Después de haber acabado la segunda ronda del torneo decido relajarme con mis amigos y mi chica, estoy bastante agotado, pero aun así saco fuerzas para celebrar con ellos que me he clasificado junto con Justin para la ronda final.
Después de que Nicole me haya hecho prometer unas siete veces que si corro algún peligro abandonaré el torneo, me siento un tanto angustiado por la presión de querer ganar sin resultar herido porque no quiero que mi chica se sienta triste y preocupada, pero al mismo tiempo tampoco quiero defraudar a mi instituto. Pero tengo más que claro a quién prefiero...
Todos se han ido y ni siquiera lo he notado, solo quedamos Nicole y yo, se me pasan por la cabeza miles de cosas que quiero hacer con ella, pero las descarto y las encierro en lo más profundo de mis pensamientos.
-¿Nos vamos?- su voz dulce me saca de mis ideas traviesas que amenazan con seguir presentes.
-Claro...-le regalo un beso en la mejilla.
-¿Dónde?
-No sé, has sido tú la que ha dicho que nos vayamos-sonrío.
-A tu habitación-propone mientras me anuda bien la corbata. Vuelven aparecer esos pensamientos traviesos donde mi boca recorre más allá de sus labios y de su cuello.
-¿Qué piensas?-sonríe mientras juega con mi pelo.
-Nada olvídalo
Nicole alza una ceja en señal de que no me cree lo que provoca que me ría de su expresión. Va acercándose poco a poco hacia mí, sus labios están ronzando los míos, juraría que va a besarme...
-Mentiroso...-me susurra en la boca.
Me gusta que haga eso, tenerla cerca de mí hace que me sienta yo mismo.
Su mano unida a la mía empieza a guiarme hacia algún lugar que yo sé cuál es, mi habitación... me conozco a la perfección estos pasillos, sé a dónde va cada uno, cuáles son las zonas más secretas de este instituto y por supuesto sé dónde están los pasillos ocultos que dan con el exterior. Mucha gente me llamaría idiota por saber de la existencia de esos pasillos ocultos y no aprovechar y huir, pero pienso en Nicole y en el peligro que podríamos correr y decido ante todo estar a salvo con ella.
Hace una semana, una noche lluviosa que no podía dormir me levanté de la cama para poder relajarme viendo como el agua golpeaba mi ventana, es algo que desde pequeño me relaja. Desde mi habitación se ve un enorme jardín vallado al cuál no se puede acceder, algo que me resulto un tanto extraño. Mientras el agua seguía cayendo y los truenos retumbaban por mi habitación, escuché un ruido desconocido que provenía de fuera de mi habitación.
Decidí salir a investigar, iba buscando el origen del ruido, caminaba entre pasillos y pasillos todos ellos oscuros, siniestros y fríos como ellos solos. Después de un rato largo de búsqueda me topé con una gran puerta de madera vieja, se notaba dañada por los años y algo desgastada lo que me dio a entender que se había usado mucho, intenté abrirla, pero no pude, pero mi curiosidad era muy grande, asique hice toda la fuerza que pude y la puerta se abrió chirriando. Una hilera de escalones me daba paso para bajar a alguna parte desconocida para mí.
Una vez bajo había más pasillos, eso parecía un laberinto, los pasillos eran más estrechos y oscuros, llenos de cuadros de gente antigua, y solamente estaban alumbrados por unas antorchas, eso me daba a entender que alguien visitaba el lugar con frecuencia, porque de no ser así y este pasillo llevara tiempo sin ser abierto la llama del fuego se habría consumido dejándolo totalmente a oscuras.
Cogí una de las antorchas para poder ver por dónde iba y de paso darle alguna que otra ojeada a los cuadros.
En las paredes de color amarillo apagado como diría Nicole vi que había un rastro de sangre, pero para la desilusión de mi curiosidad era seca y ya tendría unos años, asique decidí no darle demasiada importancia y seguí con mi camino.
Después de andar una hora por lo menos vi una especie de sombra en la lejanía, era pequeña, parecía una chica de unos 17 años, el corazón casi se me sale del pecho, asique hice lo primero que me vino a la cabeza... Apliqué el dicho "patas para que os quiero" y eso hice, salí corriendo. Pasaba los pasillos y todos me parecían iguales, me giré un par de veces y no tuve la suerte de que lo hubiera perdido, seguía ahí detrás de mí.
Reconocí las dichosas escaleras y subí más deprisa de cómo las había bajado, y al llegar arriba cerré la puerta más rápido aun de lo que había subido la escalera... que tonto... los fantasmas atraviesan paredes y puertas...
-Hemos llegado-oigo al fondo de mis pensamientos.
-¿Eh?
-Que hemos llegado a tu habitación-repite.
-Ah... si... ya...
-¿Estás bien? Me tienes que contar lo que pasa por esa cabecita- sus caricias en mi rostro me relajan, retiro lo dicho aparte de la lluvia las caricias de Nicole son de las cosas que más me relajan.
-¿Podemos dormir juntos?- propongo.
-Está claro sino para que he venido-sonríe- Pero eso no te libra de que me cuentes que te pasa- golpea con un dedo mi sien.
Empiezo a desvestirme y Nicole se sonroja y se cubre los ojos, me dirijo al armario para ponerme un pantalón y cuando me giro, para mi sorpresa Nicole está en ropa interior. Me quedo en shock mientras no puedo quitarle la mirada de encima.
-¿Me dejas una camiseta?-pregunta en tono inocente.
No dudo en pasarle una, que ella misma se pone de manera inmediata.
Añoro las vistas que tenía antes, me dirijo a ella para darle un beso en la mejilla y acariciársela antes de llevarla a la cama conmigo.
-Buenas noches- dice entre besos y rápidamente se gira de espaldas a mí. Me sorprende lo que acaba de hacer ¿Y ya está? Y no sé porque rompo a reír.
Escucho su risa contra la almohada, y sin que se lo espere la cojo en brazos y la dejo sobre mi pecho. Ahora su risa golpea mi pecho y no puede haber mejor sensación que esta.
E
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Lagunas en la oscuridad
Mystery / ThrillerCinco adolescentes unidos por extrañas circunstancias. Una unión capaz de enfrentar a estos adolescentes contra todos los problemas. ¿Serán capaces de enfrentarse al mayor de sus problemas? El Newehood. Sera fácil entrar pero.... ¿les será fácil sa...