MONIQUE

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Dentro de dos días es el cumpleaños de Nicole y la verdad que nos lo estamos currando para que esta pueda disfrutar de su día.

Sophie y yo estamos preparando una tarta de tres chocolates con todo el cuidado del mundo.

-¿Y eso?- la voz de Nicole nos sobresalta.

-Nada...-arrastro las palabras.

-No quiero tarta, ni fiesta ni nada- su voz suena neutra, pero hay dolor en ella.

-Por fa...- le suplica Sophie haciendo morritos. Ella niega con la cabeza y entonces me uno yo a los morritos.

-¿Qué pasa?- pregunta Justin mientras aguanta la risa al vernos hacer morritos.

-Nicole no quiere fiesta- digo disgustada.

-Como que no, fiesta a tope- dice sonriente mientras la carga al brazo y rueda haciéndola gritar.

-Tarta, dulces, más dulce, - la mira mientras la deja sobre el suelo y coge sus mejillas entre sus manos – sangre- dice divertido mientras le enseña los colmillos.

-Já, eso a tú novia- se niega rotundamente mientras se cruza de brazos.

-Puag- suelta Sophie.

-mmmm sangre- gruño mientras me acerco al cuello de Justin y lo muerdo con suavidad consiguiendo un gruñido de su parte.

-Ejem- Nicole parece irritada, pero está monísima así.

-¿Vamos Justin?- le ofrezco la mano y sin esperárselo dos veces la une con la mía y nos ponemos rumbo a nuestra habitación.

Justin anda con cuidado a través del pasillo puesto que me lleva en brazos, mi espalda está apoyada sobre la fría pared y la verdad es que no me importa solo quiero en estos momentos sus besos y caricias.

Noto como enrolla su brazo alrededor de mi cintura mientras busca algo que no encuentra ¿qué buscara?

-¿Justin que buscas?- pregunto en una risita mientras muerdo sus labios carnosos.

-La manivela de la puerta- explica contra mis labios -Eureka – grita feliz mientras posa un beso en mis labios y sigue dando pasos conmigo al brazo.

De repente noto el suave colchón bajo de mí y su cuerpo esta sobre el mío, nuestras bocas aún no han dejado de tocarse, es más cada vez se buscan con más ferocidad. Sus manos se atreven a explorar con cierto miedo cada centímetro de mi piel, cada rincón de mi cuerpo consiguiendo calentar cada sitio por el que sus manos han pasado.

Mi camiseta aterriza mientras Justin me besa con ternura el cuello, no puedo detenerme este chico me tienta demasiado y que se lance de esa manera provoca que todo mi cuerpo este a mil por hora. Ahora soy yo la que juguetea con el borde su camiseta y se la voy subiendo poco a poco mientras lamo con suavidad la curva de su cuello, este me devuelve un gruñido indicándome que le gusta lo que le hago. Y seguidamente su camiseta aterriza en el suelo.

Giro sentándome encima de su cintura y sonrió al ver que le está gustando esto, no cabe detallar porque. Dejo un pequeño rastro de besos desde sus cálidos labios pasando por su barbilla y así hasta llegar a sus costillas que suben y bajan con la respiración entrecortada a causa de lo que estamos haciendo.

Ahora sus manos se adentran a llegar un poco más lejos y las coloca en mi cintura donde con dedos temblorosos desabrocha el botón de mi pantalón y lo baja con cuidado mientras yo le ayudo para que pueda quitármelo con mayor facilidad. Creo que vamos en un desempate claro, sonrío encima de sus labios mientras le acaricio el pecho con mis manos hasta llegar a la cintura de su pantalón, a las caricias le sigue un rastro de besos que terminan en su cintura y que no detengo hasta haber conseguido sacarle sus pantalones que se interponían entre medio de nosotros. Fijo mi mirada en su bóxer que acaba delatándolo aún más y tengo claro que quiero esto tanto como él pero necesito escucharlo de su boca.

-¿Quieres esto Justin?- pregunto cerca de su oreja con voz entrecortada a causa del momento. Él simplemente asiente mientras se muerde el labio para intentar ocultar un gemido. Acaricio todo su torso hasta llegar a su cintura y muy poco a poco le bajo la única prenda que le quedaba en el cuerpo.

-Ahora yo- ruge mientras se sienta quedando yo aún sobre él mientras empieza a depositar un cálido rastro de besos en mi hombro al mismo tiempo que baja el tirante de mi sujetador y repite la acción con el otro. Su cálida boca ahora está sobre los pechos que me sobresalen y son sus manos temblorosas las que terminan desabrochándome por completo el sujetador y dejándome expuesta ante él. Su boca ahora se dirige a mis pechos los cual besa con amor y dulzura, simplemente me limito apegar su cuerpo contra mi hasta estar tan pegados que seamos uno, mis manos en su cabeza acarician su suave pelo y presionan su rostro contra mis pechos. Noto un beso un tanto diferente a los que me estaba dando y es cuando caigo que está empezando a usar su lengua.

-Justin- muerdo mi labio mientras gimo y tiro de su pelo haciendo que eche su cabeza atrás.

Sus manos viajan ahora a mi cintura y con sus manos a un paso realmente lento y doloroso de soportar me deja completamente desnuda ante él. Escondo mi rostro en la curva de su cuello y dejo que sus manos viajen a través de mi espalda. Me encantan sus manos acariciando mi espalda mientras juega con los mechones de pelo que me caen sobre esta.

Una mano en mi espalda acompañada del movimiento de su cuerpo me posicionan debajo de él y por instinto enrollo mis piernas alrededor de su cintura.

-¿Estás segura?- me pregunta pegando su frente a la mía.

-Sí-afirmo mientras acuno su rostro y deposito un beso en sus labios -¿Y tú?- pregunto mientras acaricio su mandíbula.

-También- afirma sonriente.

Un pequeño paquetito plateado. Y ya somos simplemente nosotros dos haciendo el amor, puedo estudiar su cara puesto que por el pequeño hueco de las cortinas entra un fino hilo de luz, el cual agradezco porque admiro las vistas que me proporcionan. Se hunde por completo dentro de mí y ahora son nuestros movimientos acompasados que comienzan siendo delicados, suaves y tiernos los que provocan que arañe su espalda con mis uñas. Mi voz junto a la de él susurrando esa palabra tan importante que para mí es como la melodía necesaria de una pareja es la que provoca que tire de su pelo con fiereza y al parecer le gusta.

-Te quiero- gimo contra sus labios carnosos entreabiertos.

-Te quiero- responde sonriente mientras nos quedamos sumergidos un poco más en nuestro mundo.


Lagunas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora