Revival.

Capitulo XIV.

Claire.

Subimos corriendo las escaleras con el corazon a punto de estallar y llegamos al tercer piso sin aliento. Recorrimos el pasillo y a pocos metros oimos el sollozo de Rebecca. John salio disparado como un rayo hacia el ascensor, cuando una criatura se interpuso entre el y la puerta. Era... horrible. Tenia la piel rojiza, quemada, llena de ampollas y heridas supurantes que parecian infectadas, los ojos tan irritados que se le cerraban solos, pero eso no parecia impedirle querer despedazarnos. John, lejos de parecer afectado por su presencia, levanto el arma y empezo a disparar. Sali de mi estupor y lo imite, vaciando el cargador y poniendo otro, pero el mostruo parecia inmutable. Trato de lanzar a mi amigo por los aires, pero no pudo alcanzarlo. John se tiro al piso y rodo sobre si mismo, levantandose del piso y adoptando una postura rigida. La criatura lo miraba con una siniestra sonrisa en el rostro, que dejaba a la vista una hilera de feos dientes podridos. Hice una mueca de asco, y segui disparando. -Claire, tenemos que buscar otra forma -dijo John despues de 5 minutos de intentar matarlo, y haber fallado miserablemente. -Intenta sacar a Becca del ascensor mientras juego un rato al gato y al raton con este hijo de puta.- Le di un ligero asentimiento mientras lo veia correr y doblar en el pasillo, con el zombie pisandole los talones. Intente abrir la abollada puerta del ascensor pero no tenia la fuerza suficiente. En el tercer intento estaba por buscar a Leon cuando Carlos aparecio junto con Zania, y me ayudaron a forzarla. Lo que vimos dentro nos dejo a todos paralizados: Rebecca, sentada en el piso con un arma a sus pies, lloraba desconsoladamente. Pero lo peor era el aspecto de su cuerpo... Tenia la piel de un tono verdoso, los ojos tan rojos como el zombie que nos habia interceptado, y le temblaban las manos incontrolablemente. Al vernos se tapo la cara con las manos y nos grito que la dejaramos tranquila. Carlos dio un paso al frente con las manos en alto, tratando de parecer sereno y no una amenaza, pero Rebecca, lejos de rendirse cogio el arma y se apunto a la cabeza, mirandonos con unos ojos desquiciados que nos helo las venas. -Becca, baja el arma por favor... -Le rogo Zania con lagrimas en los ojos. Rebecca la miro, pero no habia vida en sus ojos... Una silenciosa disculpa salio de sus labios, y luego se desmayó.