JUSTIN

2 0 0
                                    

Monique y yo estamos escondidos en uno de los armarios del salón, no hemos movido ni un musculo puesto que estamos en situación de nervios. Un fuerte ruido ha hecho que se me pongan los pelos de punta y mira a Monique en busca de alguna respuesta.

-Tranquilo- susurra tan bajo que apenas la oigo. Unos ruidos en el salón me hacen saber que ya están aquí y que no vienen con ganas de jugar. Las luces se encienden dejando ver a tres hombres vestidos con trajes negros y van bien armados, no solo llevan pistolas sino además algún tipo de red con la que pretenden atraparnos. Pego mi espalda al armario todo lo que puedo y espero el momento adecuado para actuar, vamos sin armas, pero contamos con mucha fuerza.

Esos hombres nos están buscando, pero parecen no encontrarnos, pero no se rinden fácilmente siguen mirando por todas las partes del salón.

-Aquí no hay nadie Trevor- dice uno de esos hombres mientras se sitúa de espaldas al armario, perfecto quédate aquí pienso acabar contigo de un mordisco.

-Vamos a seguir buscando, quédate aquí vigilando- escucho que le dice otro hombre y seguidamente se escuchan unos pasos señalando que se alejan. Monique se me adelanta y abre la puerta del armario de una patada dejando a Trevor o como se llame medio inconsciente y sin pensárselo dos veces coge una especie de hierro con la que solemos acumular las cenizas de la chimenea y se lo clava con fuerza en el corazón. Rápidamente sale sangre de su boca y en cuestión de segundos muere.

-Joder Monique- estoy demasiado asustado jamás pensé que Monique fuera capaz de...

-Justin tranquilo, no hemos venido aquí para hacer peleas de escuela, he visto como estos hombres no tienen piedad para matarnos por lo tanto tampoco la tendré, relájate- veo como hace el intento de acercarse a mí pero algo llama mi atención.

-Eh vosotros- una voz nos llama y sin esperárselo Monique saca con dureza el hierro antes utilizado y señala al otro hombre con el.

-Oh, qué miedo la niña tiene un hierro- vacila mientras saca una pistola de su cintura y dispara contra Monique que sin esperármelo se mueve a una gran velocidad hasta estar detrás del otro hombre y clavarle dicho hierro por el torso hasta atravesarlo. Este cae al suelo y puedo escuchar como sus respiraciones son costosas me acerco lo más rápido que puedo y quito su arma mientras lo apunto con ella.

-Ahora ves de lo que es capaz la niñita- grita Monique furiosa mientras saca el hierro con fuerza provocando que el hombre gruña de dolor.

-Zorra- gruñe mientras posa sus manos en la herida, pero sé que es demasiado tarde, no tiene ningunas de salvarse, giro mi cabeza hacia otro lado no quiero mirar cuando haga esto, pero debo hacerlo... apunto con el arma su cabeza.

-No por favor- susurra este, pero no hago caso de sus palabras y aprieto el gatillo. Caigo de rodillas al suelo mientras lloro no me gustan las armas, odio las armas.

-Justin tranquila- Monique me abraza con fuerza -No te derrumbes no es momento, debemos seguir, tenemos que terminar con esto ¿de acuerdo? Sorbo mis lágrimas y afirmo con la cabeza quiero que esto termine de una vez por todas.

-Vaya, vaya aquí tenemos dos mutantes muy listos eh- un hombre nos observa desde la entrada de salón -Chicos aquí necesito ayuda, han matado a dos de los nuestros, es hora de cobrar sus muertes- espero ansioso por lo que vaya a suceder y sé que no será nada bueno. Por lo visto no me equivocaba cuatro hombres más aparte del otro están delante de nosotros, cinco contra dos clara desventaja.

-Estamos listos- escupe Monique sorprendiéndome. Y dicho y hecho los cinco hombres corren hacia nosotros armados con una especie de cuchillos bastante largos y afilados. Uno de ellos está forcejeando con Monique que no deja de detener los golpes con el hierro, pero no puedo mirar más cuando uno de ellos arremete contra mí, haciendo que mi espalda choque contra el suelo, su cuerpo pesado está sobre el mío, me mira con asco mientras mantiene el cuchillo alzado, pero soy más rápido y pego la pistola en su pecho mientras descargo en el cuatro tiros haciendo que caiga tendido sobre mí. Me lo quitó de encima con facilidad y no dudo en aprovechar en coger el arma de este.

Monique está en el suelo tirada y el hierro que usaba para protegerse está demasiado lejos para que lo pueda coger, el hombre ríe mientras presiona el cuchillo contra su corazón y es ahí cuando algo dentro de mi hace que enloquezca sin tener piedad clavo hasta el fondo el cuchillo que llevo en mis manos y lo retiro con fuerza consiguiendo que caiga el cuerpo de este sin vida. Monique se levanta de un salto y se hace de nuevo con el hierro, y solo nos quedan tres. Sus ojos nos miran asustados no saben si acercarse o no, pero sé que pienso terminar con ellos. Monique y yo nos cronometramos y con rápidos movimientos acabamos con ellos.

-Ahora ayudar a los demás- anuncia Monique mientras limpia de su rostro las pequeñas manchas de sangre debido a las muertes que hemos ido provocando.

-Vamos- digo mientras la cojo de la mano y nos dirigimos ayudar a los demás.

ada e8-�e���

Lagunas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora