13. ¿Avanzando?

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***
Los árboles en verano eran casi tan frondosos como a finales de la primavera. -Siempre lo había pensado así -Tan verdes, maduros y gruesos, siempre bailando al son del viento.

El aire fresco y el cielo completamente despejado acariciaban mi rostro. Por alguna razón todo me parecía tan normal, el clima, la brisa... el paisaje.

-¡Khanna!- Me volví enseguida.
Era Kyle, quien volvía junto con su balón bajo el brazo izquierdo.

Parecía haber estado corriendo, tenía unas pequeñas gotas de sudor que caían libremente por el costado derecho de su cara.

¿Qué edad tenía Kyle para ese entonces?
quizá Once.

-Ya te lo había dicho, ¿no?- Sonreía tan ampliamente como siempre- Cuando lances el balón, no lo patees tan fuerte. De lo contrario me va a tocar ir a mi siempre por él, ¿bueno?- despeluco mi cabello, como solía hacer y puso el balón en mis manos. -¡Vamos! aún tenemos tiempo antes de que la comida esté lista, aun tienes que practicar tus lanzamientos- agrego al salir corriendo y ubicarse a unos metros lejos de mí.

Me quedé observando desde lejos con el balón en mis manos, como era que Kyle sonreía y me hacia señas para que lanzara la pelota en su dirección...

Mire hacia mis espaldas.

Mis padres estaban a una distancia apropiada de nosotros, preparando un asado junto a Marcus, el amigo del trabajo de papá, su esposa y sus dos hijos, además de La tía Mandy, su esposo George y la pequeña Kim, hijastra de George.

Repare en uno de los hijos de Marcus, un callado niño que se sentaba en una de las sillas de plástico justo al lado de la carpa, allá donde mis padres estaban. Tenía cabello negro, un perfil muy fino, casi como el de un muñeco y un libro en su regazo.

Él observaba despreocupadamente hacia los árboles al final de la pequeña pradera donde nos encontrábamos.

¿Dónde lo había visto antes?

Su madre se acercó a él, le acarició el cabello, le dijo algo que a esa distancia yo no podía distinguir y volvió a ayudarle a mi madre a voltear la carne en el asador, mientras papá y Marcus reían a carcajadas con una cerveza en la mano.

Recordé haber estado jugando con Kyle asi que volví la mirada hacia donde lo había visto llegar unos minutos antes, sin embargo, él ya no estaba allí.
Lo busque con la mirada y lo encontré finalmente junto al resto de la familia allá en el pequeño "campamento", donde justo como mi padre, se reía ahora junto al otro hijo de Marcus, aquel que no estaba sentado en la silla observando.

¿Como llego allí tan rápido?

Rote completamente el cuerpo y apoyándome sobre el gigante árbol a mi lado, contemplé la escena.

Todos parecían tan felices.
Mamá se volteo y con una pequeña sonrisa resplandeciente me hizo entender que sabia que yo estaba allí observándolos. Pocos segundos después, papá levantó un tenedor junto con un pedazo de carne en señal de victoria. La comida estaba lista.

Kyle salió corriendo en dirección al asador y comenzó a embutirse un pedazo de pollo mientras que mamá lo regañaba y la esposa de Marcus le repartía los platos desechables a los otros.

Papá se volteo a mirarme y me hizo señas para que fuera hacia allá... había dicho algo pero por alguna razón no le había escuchado. Estaba completamente segura de que había sido algo así como ¨¡Khani ven a ver como preparó papá esta deliciosa carne!¨o algo así.

Quise avanzar pero pocos segundos después de que papá me había llamado, me encontré con la mirada de aquel misterioso niño sobre la silla. Me miraba atentamente, con sus ojos grises, completamente serios y profundos. Los podía ver tan claros como ninguna otra cosa en ese momento.

Retrocedí un paso y dirigí inmediatamente la mirada hacia mis padres... quienes me miraban junto a Kyle, estaban todos juntos... como en una foto familiar, solo mirándome, sonriéndome.

Mamá articulo un sonriente y nostálgico ¨Cuídate¨ con los labios, algo que entendí como si lo hubiera escuchado tan cerca a mi oído como fuera posible, Papá me sonreía ampliamente como siempre lo hacía y Kyle... él... él sonreía tristemente y se despedía.

No, esperen.
¿A dónde van?
¿Por qué no puedo ir con ustedes?

Se dieron la vuelta y comenzaron a caminar hacia el lado opuesto a mi.

No... esperen... Por favor.

comencé a caminar rápidamente en su dirección, pero cada vez se alejaban más y más, y por más rápido que comenzara a correr... no les alcanzaba.

-¿¡MAMÁ!?, ¿¡PAPÁ!?, ¿¡KYLE!?- miraba desesperadamente a todos lados, ya no los veía... ya no había nadie.

Solo quedaba yo.

-No... no se vayan...- caí sobre las rodillas- no... por favor.

Todo se había vuelto completamente negro, solo un fondo negro y yo.
No repare en el tiempo, cuanto había estado allí, no lo sabía. Sin embargo repentinamente sentí la necesidad de darme la vuelta ...y... lo vi allí...

El mismo niño de la silla estaba a unos metros allí de pie, observándome, justo como había estado mirando los árboles.

Sus ojos increíblemente grises me miraban directamente sin vacilar. Tenía una mirada demasiado intensa, ¿Qué edad tenía?.

- Eres el hijo de Marcus, ¿No es así?- añadí secándome las lágrimas.

El niño simplemente asintió, sin decir una sola palabra.
Metió las manos en los bolsillos de su saco, me miro una última vez y se dio media vuelta y comenzó a caminar

-Espera por favor- dije poniéndome de pie y siguiéndolo rápidamente- ¿A dónde vas?
Él parecía no haberme escuchado, por más que no hubiera ningún otro sonido o ser en ese vacío negro.

Corrí hacia él y le sostuve la chaqueta.
Él se volvió bruscamente hacia mí y me miró con sus grises ojos, como si le hubiera jalado la cola a un gato.


***

Abrí los ojos, parecía haberme quedado dormida.
observe atentamente el lugar en el que me encontraba, no recordaba haber llegado allí. Estaba en la pradera de la Universidad con mi pijama y mis zapatos... ¿Sin medias?

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

maldito frio.

Me senté y sostuve mi cabeza.
- Demonios- me rasque la nuca- ¿Qué hora será?- estire las mangas de mi chaqueta con la intención de cubrirme las manos.

- Así que... por fin despiertas...

Esa voz.

-¿¡Eh!?- Exclame, recogiendo las piernas instintivamente.
-¿Eres sonámbula o algo así?- mencionó Demian inclinando la cabeza levemente de medio lado... como un cachorro.
-No, pero... espera, ¿Qué demonios haces tú aquí?- agregué. 
-hmmm- Miro hacia el cielo y devolvió la mirada- Eso es lo que YO debería estar preguntándote a TI, este usualmente es MI sitio - señaló el suelo- pero hoy...estaba evidentemente ocupado.- encorvo la boca y apoyo barbilla sobre los nudillos de su mano izquierda.- Por cierto... ¿tuviste una pesadilla?- agregó cambiando el tono de su voz.

¿Una pesadilla?
Fruncí el ceño.

-Yo ahmm... no estoy muy segura.- me quede observando un punto fijo en el suelo y recordé inmediatamente los ojos color gris que había visto en mi sueño.

Levante la mirada lentamente y repare en los ojos de Demian.
-¿y? recordaste algo- me observo.

Eran los mismo ojos.

¿Han oido hablar de un chico llamado Howl?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora