Treinta y tres

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Desperté con David haciéndome cosquillas, y poco después me alertó de que Dani no había vuelto aún. Me até el pelo en una coleta y me dirigí al baño, como si fuera mi casa. Me miré en el espejo y me di cuenta de que empezaba a notar se. Seguidamente me lavé la cara y la seque. Volví a la habitación de David y recogí mis pertenencias. Fui a casa sin cambiarme.

Llamé a la puerta y salió Carlos semi desnudo al instante. «¿Hoy tocaban cambios de casa y no me avisaron, pensé divertida. Pasé y me dirigí a mi habitación a dejar mis cosas, ya que aun llevaba la camiseta de David.

Me duché, y luego me vestí con un vestido casual granate de manga larga, y unas manoletinas negras. Pensé en devolverle la camiseta a David, y cuando salí por la puerta de casa vi a Dani. Me sonrió. Me paré en seco delante de él.

- ¿Otra vez viendo el fútbol o follando te a otra? - Se quedó blanco.

Yo pasé olímpicamente de su careto, y toqué dos veces en la puerta. Segundos después salió David, con su sonrisa blanca y su pelo despeinado. Dani pasó mirando de reojo, y yo con una sonrisa le tendí la camiseta. Acercó su boca a mi oído y con su sonrisa y masculló unas palabras.

- Puedes quedarte la, no importa. Pero quiero repetir lo que hicimos en granada a cambio.

Me sonroje y sonreí bobamente. Pero no acepté. Se la devolví inmediatamente. Yo solo quería que Dani me quisiera tal y como quería a Cristina. Regresé a casa y como siempre hacía para despejarme de mis problemas, empecé a dibujar, pero no lograba concentrarme. Cogí el libro e intenté leer. Pero nada podía distraer me. Así que me volví a cambiar, me puse los auriculares y salí a correr.

Mientras corría iba recordando lo que había sucedido el día anterior. Sus labios juntos, sus caderas. Los brazos de ella rodeándole el cuello, y él cogiéndole la cintura con las manos. Esa imagen no se dejaba de repetir, e inconscientemente empecé a llorar. Hasta que al volver, ya andando, choqué con el moreno de blanca sonrisa. Le sonreí, pero seguí a mi paso hasta a llegar a casa, comí y me volví a duchar. Había corrido 2 horas y había sudado bastante. Seguidamente me tumbe en mi cama y cerré los ojos.

Me desperté horas más tarde, con una mano en mi cintura. Me tapé por acto reflejo y quité su mano de encima mío. Cogí ropa interior, una camiseta larga y me fui a cambiar al baño. Cuándo salí me esperaba delante de la puerta y sin pensárselo me besó. Le aparté de una vez.

- ¡Vete! - Le grité, con mi vista nublado se de nuevo. - ¡Deja me tranquila!

My Electric Angel [Dani Fernández]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora