Lagunas en la oscuridad

BRYON

Cuando sé que Nicole se ha marchado me derrumbo, no podía dejar que volviera a estar dentro de mi vida, no ahora, ahora que sé que la KillProdige está cerca.

No voy a correr el riesgo de que corra peligro, porque se lo cabezota que es y se a ciencia cierta que no dudaría en enfrentarse a ellos.

Me visto a desgana, pero a diferencia de estos días hoy no voy a ir a clases, no tengo el suficiente valor para hacerlo...

-Hola- la voz sonriente de Justin cambia de repente al observar mi rostro- Ey Bryon ¿Estás bien? - pregunta preocupado.

-Sí-afirmo sacudiendo mi cabeza.

-¿Seguro?-pregunta de nuevo.

-Ajá

-Si quieres hablar, sabes que conmigo puedes- me ofrece.

Me limito a mirarlo a los ojos antes de salir de la habitación. Quiero alejarme de todos, no quiero tener a nadie cerca durante mi investigación, es lo mejor y es lo que voy hacer.

Voy en dirección contraria de las clases, pero es lo correcto. Me dirijo hacia los pasadizos que encontré y donde tuve aquel encuentro con aquello chica...

Tengo que encontrar una respuesta lógica a todo, a esos pasillos, a lo sucedido en el torneo, a todo.

Abro la puerta usando todas mis fuerzas y me dirijo a inspeccionar todos los pasillos, cayendo en la desilusión que tras horas de búsqueda no he encontrado aquella chica.

Mi reloj me dice que es hora de comer, pero la verdad es que no tengo hambre, necesito seguir buscando. Sigo andando por esos pasillos cuando encuentro una serie de mazmorras que me causan curiosidad, parecen estar siendo usadas o que hayan sido usadas.

Un carraspeo detrás de mí hace que me gire en posición de defensa.

Una chica joven luce apenada y me observa de arriba abajo, da un paso hacia mí en lo que yo retrocedo un paso hacia atrás.

-No voy hacerte daño- su sonrisa ladeada hace que no sepa si confiar en ella.

-Como sé yo eso- argumento.

-Sencillo, te estado, observando durante mucho tiempo y en ningún momento te he atacado.

La reviso de arriba abajo, y en ningún momento puedo relajar mis músculos puesto que en cualquier momento tenga que salir corriendo.

-No será preciso que salgas corriendo- habla. Me quedo de piedra, acaba de leerme la mente. -Si estás aquí es porque me buscas ¿No?

No puedo hablar a lo que simplemente asiento con la cabeza.

-¿Qué es lo que necesitas?- pregunta mientras se acerca demasiado a mí.

-Necesito respuestas-hablo.

Su rostro estudia el mío, y no sé si eso es bueno o malo.

-¿Respuestas?- Se limita a decir.

-Ajá-

-Por donde empiezo...- su dedo golpeando sus labios me está poniendo nervioso – No me digas ¿Nicole?- Escuchar su nombre me destroza el corazón, lo que yo está mañana le he roto.

-Quiero protegerla- trago el nudo que tengo en la garganta.

-¿De quién?- pregunta incrédula mientras arquea sus cejas.

-De la KillProdige-aprieto mi mandíbula.

-Se lo de tu ataque en el torneo...- Empieza hablar- Intente avisarte, pero veo que eres más cabezota de lo que pensaba, pero para tu suerte llegue justo a tiempo para lanzar esas bengalas- a cada palabra que dice caigo en la cuenta de que ella es la aparición de sirena que tuve en el torneo. Pero ¿Por qué yo?

-Porque eres el único que tiene lo necesario para hacerle frente a cualquiera que se tope en tú camino- responde cruzada de brazos- Deberías hablar más, por si no te has dado cuenta puedo leer tu mente- sonríe ampliamente.

-¿Qué debo hacer?-pregunto.

-Si quieres ayudar a tus amigos deberás separarte de ellos, vas a verte envuelto en muchos problemas, problemas muy graves que pueden acabar con tú vida o la de aquellos a los que quieres... ¿Podrás hacerlo?- sus palabras hacen que mis ojos se llenen de lágrimas, es lo que he hecho, he alejado a Nicole de mi vida... Sacudo la cabeza, no quiero llorar...

-Sí- afirmo mientras aprieto mis puños con fuerza.

-De acuerdo... Mañana aquí a la misma hora- Me dice sonriente antes de desaparecer y dejarme solo en aquel pasillo.

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