NICOLE

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Hoy por fin es el día tan esperado por todos, sí es mi cumpleaños, y la verdad parecen que tengan más ganas ellos de celebrarlo que yo.

Parecen no entender que no tengo el cuerpo para celebraciones, pero tampoco quiero ser envidiosa, sé que llevan mucho tiempo preparándolo y tampoco quiero echarles a perder todo su tiempo por el suelo, asique sin más remedio hare el esfuerzo durante un momento.

Me dirijo al salón a ver algún capítulo de la serie de Nathan, es realmente entretenida tiene de todo: amor, misterio, acción... incluso humor y eso es algo que necesito mucho.

Me siento con las piernas cruzadas y cambio rápidamente de canal hasta que doy con el que busco. Aprovecho que aún están en el intermedio cuando salgo disparada a la cocina a por una tarrina de helado de chocolate.

-Sí, a las seis- dice Mc hablando por teléfono-¿Lo tenéis todo?- rápidamente se queda en silencio cuando se da cuenta de que estoy observándolo.

-¿Con quién hablas?- pregunto arqueando las cejas.

-Con...- mira hacia todos lados buscando alguna respuesta lógica, pero te he pillado chaval. – Con mis primos- sonríe abiertamente.

-Ya- sonrío mientras cojo una cucharilla y meto una cucharada de helado en mi boca. Increíblemente sabroso. -¿Quieres?- le ofrezco.

Niega con la cabeza.

-Mc ¿estás ahí?- la voz chillona de Sophie se escucha a través del teléfono. Este al darse cuenta de que la he odio pega el teléfono en su pecho.

-Tu primo te busca-recalco la palabra primo y salgo riendo de la cocina y me siento a ver a Nathan mientras disfruto de un riquísimo helado de chocolate.

La primera escena deja ver una habitación a oscuras donde dos cuerpos están tendidos en la cama. Y al parecer están desnudos porque se aprecia como en el suelo se encuentra la ropa de dos personas. En la cama duerme una pareja, el hombre está hacia arriba mientras la mujer descansa su brazo sobre la cintura de este sus respiraciones acompasadas y la forma en la que duermen deja ver que se quieren mucho... o eso parece. ¿Serán Nathan y Kate? Sonrío porque así sea, pero mi decepción llega cuando el hombre ha ido hasta las cortinas las cuales ha abierto y ha dejado al descubierto el bonito rostro de Nathan pero la chica de la cama no es Kate, es una chica un poco más joven.

-Ey, Valentina despierta anda-le susurra al odio. Esta se remueve y no dice ninguna palabra -Anda pequeña-retira de forma delicada los mechones que cubren su rostro y deposita un tierno beso en su frente.

-Mmmm ¿Qué hora es?- pregunta con voz somnolienta.

-Las once- le informa mientras empieza a vestirse.

-Mmmm... ¿ya?- Valentina lo abraza por detrás mientras deposita un beso en su cuello.

-Ajá- responde mientras se termina de abrochar la camiseta que le queda perfecta.

-Respecto a lo de anoche...- susurra Valentina mordiéndose el labio.

-¿Si?- Nathan se gira hacia ella y la estudia con la mirada. Valentina solo lleva puesta una camiseta de hombre y la parte baja de una lencería de un color rosa palo que le queda bien con su tono de piel. -¿Te gusto?- pregunta este mientras poco a poco se tumba encima de ella y deposita un beso en su mandíbula.

Asiente con la cabeza mientras enrolla sus piernas a la cintura de Nathan y sus manos viajan a su cuello, el cual no deja de acariciar. Es Nathan quien cubre la boca de esta con un beso tierno, pero a la misma vez duro.

Lagunas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora