Capitulo XII.

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Leon.

El pasillo, a simple vista, estaba desierto. Avanzamos unos pasos, con las armas firmemente agarradas, cuando una gran bola de baba viscosa cayo del techo, salpicandonos y haciendonos retroceder. Con temor y la certeza de que lo que habia arriba no nos iba a gustar, levantamos la vista. Una tela de araña plateada ocupaba la totalidad del techo, y una gigante araña marron peluda descansaba en ella. Tenia dos colmillos gigantes que desprendian un liquido verde fluorescente de las puntas, y sus ojos, dos puntos rojos aterradores, nos miraban con odio. La criatura lanzó un chillido y se dejo caer al piso. La habiamos despertado. —Claire, John, vayan al tercer piso a buscar a Rebecca, yo me encargo de este bicho. -Claire asintió y agarró a John del brazo, obligandolo a caminar lentamente tratando de no llamar la atencion de la araña, que se interponia entre la escalera y nosotros. Pero la criatura no era estupida, y no nos iba a dejar ir tan facilmente. Se levanto en el aire y arremetio contra Claire. John y yo reaccionamos, y una lluvia de balas impacto en la carne viscosa del mostruo, que quedo aturdido por unos segundos, unos valiosos segundos que sirvieron para que mis amigos pudieran llegar al otro lado. La araña centro su atencion en mi y se acerco con una velocidad increible derribandome con fuerza. Rode por el suelo, raspandome la cara y me puse de pie, pero la maldita era insistente. Alargo sus colmillos hacia mi e intento morderme. Salte hacia la derecha, y le apunte con la ametralladora a uno de sus ojos. Vacie el cargador con furia, pero eso solo sirvio para hacerla enfurecer mas. Cuando comenzaba a acercarse nuevamente, unos ruidos la detuvieron. Miro hacia arriba, y despues de darme una mirada que me dio escalofrios, subio a su tela de un salto. El molesto ruido no cesaba, era como si cascaras de huevo se rompieran todas al mismo tiempo y... Mierda. Miles de arañas pequeñas recien nacidas me miraban desde arriba con sus ojos rojos a medida que los iban abriendo. Mirandolas asi, casi parecian inofensivas... De repente, todas juntas corrieron hacia la araña grande y se subian a su espalda, estaban... fundiendose en ella y haciendose una. La araña crecia cada vez mas, si eso era siquiera posible. Cuando la transformacion acabo, se olvido de mi y subio las escaleras. Estabamos en graves, graves problemas. Corri detras de ella mientras los engranajes de mi cerebro trabajaban a gran velocidad. Por experiencia, sabia que este tipo de mostruos siempre tenian un punto debil. Lo tenia que encontrar rapido, si queria que mis amigos salieran con vida. Repase con la mirada todo el cuerpo del bicho. No veia nada inusual: capas y capas de baba verdosa y viscosa, patas gigantes con puntas filosas, en una de las patas una bola roja, que parecia contraerse y expandirse con rapidos espasmos... Bingo. Levante el arma, y una rafaga de balas atraveso su punto debil. La criatura lanzó un aullido de dolor ensordecedor, y me encaró con la muerte reflejada en sus ojos. Corri con todas mis fuerzas mientras me perseguia, y doble en una curva, pegandome a la pared. La araña doblo y mantuve la respiracion hasta que siguio de largo a una velocidad envidiable, sin notar mi presencia. Deje salir el aire que estaba conteniendo lentamente, y aproveche que me daba la espalda para vaciar el cargador otra vez. Joder, me estaba quedando sin balas. En un maldito descuido mientras cargaba el arma, el monstruo me atravesó con una de sus garras el estomago. Abri los ojos con incredulidad y solte un quejido de dolor. En pocos segundos la remera se me habia teñido de rojo, pero no podia morir todavia, pensé. Tenia que salvar a mis amigos. Con una mano hice presion en la herida, y con la otra agarre la unica granada explosiva que llevaba. Haciendo un ultimo esfuerzo se la ensarte en la bola roja y me tambaleé sin mirar atras. La fuerza del estallido me hizo caer de bruces contra suelo. La criatura solto un debil gemido de dolor, y finalmente murió. Sonreí, probando la sangre de mi labio con la lengua cuando todo se volvió negro.

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