Hoy era un jueves de diciembre de esos fríos los cuales te dejan helada por un gran rato, un escalofrió recorre mi columna hasta llegar a la cabeza, cosa que detesto, pero ni modos tengo que levantarme de la cama, pues se me hace tarde para la escuela, ya estaba a punto de salir y liberarme de tanta escuela, aunque realmente no quiero ir, solo quiero quedarme a dormir en la cama y soñar cosas mejores de las que ocurrían en mi realidad.
Con los pies rígidos de tanto frió me levante de la cama, baje a la cocina y puse agua a calentar para tomar un poco de café, rebusque en mi bolsa de la escuela mi pequeño teléfono para ver la hora. Vaya no era mas tarde que de costumbre, eran 6:20 a.m., no es muy temprano pero hoy tuve pesadillas como siempre, casi todos los días tengo pesadillas y obviamente despierto asustada todo el tiempo, es atormentadora esta situación, a veces cierro los ojos e imagino un final diferente para cada pesadilla, esa es la única forma en que me enfrento a estas, tal vez soy algo cobarde pero es la mejor solución que tengo.
En lo que mi café hervía subí a mi cuarto y me puse el uniforme, lo bueno es que suelo bañarme por las noches así que por ahora no quiero baños y menos con este frió. Me pongo el uniforme rápidamente para no tener escalofríos, de paso me pongo una chamarra algo grande, pero con el frió que tengo el verme bien es lo que menos me importa.
Hago rápido mi café y me siento a tomarlo, lo acompaño con pan de nuez. Poco después busco mi bolsa y la jaloneo, tomo los patines salgo de casa lo más rápido que puedo, tengo que llegar lo más temprano a mi infernal escuela.
Al salir de casa puedo sentir el viento helado en la cara y hoy está nevando un poco, parece un día triste, aunque realmente no me sorprende, los días en Sohana suelen ser tristes y aburridos.
Llegando al salón de clase, y como siempre llego un poco tarde, todos giran las mirada hacia donde me encuentro; como odio que me vean así solo siento su estúpida lastima y eso es lo que menos quiero, hace unas semanas que me volví a incorporar a la escuela, ya no pensaba asistir pero después de todo me ha servido para distraerme.
El asunto esta así, hace unos mesestuvimos un accidente en la camioneta, un borracho se estrelló contra nosotros, para mi desgracias mis padres fallecieron, vi como ellos se me iban frente a mis ojos, sin en cambio yo iba en la parte de atrás me pegue muy fuerte en la cabeza y estuve en coma por tres semanas, al despertar me dijeron todo lo que paso y hasta el momento no me he atrevido a ir a verlos en el cementerio. Me siento con un gran dolor en mi pecho, y me siento tan sola; el dolor es insoportable y las pesadillas aparecen más seguido. Pero basta de tantas cosas tristes y aunque quisiera salir corriendo me siento en la primera butaca que mis ojos encuentran y me acoplo al lugar, saco una libreta y comienzo a disque poner atención en la clase, el silencio en el salón nos absorbe a todos mientas resolvemos los ejercicios de química.
Al terminar la clase nos dieron la información de que el siguiente profesor no llegaría y bueno al menos para mí eso es bueno, no tengo ganas de tomar clases, tomo mi bolsa y me dirijo a las bancas de atrás donde se encontraban mis almas gemelas, sí así es, mis mejores amigas, Kerstin y Catalina solo vengo a la escuela porque sé que las encontrare aquí y ellas siempre estarán para escucharme.
-Hola, buenos días ¿Qué hacen? -Les pregunte
-Hola, aquí tratando de terminar este mugroso ejercicio que no entendí. -dijo Kerstin.
-Quieres que te preste mi libreta. -Conteste en lo que comenzaba a sentarme.
-Sí, ya te estabas tardando.- me dijo con una sonrisa bien plantada en sus labios. Saque la libreta y se la di.
instintivamente los recuerdos aparecieron en mi cabeza; corre, corre mas fuerte me decía algo dentro de mi cabeza, ellos ya vienen. La brisa que caía por la cuidad, hace mas terrorífica la escena, y lo único que alumbraba era la enorme luna llena, algo me sigue y no se que es, voy corriendo por en medio de las calles, doblando esquinas a cada rato y sin saber a donde me dirijo, tropiezo con un enorme bache y caigo al suelo extendida, golpeándome primero las rodillas y después la cabeza, me levanto y miro un poco mis golpes, mi pantalón se ha rasgado y estoy sangrando, mi frente esta rapada y al igual hay gotas de sangre. Mi instinto de supervivencia es mas fuerte y me levanto de golpe, sigo mi camino hasta que llego al puente de Sohana que es el que atraviesa toda la ciudad, El agua debajo esta alborotada, se mueve de un lado a otro, se hacen olas gigantescas que caen encima de mi y estas al estar pesadas me arrastran con ellas, caigo al agua y todo es mas pesado el movimiento fuerte de las olas no me deja subir a la superficie, esto es cansado y comienzo a perder el aire, el agua toma un tono mas oscuro, y las sombras llegan por mi, ahí es donde...
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En donde ellos no están
FantastikLos sueños, el lado obscuro de la conciencia, esos seres en el abismo del alma, la más clara expresión de los miedo. Verraco Spin... En donde ellos no están, puede que te haga imaginar que se trata de algo mas de la vida cotidiana, pero en est...