- Así que... un festival de bienvenida, eh? - sonreí- vaya, eso sí que no me lo esperaba- enarque ambas cejas.
- Nadie se lo espera la primera vez- rio- por tradición, es algo que los de años mayores mantienen en secreto hasta que bueno, ocurre justamente lo que estás viendo hoy- señaló con la palma extendida, todos los alrededores.
- Entonces... guardan el secreto hasta que es momento de... de que no sea más secreto, no?Duh.
Malcom se detuvo y me miró.
Frunció el ceño, puso la mano bajo la barbilla y tras unos largos minutos de silencio, suspiro.
- Si lo dices de esa manera, suena algo ridículo, no lo crees?- sonrió entre resoplidos- lo sé, lo sé- abanico con su mano, al aire- es algo que no tiene mucho sentido, cierto? pero... así lo han hecho por años... y la verdad... la verdad es que nunca me lo había cuestionado, sabes? - volvió a reír.Inconscientemente, una leve sonrisa se encorvo sobre mi boca.
¿Por qué encontraba yo, a Malcom, tan sorprendentemente... relajante?No habían pasado ni tres días desde que lo había conocido y sin embargo no creía haber podido tener un mejor primer encuentro accidental en toda mi vida.
y no es que hubiera tenido muchos la verdad.
Sin embargo sentía que en él había algo que... parecía sueño, pero que simplemente era una sensación de tranquilidad...¿Será su el aroma de su colonia? o quizá... ¿su increíble y aterciopelada voz?
Ugh.
él definitivamente era un, Algo.-¡Malcom! - se escuchó a lo lejos.
Nos detuvimos y volvimos la mirada, casi simultáneamente, hacia donde se había escuchado el llamado.
y si, evidentemente, aunque a mí no me habían llamado, yo por alguna razón- quizá inercia- mire también.
Yo y mis malas costumbres.
Observe como una persona a lo lejos - más específicamente un chico- agitaba una rollo de cartulina de un lado para el otro y le hacía señas con la otra mano a Malcom de "¡Ven, demonios, que no tenemos tiempo!" diciendo algo que por alguna razón no entendía y que probablemente era algo similar a "Pedazo de Pendejo, ¿¡Acaso se te olvido que eras el encargado de llenar esta estúpida cartulina blanca!?"... o algo así.
Malcom se volvió enseguida, se rasco una ceja y volvió a suspirar - No pueden hacer nada por ellos mismos- dijo a casi una voz inaudible. - Lo siento Khanna, como ves, el deber llama- sonrió sarcásticamente señalando, sobre su hombro, al chico de la cartulina blanca que se había quedado observando en la misma dirección esperando a que probablemente Malcom se diera media vuelta y saliera corriendo hacia allá.
Aunque a los ojos de cualquiera- menos los de ese chico- era obvio que lo que menos quería Malcom era correr hacia allá.
-Ah por cierto- se detuvo- espero verte durante el festival, ¿no? estaré por el campo de flores, el que queda cerca al edificio 10- sonrió.- nos vemos allí- se despidió y dándome la espalda se dirigió hacia el chico que ya había comenzado a caminar hacia un par de minutos.
Yo por mi lado me quede allí de pie unos segundos, con la mano bajo la barbilla y una ceja enarcada.
-Edificio... ¿10? - repetí.
- hmmm...
Al escuchar el sonido total y completamente inesperado, me volví enseguida.
Vaya.
Por sorpresa - o no tanto- me encontré mirando a Howl, quien observaba el camino por donde se había ido Malcom segundos atrás.
Ugh.
Torcí la mirada e ignorándolo me dedique a caminar en dirección a cualquier-otro-lado-menos-ahí. Sin embargo era imposible no notar que por cada paso que yo daba, alguien- por no decir Demian- lo repetía.
Caminamos de la misma manera por unos minutos hasta que la tensión o lo que sea que fuera ese sentimiento de incomodidad, me agotó.
- ¿Se te ofrece algo? - me detuve en seco y volví a mirarlo, no obstante fue al instante de encontrarme con su mirada que un escalofrío involuntario recorrió todo mi cuerpo.
Trague saliva.
Al darme la vuelta, me había encontrado con un Demian algo diferente. Era el mismo, al menos su él físico lo era, digo pues, lo primero que note al mirarlo a los ojos era que su Aura, esta vez, parecía un tanto intimidadora.
¿Qué ocurre con él?
Estaba allí de pie, con ambas manos en los bolsillos, mirándome fijamente, completamente serio y quizá algo desafiante.
Rodee con la mirada a Demian y fruncí el ceño.
Aclare la garganta- procurando calmar un poco los nervios que inevitablemente ya me habían atacado - y suspiré-Tienes una fastidiosa forma de nunca responder a mis preguntas, ¿lo sabes?- acomode mi morral- Geez~ no tengo tiempo ni ganas para jugar hoy contigo- añadí con la intención de seguir caminando, no obstante antes de yo darme cuenta, él ya estaba enfrente mío del lado contrario.
Demian dio un paso al que yo instintivamente retrocedí.
¿Uh?
¿Por qué?Mire extrañada mis pies que se habían movido en contra de mi voluntad traicionándome y enseguida analice los alrededores.
Me había detenido en una parte parcialmente tranquila de la Universidad.
No habíamos caminado mucho desde el lugar en el que me había despedido de Malcom y sin embargo, el alboroto y las preparaciones del festival parecían estar tan alejadas.
Nadie parecía reparar ni en Demian, ni en mí.
Respire hondo y observe como Demian se acercaba a mi lentamente...
Finalmente se detuvo a pocos centímetros míos. Lo mire y por más rápido que mi circulación estaba recorriendo mis venas en ese momento, mantuve la calma... y me dedique a devolverle una sonrisa desafiante.
Demian cerro los ojos, sonrió gracioso y se acercó a mi oreja.
-Boo- susurró.
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¿Han oido hablar de un chico llamado Howl?
Teen Fiction¿Alguna vez han pensado en la posibilidad de encontrarse con alguien a quien podrían comparar fácilmente con un personaje ficticio? Bueno... pues yo sí, de hecho, hace un tiempo lo conocí. Su nombre es Demian Carter, un chico misterioso al que todo...