Capitulo 4 "Él"

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  • Dedicado a Teresa La De Tenue Sonrisa
                                    

-Llego a casa muy cansada solo me cambio de ropa y me quedo muy dormida.

Como siempre tengo pesadillas, solo que para mi gran suerte no logro recordar  y eso es mejor porque así despierto de mejor ánimo, hago lo cotidiano, no hay muchas cosas interesantes de lunes a miércoles pero este jueves hay algo muy interesante que merece ser mencionado.

Jueves por la mañana desperté como todos los días algo asustada de mis pesadillas, aun así tenía que irme a la escuela. La mañana en la escuela fue muy aburrida, los mismos compañeros, las mismas materias, los mismos profesores. En la tarde fui a la cafetería me la pase trabajando con un buen ánimo y aunque fue un día agotador me gusta trabajar porque me ayuda a tener la mente distraída. En cuando se terminó el trabajo, catalina me invito a  su casa y no pude decirle que no así que en cuando llegamos hablamos de tantas cosas.

-Dime Danielle, que pasa contigo, porque a veces te alejas mucho de nosotras, sabes entre Kerstin y yo no es lo mismo sin ti, no sé si recuerdas pero a las dos nos caes muy bien y ella y yo nos empezamos a llevar por que tú estabas de por medio.

-¿Pero que acaso no se llevan bien? –Pregunte tratando de evadir sus palabras.

-Tú sabes que si nos llevamos bien, pero tú eres quien nos une, no podemos dejarte a un lado.

-Disculpa amiga, es solo que sigo dolida de lo que ha pasado en mi vida, sabes todos estos problemas no son como cualquiera, aunque yo no quiera me duele.

-Lo sé y te entiendo, pero nosotras solo queremos ayudarte, queremos estar cerca de ti para cuando necesites abrazos, sé que no te podemos devolver a tus padres, pero queremos estar ahí para que no sientas un vacío en el pecho.

-Cati, me siento sola, me siento triste, me duele, no tengo ganas de nada, pero hago lo que puedo.

-Amiga, recuerda que el dolor es pasajero, que si sigues con vida es porque eres demasiado fuerte, porque hay algo muy especial en ti.

-Eso espero, porque si no hubiera nada bueno, solo sería una pérdida de tiempo estar aquí, porque solo contamino como cualquier simple humano, porque le hago daño al planeta con solo respirar.

-Bueno, pero para no hacer daño con el dióxido de carbono plantaremos muchos árboles. Lo recuerdas eres amante de la naturaleza. –Cati Me dijo con una sonrisa muy tierna, que me hizo desvanecer mi capa de orgullo, y lazarme a sus brazos y llorar con todo lo que mi alma escondía.

-Te quiero Cati, y estoy en este mundo porque hay algo mejor que aguarda a ser descubierto. –Dije entre sollozos, y esperanzada a ella, porque en este momento ella era mí pilar que me ayudaría a que el dolor saliera de mí.

En cuando vi la hora eran las casi las ocho y la verdad tenía mucho sueño.

-Cati, Tengo que irme, lo siento.

-Cualquier cosa, sabes que puedes llamarme, por favor no lo olvides.-La Abrace fuerte y me despedí, ella me encamino a la puerta, y es así como me hundí en la oscuridad de la noche.

En cuando llegue a casa se veía sola y deshabitada, decidí por acostarme a dormir una niebla invadía mi mente y me sumergía en una sueño profundo que poco a poco empezaba a aparecer...

Poco a poco vi como la luz de un día cálido ya estaba sobre mí, aquí no hacia frió, es el mismo sueño en el que estuve las vez pasada solo que ahora es de día, logre reconocerlo por los hermosos árboles, me pregunto de quien será este sueño en la actualidad puedes entrar a cualquier sueño solo con encontrar las puertas que las mismas personas han construido en el abismo, pero parece que para mí desapareció esa opción, porque nunca veo las puertas de cada sueño en el cual pudiese entrar, está claro que muchas personas les gusta compartir sus sueños y deja entrar a otras personas a estos, pero muchas ponen seguros en sus sueños, no tengo idea de por qué nunca  he podido construir un sueño, Lo único malo es que las pesadillas siempre me atrapan.

En donde ellos no estánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora