Capitulo XVIII.

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Piers.

Llegamos al campamento de Claire dos horas mas tarde en el Jeep junto a un camion que trasladaba al resto del equipo. Bajamos de un salto y entramos a la unica carpa que habia en el lugar. Adentro la escena era bastante fea: Una chica tan palida como una hoja de papel yacia acostada en una camilla temblando y lanzando espuma por la boca. Claire le pasaba una inyeccion a un chico rapado y de aspecto duro que le inyectó el liquido amarillo a la chica, logrando que se calmara poco a poco y se sumiera en un sueño tranquilo. Despues de eso, se dieron vuelta y se percataron de nuestra presencia. Claire lanzó un grito de sorpresa y salto a los brazos de su hermano apretandolo fuerte y diciendole lo mucho que lo habia extrañado y cuanto lo sentia. No podia entender que era lo que le decia Chris a ella porque estaba sorprendido con la vision de Chris llorando, es decir, nunca habia visto al gran Capitan Redfield llorar en frente de nadie. Camine y le tendi la mano al chico rapado en un saludo que el correspondio, diciendome que se llamaba John. Tambien me presento a Leon, un chico que estaba acostado en una camilla y que habia pasado por alto. Nos saludamos y hablamos un poco hasta que senti que alguien se colgaba en mi espalda y me pasaba los brazos por el cuello.
—Mierda Claire, me estas ahorcando -dije con una risa mientras me daba la vuelta y la estrechaba en mis brazos, enterrando la cara en su cabello, aspirando el ligero aroma a shampoo de coco que desprendia. Chris se aclaró la garganta y nos soltamos. Claire se sonrojó y le pegó a su hermano en el hombro mientras yo me giraba y silbaba una cancion para hacer menos incomoda la situacion. John se reia por lo bajo, y Leon sin disimular. En ese momento Rebecca empezo a toser y todos nos pusimos serios otra vez, empezando con el plan. Nos sentamos todos juntos afuera, alrededor de una hoguera que habian hecho Claire y John, y repasamos todas las carpetas con informacion que teniamos. La instalacion a la que ibamos a ir era una de las mas complejas, y quedaba en medio de un maldito desierto. Para llegar alli primero debiamos recorrer kilometros y kilometros de densa arena con los Jeeps. Cuando llegaramos nos encontrariamos con un gran alambrado que rodea el edificio, asi que tendriamos que cavar un tunel y entrar por los subterraneos. Saldriamos a uno de los centros de control, donde matariamos rapidamente a los tipos y desactivariamos las camaras. Luego nos dividiriamos en grupos y explorariamos todos los compartimientos hasta dar con el antidoto. Dicho asi sonaba facil, pero todas las puertas tenian contraseñas que se desbloqueaban con unas tarjetas electromagneticas, y esas tarjetas las llevaban distintas criaturas, monstruos creados por Umbrella que patruyaban los pasillos. Para hacerse con ellas habia que matarlos, y por las fotos que habiamos visto de ellos, no parecia que fuera a ser facil. Tenian desde perros gigantes y sarnosos a humanoides blancos que tenian pinches por todo el cuerpo y que tenian la capacidad de regenerarse de cualquier herida. Todos coincidimos en que lo que habia que saber era que tipos de criaturas escondian ahi, y cuales eran sus puntos debiles. Todos los monstruos tienen puntos debiles, pero no siempre es facil encontrarlos. Uno de los hombres de Chris agarro una laptop y empezo a buscar en los archivos los nombres de las mutaciones y sus fotos, para ver si tenian algo inusual en sus cuerpos, mas inusual que tres cabezas, pinches, multiples ojos y todo eso, que pudieran ser sus puntos debiles. Leon se unió a nosotros con cierta dificultad debido a la herida que habia sufrido, y nos ayudo muchisimo. Era un policia novato cuando empezo todo esto del ataque zombie, y desde entonces habia participado en multiples misiones, habia luchado con miles de montruos, zombies y criaturas horribles por lo que tenia mucha experiencia y conocimientos. Supo distinguir varias de las mutaciones que habia en las fotos, y como matarlas. Sus consejos realmente eran de ayuda, y se lo hicimos saber. Luego Claire lo acompañó hasta la carpa para que descansara. Se lo veia un poco palido, y al estar sentado mucho tiempo teniamos miedo de que se le abrieran los puntos. Nos quedamos toda la noche armando la jugada, y a las 5.30 am, cuando el sol ya se asomaba, nos dirigimos hacia la instalacion de Umbrella dejando a John con Leon y Rebecca, y manteniendonos en contacto constantemente.

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