NICOLE

6 0 0
                                    

Hoy ha sido un día realmente extraño para ser mi cumpleaños, empecé no queriendo celebrar nada y acabe convencida de hacerlo, luego llego Bryon el cual me dejo en shock por ese motivo me desmaye. Tanto tiempo llorando por él y lo veo delante de mi hablándome y todo, asique podéis comprender porque me he desmayado.

Lo siguiente ha sido la gran pelea que han tenido los chicos, han quedado los tres bastante magullados, pero gracias a Dios ha quedado en eso. Y luego le ha seguido la charla que hemos tenido todos donde por fin se ha podido demostrar que era él realmente.

Ahora ya estamos cada uno en nuestras habitaciones y yo estoy sola en la mía con Bryon después de tanto tiempo... No sé porque, pero le tengo mucha vergüenza en estos momentos. Salgo un momento al baño a ponerme el pijama. Una vez puesto veo que es demasiado corto...los pantalones me llegan por debajo de las nalgas y la camiseta por encima del ombligo. Respiro unas veces antes de entrar de nuevo en la habitación y encontrarme a Bryon apoyado contra el respaldo de la cama mientras observa la habitación. Pero su mirada se detiene en mí cuando me ve entrar y eso me pone bastante nerviosa. Mantengo su mirada y la dejo fija en sus heridas y creo que es por eso por lo que logro mantenérsela más de 20 segundos.

-Bueno...- empiezo hablar mientras me dirijo a la cómoda quedando de espaldas a él -creo que voy a curarte esos rasguños-le anuncio mientras me pongo de puntillas para poder conseguir alcanzar el agua oxigenada y el algodón. Debo estirarme demasiado para mi gusto puesto que la estantería queda demasiado alta para mí. Cuando me doy la vuelta tengo su mirada clavada en la mía y observo como muerde su labio.

Me acerco hasta la cama y me siento con cuidado mientras que Bryon estudia cada uno de los movimientos que hago, debato entre sentarme a su lado o en su cintura para poder curarlo.

-Ven aquí anda- golpea suave sus muslos indicando que me siente y eso hago.

-Voy a curarte- digo de nuevo ¿Por qué me repito tanto? Quizá porque estoy muy nerviosa. Él sonríe mientras asiente con la cabeza y eso es lo que hago cojo un pequeño trozo de algodón antes de mojarlo con agua oxigenada y lo presiono suave contra su ceja derecha.

-Auu- se queja haciéndome sonreír ya que parece un niño pequeño.

-Quejica- digo sonriente mientras ahora presiono el algodón sobre su pómulo.

-¿Tú sabes cómo duele?- dice arqueando su ceja derecha.

-No, pero veo que la ceja la mueves demasiado bien para dolerte ¿no?- hablo cerca de su boca. Estamos tan cerca que solo quedaría dar el paso en el que uno uniera los labios con los del otro. Muevo mis labios contra él, pero termino besando su ceja y luego su pómulo.

-Mmm-susurra.

-¿Sí?- pregunto confusa, quiero saber que quiere decir con es mmm.

-Nada boba, que me han gustado tus dos besos a mis zonas heridas- sonríe travieso – ahora solo queda una- señala su labio donde tiene un pequeño corte.

-De acuerdo- sonrío mientras acerco mis labios contra los suyos y cuando estoy a punto de besarlos presiono el algodón contra ellos.

-¡Joder como duele!-grita sorprendido lo que provoca que estalle en una carcajada.

-Ah y encima te ríes eh- alza sus cejas divertido mientras quita de mi mano la botella de agua oxigenada y la ceja sobre la mesita y seguidamente me quita el algodón- Mi venganza será terrible- anuncia intentando fingir una risa malévola. Me muevo intentando quitarme de encima de él, pero es más rápido y me agarra de las muñecas y rueda sobre mi quedando encima y es cuando empieza hacerme cosquillas. Me rio tan a gusto, como hacía tiempo que no lo hacía, no puedo apenas respirar de la risa que tengo, pero el sigue con su venganza que siendo sincera me gusta.

Lagunas en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora