Lagunas en la oscuridad

SOPHIE

Después de que todo haya acabado, se haya celebrado, me haya enfadado porque no hemos sido los ganadores únicos... Tengo que arreglarme para cumplir una promesa... o no ir.

Pero McConaguey es capaz de venir a buscarme y reventarme la puerta de la habitación, asique decido ir sin que mi puerta resulte herida.

Me decido por un traje azul turquesa con algo de pedrería en la parte superior, es decir en el escote, y la parte de bajo que tiene algo de vuelo.

McConaguey está esperándome en la sala de descanso y me quedo con la boca abierta cuando lo veo bien vestido. Un traje gris cubre su cuerpo y doy gracias porque no se me caiga la baba delante de él.

-¿Vamos?- me suelta solo verme. Será maleducado...

-Tú también estás muy guapo- suelto con ironía y sarcasmo.

-Sí, ya lo sé- sonríe abiertamente. Creído...

-¿Dónde vamos?-pregunto nerviosa y con algo de curiosidad.

-Al bosque- dice seguro. ¿Cómo? Acaba de decir lo que yo creo...

-¿Al bosque? ¿Por la noche? Tú no estás bien de la cabeza-exclamo mientras le lanzo cuchillos por los ojos.

-¿Qué pasa? Es un lugar tranquilo- dice con normalidad y como si el bosque fuera el lugar preferido de las personas para ir a cenar.

-¿Y qué vamos a cenar? ¿Sapos y culebras?- comienzo a decirle- Y para beber ¿qué? ¿Tierra con agua?

McConaguey rompe a reír y mi enfado va a más, pero sin darme cuenta estoy sonriendo.

-Bueno vamos...-digo intentando no ser demasiado tiquismiquis.

No sé a qué parte del bosque me está llevando, pero si no lo conociera pensaría que va a matarme... esto es de película de miedo... ¿Pero ¿qué digo? si no lo conozco...

-Tranquila no voy a matarte- suelta como si leyera mis pensamientos.

-Oye ¿Qué has hecho para que se rinda? -pregunto curiosa.

-Nada, simplemente le he dicho que se rindiera por Lucie y así ha sido- dice victorioso.

Tss menudo tramposo, creído, estúpido y aprovechado.

-Aquí es-me quedo maravillada por que exista está parte en este instituto tan tenebroso ¿Cómo sabe que esto está aquí? Si ni yo misma lo sé...

Un gran lago está frente a nosotros y en él se refleja la luna que a la misma vez proyecta una serie de luces blancas a nuestro alrededor.

Un mantel sobre el césped me deja ver lo que vamos a cenar, y la verdad es que está currado.

Me paro a pensar en el tiempo que le habrá llevado esto y porque lo ha hecho tan especial y conmigo. Miles de preguntas abordan mi mente, pero decido que haré algunas a lo largo de la noche.

-¿Qué opinas?¿Te gusta?- un tono dulce por su parte me sorprende.

-Es bonito- me limito a decir, mientras le dedico una sonrisa.

La noche va sobre la marcha, la verdad va genial, hablamos mientras comemos y no nos falta ningún tema de conversación.

-¿Por qué Newerhod?- me sorprende qué me pregunte eso, cuando está más que claro ¿no? – Quiero decir ¿Por qué no un internado de brujas?

Me quedo boquiabierta ¿cómo sabe que soy bruja?. McConaguey rompe a reír, al parecer sabe lo que estoy pensando, que no sé cómo lo hace, pero ojalá pudiera saber hacerlo como él.

-Se nota que eres bruja- admite.

-Bueno, y ¿hay algún problema en que lo sea? - lo encaro.

-Para nada- dice serio – me encantas- una sonrisa aparece en su rostro y al mismo instante en el mío se dibuja una de las sonrisas más sinceras que he podido tener a lo largo de mi vida.

-Me pareces una chica interesante, Sophie, cuando te vi, supe que tenía que conocerte, o al menos intentarlo. De normal los demonios no tenemos permitido enamorarnos de mujeres no demonios, pero contigo quiero intentarlo, me resultas atrayente y eso jamás me había pasado. Por eso quiero que intentemos algo...- McConaguey me acaba de hacer toda una declaración y yo simplemente estoy de piedra.- ¿Qué me dices? ¿Quieres ser mi chica?- su voz dulce lo hace parecer un demonio muy tierno y para nada el chico duro del torneo.

-Podemos intentarlo- consigo articular, mientras intento ocultar mi felicidad por lo que acabo de escuchar por su parte, ya que jamás pensé que un chico como él me pediría algo así a mí.

-Genial entonces-sonríe mientras fija su mirada en la luna, y lo más bonito de todo es que yo hago lo mismo, simplemente observo la luna o eso creo ya que mi vista se va directa al nuevo McConaguey que acabo de conocer.

"