Diecinueve

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Dylan decidió llamar a mamá para que no se preocupara. ¿No era tierno? Nos quedamos en la gasolinera abandonada del terror toda la tarde. Preguntaran que hicimos en todo ese tiempo. Pues... contamos las nubes, luego hablamos acerca de lo que nos gusta y disgusta. Luego nos besamos, cosas que hacen los novios. Ya es oficial, Dylan y yo estábamos saliendo. Pero no eramos los típicos novios que se ven por la calle, dándose la mano, y eso. Eramos esos novios en los cuales odiaban salir de la mano, demostrábamos nuestro amor a través de los empujones y las peleas. ¿Raro no? Pues para mi es romántico y tierno. 

Ya eran las 7:45 de la tarde. Bajamos por el túnel de mis pesadillas y fue a llevarme a casa. El viento hacia lo que quería con mi cabello, lo despeinaba o no... no me importaba, solo quería tan solo disfrutar ese hermoso momento con Dylan.

-La pase de maravillas esta tarde.- dije apoyada en la puerta de mi casa.- 

-Me alegro. Te parece si mañana vamos a otro lugar?

-Claro! Pero yo elijo. No quiero gasolineras abandonadas del terror y túneles de mis pesadillas.- el rio.- 

-Eres una delicada sabes? Las ratas son la mejor compañía! 

-Para ti lo son! Para mi son la peste.- el no evito reír ni yo tampoco.- Extrañame. 

-Te extrañare. 

-No te acuestes tarde. 

-¿Acaso te convertiste en mi madre?.-reí.-

-Porque no me hablas de tu madre? 

-Mañana te contare todo si?.-Duerme bien.-me beso en la frente y vi como se alejaba con su moto. 


Ella. (Novela de Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora