Capitulo V.

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Leon.

Mirando a Claire dormir, me costaba creer que estuvieramos los dos alli. Los recuerdos de Raccoon City todavia estaban muy frescos en mi memoria, y me costaba conciliar el sueño. Sali de la carpa en el campamento improvisado que habiamos montado y me sente junto a John, que se calentaba las manos en la fogata que poco a poco se iba apagando. —Mañana partimos hacia el este. Zania capto en la emisora un llamado de auxilio hace un par de horas, aparentemente desde un abandonado parque de diversiones, a unos cuantos kilometros de aqui. -Me informo, mirando hacia el fuego. —¿Crees que es una buena idea que vayamos todos alli? -Dije, mirando significativamente a una madre con sus dos hijos durmiendo junto al calor del fuego. Los habian encontrado hace dos dias en un hospital que hacia rato no funcionaba, a pocos minutos de ser la cena de un grupo de zombies que lograron irrumpir por una de las ventanas. Por suerte pudieron sacarlos de alli sanos y salvos. —No nos queda otra opcion. Claire es nuestra amiga, y tiene razon. No podemos hacer la vista gorda y dejar a todos esos inocentes ahi. Nos prepararon para esto, y creo que es momento de poner a prueba nuestras habilidades por nuestra cuenta, ¿No crees? -Dijo mirandome de soslayo con una sonrisa. Se la devolvi con un asentimiento. —Y en cuanto a las personas que nos acompañan, estan agradecidas de que estemos todos en el mismo barco; muchos han perdido a familiares, seres queridos, y quieren ayudar a otras personas que estan pasando por lo mismo que ellos. De nada sirve esconderse y no luchar. Ahora entra a la carpa y duerme un poco, mañana va a ser un dia bastante movido. -Me palmeó el hombro y se fue; el ruido de sus pesadas botas se perdio en la noche.

Carlos.

El campamento estaba muy callado. Todos dormian, menos Rebecca y el, que estaban a cargo de la guardia esa noche. Un ruido lo alerto, y salio disparado hacia el lugar de donde venia. No tuvo que correr mucho: el ruido venia de la carpa de Rebecca. La chica se sujetaba la nariz y tiraba la cabeza hacia atras, con el proposito de parar una hemorragia nasal. Saco un pañuelo del bolsillo, le saco las manos de la nariz y se dispuso a limpiar la sangre que le corria por la cara. Rebecca se sonrojó y trato de safarse de su agarre, pero no se lo iba a permitir. Hacia dos dias que estaba extraña. Tosia sin parar, estaba mas palida de lo normal, nunca parecia tener apetito, y ahora le sangraba la nariz. —¿Que pasa, Becca? Sabes que puedes confiar en mi, ¿Verdad? -Rebecca bajo la mirada y no dijo nada. Lo volvio a intentar, y el resultado no fue mejor. —¿Es que no puedes dejarme en paz? Estoy cansada, han sido unos dias largos y agotadores, he perdido a mi familia, Carlos. -Habiamos tropezado con Rebecca hace una semana atras. Su familia habia sido atacada dentro de su casa cuando ella habia salido a buscar suministros. Cuando volvio, encontro los cadaveres de su madre y sus dos hermanos. —Lo siento, Becca. Es solo que nos preocupa, es todo.
Al cabo de unos minutos su trabajo estaba hecho y volvia a patrullar el perimetro, pero no la iba a dejar ir tan facilmente. Iba a averiguar que le pasaba, y como podian ayudarla.

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