Lagunas en la oscuridad

MONIQUE

Llevamos horas metidos dentro de este coche, el mismo que nos ha sacado de nuestro mayor tormento y de las paredes que tanto odiamos por un momento. El ambiente no es el que esperaba... todos están en silencio y es comprensible a pesar de todo sigue faltando uno que formaba parte de nosotros.... Bryon. No entiendo que es lo que le ha sucedido, porque ha cambiado de repente ¿acaso fingía ser la persona que demostraba? Lo dudo se le veía tan natural, tan único... y ahora todo esto que ha pasado lo está sufriendo en gran parte Nicole...

Estudio a los componentes del coche con detenimiento, y ninguno parece haber cambiado la acción que estaba realizando. McConaguey sigue conduciendo con la mirada fija en la carretera, lógico ¿no?, a su lado Justin juguetea con el arma entre sus manos, y la verdad que lo odio, no me gustan las armas y además esté podría hacerse daño y entonces yo mataría a Mc por haber sugerido el tema de las armas.

A mi lado se encuentra Sophie que está dormida desde hace un rato, suerte la de ella, mientras que a mi otro lado Nicole aún no ha quitado la vista de la carretera y ha permanecido callada durante todo el trayecto que llevamos.

-Nicole- la llamo. Quiero ver como se encuentra, quiero que sepa que me tiene aquí para lo que sea, debe entender que ese dolor con el tiempo se ira, pero cuesta un poco. Tarda unos momentos en girar su rostro hacia mí y me rompe el alma verla así, tan destrozada tanto por dentro como por fuera -¿Estás bien?- me limito a preguntar, no dice nada simplemente asiente con la cabeza antes de volver su vista a la ventanilla del coche. Y ahí sé que no quiere hablar del tema por el momento.

Tras casi unas horas más de camino McConaguey decide adentrarse por un tipo de bosque, o es lo que parece ser a simple vista.

-Hora de descansar- anuncia mientras baja del coche de un salto y se dirige hacia la oscuridad del bosque con el arma en mano.

Mi mirada se posa ahora en mi chico que sigue abducido por el arma que lleva en sus manos, al parecer el juguetito le causa respeto.

-¡Justin-la voz de Mc lo sobresalta haciendo que se ponga recto en el asiento.

-¿Si?- pregunta rascando su nuca.

-¿Piensas bajar o qué? hora de montar guardia- anuncia este sin más.

-Oh vamos en serio- sopla dejándose caer sobre su asiento derrotado, al parecer tenía en mente echarse unos sueños, muerdo mi labio para contener mi risa, pero fracaso. Su rostro se gira en busca del mío y lo estudia con las cejas alzadas mostrando cierto enfado.

-¿De qué te ríes?- pregunta señalándome.

-De ti, al parecer hay cambio de planes- río. Me mira con la mirada perpleja mientras parpadea un par de veces antes de hablar.

-Idiota- masculla antes de sentarse mirando al frente de nuevo. ¿Me acaba de insultar? Pero este de que va, inflo mis mofletes para no soltarle cuatro cosas bien dichas, cuando impacto mi puño en su brazo.

-Auch!- se queja sujetándose el brazo mientras se gira hacia mi -¿pero a ti que te pasa?- pregunta frunciendo el ceño.

Me cruzo de brazos, a la otra vuelves, idiota...

-No me insultes- suelto sonriente -Porque sabes que sales perdiendo- le saco la lengua en señal de burla y ahí es cuando mi chico recupera su sonrisa de siempre. Su cuerpo está intentado llegar hasta mí y yo ayudo moviéndome hacia delante, hacía tiempo que no estaba tan cerca de él, sus labios están a centímetros de los míos.

-Justin vamos- el grito del estúpido de Mc acaba de romper el momento.

-Joder- se queja este mientras baja del coche dando un portazo -¡Ya voy!- grita y de fondo solo se escucha la estúpida risa de Mc que pronto contagia a Justin.

Fijo mi mirada en esos dos y la verdad es que están como una regadera, pero adoro que en estos momentos suelten alguna que otras risas, debemos seguir adelante no podemos seguir aferrados al internado y todo lo que vivimos o conocimos allí, debemos hacer vida nueva.

Un golpe en la ventanilla de Sophie me sobresalta, pero al ver que es el estúpido de mi novio, ruedo los ojos mientras bajo está.

-Oye idiota- dice sonriente. Intento parecer enfadada, pero por su mirada sé que no lo estoy consiguiendo. -Acércate- me pide. No me lo pienso dos veces y acerco mi cuerpo a la ventanilla con cuidado de no despertar a Sophie.

-¿Si?- pregunto incrédula. Y sin previo aviso me deja un beso en los labios, uno de esos que te hacen que te olvides de todo y solo puedas pensar en el momento de ahora y en nosotros.

-Voy a trabajar- dice con su respiración entrecortada mientras separa sus labios de mí y se dirige acompañar a McConaguey hacer guardia durante la noche.

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