Capítulo 2

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Aquel mes llovió muchísimo. Era de noche y yo me sentía muy cansada después de haber tenido un agotador día de entrenamiento de esgrima, modales, idiomas y equitación.

Me fui a la cama. Tuve unas extrañas y molestas pesadillas sobre hechizos, maniquíes y magia negra, lo cual aquí está prohibido.    

Lo siguiente que recuerdo fue que estaba en la habitación de mis padres con mi espada manchada de sangre.

Me  acerqué a la cama de mis padres: tenían una fea herida en el pecho y los pijamas bañados de sangre.

Sacami, la costurera entró en la habitación, y al ver aquella escena, gritó a pleno pulmón.

Entonces supe lo que supuestamente había hecho, había matado a mis padres. Pero, ¿cómo? ¿por qué?

Lo demás fue demasiado rápido: los guardias  entraron en la estancia y me quitaron la espada. Otras tantas personas me agarraron y me metieron en el calabozo.

Por el castillo se oían llantos por la muerte de mis padres, la cual yo supuestamente culpable.

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