Epílogo

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Un año y medio, sólo me queda un año y medio para poder salir de aquí y empezar a vivir la vida que siempre he querido.

Algunos pensaréis que un año y medio es un montón y otros que es poquísimo, yo no sé que pensar, antes me parecía eterno, pero ahora empiezo a pensar lo contrario, siento que todo se me escapa de las manos y sólo quiero que el tiempo se pare y que se le vuelva a dar la vuelta al reloj de arena para poder tener más tiempo.

No es que mi ciudad o las personas de mi alrededor no me gusten, todo lo contrario, Londres me encanta y quiero un montón a mi familia y a mis amigas, aunque a veces sea más fría que el hielo y no demuestre ese amor que tanto se merecen, pero por más que intente ser más cariñosa, no puedo y esto me frustra bastante.

La verdad es que no debería quejarme de mi vida, ya que, hay gente muriéndose de hambre o de cáncer y pensaréis que soy una niñata que lo que quiere es estar de fiesta todo el día.
Os aseguro que no es así, yo necesito libertad, no soporto que la gente me diga lo que tengo que hacer o que empiecen a decidir por mí, es que parecemos robots y parece que tenemos ya nuestro futuro planeado, ¿por qué no vivimos en el presente y dejamos que todo fluya?, ¿por qué no somos lo suficientemente mayores para coger un coche e irnos de viaje pero si somos mayores para decidir que carrera estudiar?

Hoy en día, desde mi punto de vista todo se basa en el futuro, si no estudias ahora, no tienes carrera, sin carrera, no tienes un buen trabajo y encima está mal visto y sin trabajo, no tienes dinero y sin dinero, no puedes comprar ni agua y te mueres.

Es que parecemos máquinas diseñadas para estudiar y no es así, somos humanos, personas que debemos disfrutar nuestra vida porque solo tenemos una, bueno no es seguro, pero, ¿quién sabe lo que hay después de la muerte?, mejor vivir la vida que quieres antes de morirte intentando responder esa pregunta.

Puede sonar a que no quiero estudiar, ni trabajar, ni hacer nada, pero si que quiero, porque si no ciertas neuronas se quedan dormidas.

Lo que pasa es que los colegios y los profesores agobian mucho y llega un momento en el que no puedes más y explotas. Nos podrían dejar respirar un día aunque sea, además, deberíamos de aprender por pasión, por que te gusta y no por obligación y porque no te queda otra si quieres aprobar.

A mi me encantaría poder vivir en un mundo en el que puedes hacer lo que de verdad te guste (siempre que esté bien) sin que nadie te juzgue.

Si existiese un mundo así, viajaría por todo el mundo, conocería diferentes culturas y aprendería de ellas.
También, haría algo que siempre he querido hacer, que es coger una moto por la noche, de estas molonas y chulas, vestirme estilo motera con una chupa, subirme a la moto y circular por una autovía, que esté cerca de una ciudad costera y desde la que se puedan admirar las luces de toda la ciudad y el mar, y sentir la brisa sobre la cara, esa tranquilidad de la noche que te deja ser tú misma y ser libre.

Aunque para esto primero tengo que comprármela y tener el permiso para conducirla y por ahora no tengo pensado hacer esto porque mis padres me matarían o también me puedo buscar un novio con moto, pero es que no me veo con novio, aparte de que no conozco a muchos niños, por no decir ninguno... Pero bueno, esperaré unos añitos más.

Es una tontería de sueño, pero para mí eso es vivir.

Por eso quiero salir de mi ciudad, para poder cumplir mis sueños y ser quien siempre he querido ser, pero para que me entendáis creo que será más conveniente empezar desde el principio...







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