.-.-.-.-..--.-..-.--..-.-

-Hola Bonnie!.- dijo Sophia.- Bienvenida a nuestra corporación. Espero que te guste.- Ellas son Briana y Kendall te ayudarán con todo los proyectos. Que tengas un lindo dia.- se fue dejándome con unas chicas bastante lindas.-

-Soy Bonnie.-dij estrechando mi mano ellas la correspondieron.-

-Soy Brianna y ella es Kendall. Espero que seamos muy buenas amigas.

-Claro! Eso espero tambien.-dije sonriendo. Me mostraron el lugar, me presentaron a muchas de mis nuevas compañeras. Eran demasiado hermosas, tenian un hermoso cuerpo! En todo un dia me enseñaron a caminar, a comer sano, y tambien a vestirme.

Llegué a casa exhausta. Tenia mucha hambre. Asi que pedí pizza. Mamá no estaba, llegaría muy tarde hoy, por lo que llamé a Dylan para que me acompañara. Tocaron el timbre e inmediatamente abrí.

-Hola amor!.- dije dandole un beso corto en los labios.-

-Que tal tu clase hoy?.-dije abrazandome.-

-Agotador. Conocí a nuevas amigas.- dije yendo hacia la cocina, y el me seguía.-

-Que bien! Courtney se fue a Londres lo sabias?

-Si! Me llamó esta mañana, la voy a extrañar demasiado.-dije algo triste.-

-Ey.-dijo levantando mi menton.- tranquila estoy aqui.-dijo uniendo nuestros labios en un beso. Primero fue algo dulce, pero luego fue intenso. Me subió a la encimera y empezo a acariciar mi espalda. Puse mis manos en su abdomen para acto seguido sacarle la remera. Se fue directo a mi cuello, y sus manos se posaron en mi trasero. Gemi. Me sacó el short que tenía puesto, y mi musculosa, dejándome en ropa interior. Se detuvo para admirar mi cuerpo y no evite sonrojarme.

-Deberíamos hacerlo en mi habitación.- dije bajando de la encimera y poniéndome frente a el.-

-Gran idea.-dijo guiñandome un ojo y me agarró de la cintura y me subió a su hombro.-

-Esto no es nada sexy.-dije riendo.-

-Lo sé, pero es divertido.- dijo tambien riendo. Me acosto suavemente en mi cama y comenzó a quitarse el pantalón y los boxers, mientras se los quitaba me bailaba como esos strippers, yo reía a carcajadas. Logre ver a su amiguito muy exaltado. Se puso arriba mio y comenzo a besarme. Acaricie su cabello y lo despeinaba. Se puso el preservativo y entro en mi. Gemia de placer y de dolor. Primero fue lento, pero como yo le pedia más, lo hizo rápido. Fue la mejor noche de mi vida. Estaba agotada, me recoste en el pecho de Dylan y acariciaba sus abdominales. El acariciaba mi cabello y lo besaba. Siempre me imagine que sería salvaje, pero se notaba que había cambiado. Era el Dylan dulce y gentil.-

-Fue algo...

-Lindo.-terminó la oracion.- De nuevo?.-dijo bromeando.-

-No soy una muñeca sexual.-dije riendo. De tanto reirnos, entramos en un profundo sueño.

Ella. (Novela de Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora