NICOLE

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Salgo detrás de Bryon para saber qué es lo que le pasa, por qué está así, sé que quiere mucho a Justin pero salirse de la sala de descanso así de repente me tiene extrañada. Está bastante lejos de mí, va por uno de los pasillos del internado, si no me equivoco estos pasillos van al sótano. Lo sigo hasta que lo veo sentarse delante de la oscura puerta que da al sótano, voy acercándome más y me doy cuenta de que está llorando, tiene las rodillas a la altura del pecho y la cabeza escondida en ellas, me siento despacio a su lado mientras intento no derrumbarme por verlo así.

-Bryon ¿Estás bien? – pregunto de forma cariñosa y le acaricio el pelo. Oigo su respiración agitada, tarda varios minutos en reaccionar hasta que por fin levanta la cabeza para mirarme.

-Sí –contesta asistiendo con la cabeza mientras se quita las lágrimas de los ojos.

-¿Por qué lloras? –pregunto mirándolo a los ojos y veo más ganas de llorar en ellos, sus ojos lo revelan todo. Veo en ellos miedo , preocupación, protección, amor... demasiadas cosas para llevar él solo, no es capaz de aguantarme la mirada y de nuevo le vuelven a caer lágrimas– Bryon no llores – le suplico con voz dulce mientras lo abrazo contra mí, llora contra mi cuello mientras me mantiene abrazada contra él , no puedo verlo así, él es mi pilar, si él se derrumba yo lo hacía, pero esta vez tengo que ser yo la que lo proteja y cuide, porque debajo de esa coraza de amor y protección que él tiene por todos, tiene su lado más bien guardado, su lado débil – Cuéntame que te pasa – le animo mientras sigo abrazándolo y le acaricio el pelo y le doy besos en él.

-No sé cómo empezar –empieza más calmado pero aun apoyado contra mi cuello.

-Como tú te sientas mejor –digo con una sonrisa dulce mientras le cojo la cara con las manos y le acaricio las mejillas, nos quedamos mirándonos a los ojos, me fijo en como coge aire y empieza a contarme todo lo que le ha llevado a su derrumbamiento. No puedo creer lo que me cuenta, ahora la que llora soy yo contra su pecho.

-Pero ¿Cómo te pudo hacer eso? –pregunto entre sollozos.

-Yo se lo pedí, por aquél entonces estaba loco por ella y supuse que esa era la única manera de estar juntos – me cuenta Bryon acariciándome el pelo e intentando no derrumbarse de nuevo.

-No me refiero a eso, quiero decir te entregaste a ella, pusiste tu vida en peligro al ponerte esa dosis por ella y después va y todo es mentira, no eres lo que ella te dijo y encima desaparece ¿Por qué? – le reprocho entre lloros contra su camiseta.

-No te preocupes hoy me esconderé en el sótano ahí no habrá peligro –suena derrotado.

-Yo estaré contigo esta noche – suelto de repente mientras me seco las lágrimas y lo miro a los ojos.

-¡No! –se niega rotundamente.

-¡Sí! No te pienso dejar solo –insisto– digas lo que digas ahí estaré –insisto de nuevo mientras me cruzo de brazos

-Mira que eres cabezota –bromea Bryon esta vez mientras sonríe haciendo que yo recupere la mía.

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Lagunas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora