Veinticinco

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Fui hacia mi habitación a seguir llorando. No me importó nada si estaba mamá, queria descargarme. Sentí una pesadez en mis ojos y entre en un profundo sueño.

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Narra Dylan

Llegué a casa, enojado, molesto y furioso. Me enoje conmigo mismo. Tenía algo especial que me volvía loco, pero no puedo acostumbrarme a esto. A serle fiel. Luego de que Riley me engañara, mi resentimiento sigue presente, y me desquito con sexo. No estoy listo para entrar en una relación, donde hay amor,cariño y todas esas cosas cursis. Mi corazón, se volvió frio y mi alma también. No tengo piedad de nada,

Golpee todo lo que tenía a mi alcance, rompí de una piña, el jarron favorito de mamá. Necesitaba consuelo. Fui hacia la cocina y agarre una botella de tekila y bebí sin parar. Este era mi único consuelo a las 5:00 de la mañana. Decidí ir a mi habitación a quitarme toda la ropa y entrarme a duchar, pero de lo tan borracho que estaba entré en un profundo sueño

Al dia siguiente me levante a las 2 de la tarde. Mi cabeza estaba a punto de reventar por la resaca, asi que tomé un baño y me quite todo el olor a alcohol de mi cuerpo.

-Dylan? Estas ahi?.-dijo mi madre entrando a mi habitación mientras yo me lavaba los dientes.- Oh! Pense que era un ladrón.

-Que paso ma?.-dije escupiendo hacia el lavabo la pasta de dientes en mi boca.-

-Quería saber si hoy estarás ocupado?.-negué mientras pasaba el cepillo por mis muelas.- Me podrías llevar hasta la iglesia? Es que necesito hablar con Dios.

-Claro mamá.-dije secando mi cara con una toalla.- Déjame que me vista.- Me puse una remera y unos jeans,quería probar algo nuevo, dejar lo negro y empezar con algo nuevo. Tome una manzana de la frutera y fui por las llaves del auto.- Me alegra que ya estes recordando.-

-Siento mi mente fresca de recuerdos. Tuyos y mios.

-Y de papá? Lo recuerdas?

-No quiero recordar esa parte del pasado Dylan. Prefiero recordarte a ti de niño y a mi.-dijo seria. Tomé su mano y la besé. Hace mucho que no tenía una charla así con mi madre.

Ya dejándola en la Iglesia, decidí pasar por la casa de Bonnie, quería ver si seguía despierta. Llegué a verla en el balcón de su habitación leyendo algo. No pude divisar que era. *De seguro es la carta que le escribí* pensé. Me entró un poco de vergüenza, era algo cursi lo que le había escrito. Mire hacia su ventana, y me doy con que ella estaba mirándome. Bajé del auto y me paré frente a su ventana.

-Leíste mi carta.-ella inmediatamente cerro las puertas de su balcón. Estaba molesta, por haber jugado con sus sentimientos.- Que tengo que hacer para que me perdones?.-grité.-

-Déjame en paz.-logré escuchar. Me di por vencido y fui hacia el auto rumbo a casa.-

Ella. (Novela de Dylan O'Brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora