el adios de Matilde.

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Lo veía por última vez, como si fuese algo premonitorio.

A la mañana siguiente quiso ver a Matilde, su madre, a pesar de las diferencias Elle extrañaba a sus hermanos, estuvo golpeando la puerta varios minutos, sin recibir respuesta, un extraño presentimiento se apoderaba de ella, cuando de repente se acercó una vecina que la miraba con una expresión apesadumbrada.

~ sintiéndolo mucho, señorita Elle, Matilde era una buena mujer.

~ como?? Grito Elle desesperada e incrédula, ¿Qué dice usted? Donde esta mi madre?

~ oh perdóneme, dijo la señora, lamentando sinceramente su imprudencia, no sabía señorita Elle que no estaba enterada del deceso de su madre, lo siento muchísimo, mi más sentido pésame.

Elle sintió qué se derrumbaba su realidad, un intenso dolor recorría su cuerpo, un dolor aún más fuerte que cualquier dolor físico, su estómago se hizo un nudo, la sensación de vomitar vino de nuevo como cada vez que tenía una emoción fuerte negativa.

La vecina se alejó apenada y sin saber cómo reaccionar frente a su imprudencia. Elle golpeó aun más fuerte sin recibir respuesta, pasaban por su cabeza erecuerdos de su madre ,palabras sueltas, las expresiones faciales de su madre ,a la vez que su mente se negaba a aceptar lo que había escuchado.

~ Matilde!! Gritaba, Matilde!! Nooo!!

Así estuvo durante varios minutos gritando, sin ser dueña de sus actos, a la vez que se balanceada y frotaba sus brazos con sus manos , su mirada desorbitada, mirando al vacío.

De repente se calmó, una calma silenciosa ,esa misma calma que le sigue a la tormenta, se levantó del suelo , limpió sus lágrimas y la Elle racional volvió.

~ porque no se contactaron conmigo? Hace cuanto ocurrió? Pensaba mientras se encaminaba a la tienda de la esquina , un pequeño supermercado de barrio, atendido por su propietario, don Lucho un hombre de contextura delgada, bigote espeso y estatura baja, quien desde su mostrador se enteraba de la vida obra y milagros del barrio , era algo así como un cuartel general del chisme, don Lucho era el indicado, para ponerle al tanto de lo ocurrido, él corroboraria la información.

~ señorita, Elle buenos días, siento mucho lo de su señora madre.

Al escuchar las palabras de don lucho sobre sus hermanos, sintió un terrible peso que se apoderaba de Ella, mezclado con desesperanza, lloró durante horas, Matilde ya no estaba, ya nunca más escucharía su voz, intento comunicarse con el compañero de su mamá, sin recibir respuesta,entonces decidió llamar desde una
cabina telefonica para confirmar su sospecha, charlie contestaría al ver que no era Elle quien le llamaba.

- Alo, era la voz de charlie

- donde están mis hermanos? Dijo Elle, sin siquiera saludar.

- ay Elle que quiere que le diga en el mejor lugar en bienestar social, que quería? Que me hiciera cargo de esos mocosos que ni siquiera son mis hijos ?

- por que no me llamó? En donde esta enterrada Matilde?

- ella esta en el cementerio central, no se exactamente en donde ese día tuve que trabajar y no asistí al entierro y los mocosos no lo sé , tal vez ya fueron adoptados que sería lo mejor en estos casos.

Elle colgó la bocina sabía que no recibiría más información del mezquino de charlie.

Al amanecer siguiente decidió buscar información directamente de bienestar social, quienes le confirmaron la ubicación de los pequeños, todos en la misma institución, al arribar al sitio pidió verlos pero fue imposible ese día ya que a pesar de demostrar su parentesco debía tener una charla con la psicóloga del lugar y no sería ese día, sino hasta dentro de los próximos 10 días, desesperanzada Elle, se encamino hacia su apto, se sentía sola, desamparada, sin nadie que la escuchara y la consolara.

Añoraba tener a su italiano abrazándola, intento en vano llamarlo el repique de el sonido de espera era cada vez más desesperanzador.

Los días siguientes parecían adivinar el estado de ánimo de Elle, fueron días tristes grises, el teléfono sonaba insistentemente ante la indiferente Elle que sólo veía caer la lluvia, fueron días difíciles en lo cuales ni siquiera pensó en alimentarse, era sólo una sombra triste más en un paisaje triste.

Una noche soñó con Alessandro, caminaba hacia ella quien estaba sentada en el suelo de un bosque oscuro y tenebroso, él se acercó a ella tomandola de la mano para ponerse de pie, estando a su lado lo escuchó murmurar unas palabras en lo que según creyó era italiano, y le entregó un rosario en sus manos, confusa despertó con lo que era el rosario que el le había entregado en las manos.

Intento rezar pero tenía su mente en blanco, no recordaba como hacerlo, además de sentirse no merecedora de hacerlo.

Pero inició un corto diálogo con Dios, "señor sé que no soy precisamente la más apropiada para pedirte ayuda, sólo quiero que me ayudes a ser fuerte, a recuperar a mis hermanos y superar la pérdida de Matilde"

Increíblemente en pocos y minutos su ánimo cambio, sintió un hambre feroz, se acercó al la nevera para preparase un sándwich que devoró gustosa, se ducho y el agua caliente la relajaba, mientras suspiraba.

Decidió ver su teléfono para descubrir que las llamadas pérdidas eran de Julian , decidió devolver la llamada dejándolo sólo sonar pocas veces pues odiaba ser imprudente con sus clientes, la respuesta fue inmediata, Julian devolvió la llamada.

- princesa, llevó días Buscándote, dijo Julian en tono suave.

- lo siento estuve algo ocupada estos días.

- siendo me infiel preguntó Julian aún en tono coqueto.

- algo así ,respondió ella hartándose, de preguntas tontas.

- te quiero complacer, tengo un amigo que quiere estar contigo, que opinas de un trio princesa?

- esta bien lleguemos a un acuerdo de dinero respondió ella en tono serio.

Algunas horas más tarde se dirigía a la cita con Julian y su amigo, pensando que su vida no se diferenciaba mucho a la de un payaso de circo los dos debían pasar una larga jornada frente a un espejo maquillando su rostro, los dos debían ocultar su tristeza, pues su farsa debía continuar, además de interpretar un papel muy ajeno así mismos. Esta reflexión le hizo sentir aún peor, quiso llorar pero no iba a arruinar su maquillaje.

ACUSOME PADRE "Confesiones de una prepago"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora