Capitulo 16

133 4 0
                                    

Segunda parte  

Necesitó hacer algo rápido.

-Kerstin, llama a la ambulancia por favor. -dije en tono de súplica, pero apresar de mi todo mis ojos estaban llorosos, mi corazón estaba hecho trizas, no podía superar ver a Jeroen de esta forma.

-Claro. Pero no me parece buena idea. Sabes que van a hacer con él si lo encuentran, si lo ven en este estado?

-No , pero el necesita ayuda.

-Tengo una mejor idea -dijo Catalina- Mi mama es enfermera y puede ayudarnos, pero tengo que llamarla ahora.

Cati iba a hacer unas llamadas, pero en el momento exacto mi teléfono comenzó o sonar, como el lugar esta tan solo, obviamente las tres nos asustamos, el numero era desconocido, pero tenia algo particular, logro reconocerlo, aunque no recuerdo de dónde..

-¿Diga?-Hable un poco tensa.

-Danielle, no llamen a nadie, absolutamente nadie lo puede saber. – Dijo la voz proveniente del otro lado, mis latidos pararon de momento y puedo sentir la sangre arder, ¡Alguien nos esta observando!. Desesperadamente busco por todos lados hasta que encuentro en una de las paredes blancas una cámara.

-¿Quién eres y como sabes mi nombre?. –Interrogue. Kerstin y Catalina abrieron los ojos como platos al saber que alguien sabía que estábamos aquí.

-Por favor tranquilícense, no quiero hacerles daño, estoy para ayudar. Espera a que llegue, solo espera, pronto estaré ahí. -Fue lo último que dijo y colgó.

-¿Qué diablos fue eso?.-Dijo Kerstin.

-Observando bien el lugar,  aquí adentro todo es como el cuarto de un hospital, solo que aquí hay muchas maquinas y cables por todos lados, es algo grande, como puede lucir así y arriba ser un asco.

Me acerco a Jeroen quien esta tendido en la cama con un tubo en la boca y con algunos conductores en las muñecas. Solo con verlo se me encoje el corazón y me duele, tomo su mano entre las mías y me doy cuenta que están frías, y tiene arrugados los dedos de sus manos, tiene unas manos blancas y grandes. Me fijo en su cara que esta perfecta no hay ni una sola cicatriz y tiene el mismo lunar en la comisura de su ojo. Su cabello es inevitablemente de color gris, el parece una especie de ángel que solo descansa después de hacer un gran labor.

Escuchamos pasos que se acercan cada vez más, nosotras solo nos miramos entre si, nerviosas, saque el revolver lo oculte detrás de mi. Del lado contrario de donde entramos había otra puerta supongo yo un conducto que hace algún tiempo fue usado para otras cosas.

Algo que realmente no me esperaba era ver caras tan conocidas, demasiado conocidas. Pero que hacían ellos, dos hombres uno bien vestido de traje y corbata, el abogado de mis padres, y el otro es mi tío Carlos ¿Pero que hace el aquí?, acaso él sabe algo de Jeroen? . ¿Como es esto posible acabo de enterarme de cosas que han puesto mi mundo boca abajo, y ahora tengo mas peguntas que nose si alguien me las dará o si es que tendré que sacarlas de algunas bocas, esto cada ves es mas estresante y me hace enojar, ¿ahora que falta? Y como si mis pensamientos fueran leídos una voz bastante conocida y aterradora al mismo tiempo me hace quedarme petrificada.

-Pequeña se que tienes muchas dudas, pero las resolveremos juntos lo prometo. –Abriéndose paso detrás de tío Carlos y de el abogado un hombre un poco canoso y con lentes cuadrados me mira como si de verdad lamentara lo sucedido, al verlo frente ami aprieto la pistola como queriendo no creerme esto, queriendo tener mas respuestas, Papá...

Sin embargo dejo caer la pistola al suelo y sigo sin movimiento alguno, sigo queriendo saber que sucede, quiero abrazarlo y al mismo tiempo gritarle. No quiero que esto sea un sueño, no quiero estar sumiéndome en mi propia locura, quiero saber que esto es real. Así que para dejar de fantasear me froto los ojos cada vez con mas fuerza, vuelvo a mirar y el sigue ahí, y de nuevo me tallo los ojos fuertemente.

En donde ellos no estánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora