Capítulo 15.

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15 de junio de 2015

3.05 a.m

Me es imposible conciliar el sueño. Tengo la cabeza revuelta, pienso en Riker y en Brad, en lo que a sentimientos se refiere. Parece que Riker tiene novia, una de las muchas razones por las cuales tengo que olvidarme de él. Pero, ¿cómo? No sé qué se supone que tengo que hacer, yo nunca he estado en esta posición. Siempre me he fijado en chicos, claro, pero ellos nunca han parecido interesarse en mí, por lo que ha sido relativamente fácil olvidarlos. Y ahora, aparece Riker Lynch...No creo que se interese en mí tampoco, pero el hecho de que me envíe mensajes quiere decir que almenos le caigo bien. Ahora mismo no siento que Riker sea un cantante famoso, siento que es un chico normal, a quien le encanta la música y disfruta con ella. Y eso me encanta. ¡Nunca me olvidaré de él! Esto es frustrante...

Por otra parte está Brad, es un buen chico, se preocupa por mí, pero es demasiado misterioso. Se comporta de una forma rara últimamente, y eso me despierta la curiosidad. Hay una parte de mí que dice que me aleje, pero la otra me dice que le descubra.

Un ruido me saca de mis pensamientos. Parece que viene de la calle. Miro el reloj del móvil antes de levantarme e ir hacia la ventana. Las 3.15 a.m.

Miro por la ventana buscando el origen del ruido. Parecía el de una moto. Después de unos segundos, veo algo. Una silueta que parece ser de un hombre se acerca a mi casa. El miedo me invade pero aún así permanezco en mi lugar para ver qué pasa. Intento fijarme más en el hombre y cuando está lo suficientemente cerca, puedo reconocerlo. Doy un salto de sorpresa y a pesar de que dudo un poco, me decido en abrir la ventana.

Ana: -(Irritada, susurrando para no despertar a nadie.) ¡¿Qué haces aquí?! ¡¿No sabes que hora es?! (No para de alborotarse el pelo por la desesperación. Mira la puerta de su habitación para confirmar que ni sus padres ni su hermano se han despertado. Al ver que él no contesta, le hace señales indicándole que suba. Él duda, estudia bien el recorrido, y finalmente trepa por la pared ayudándose del árbol más próximo. Al fin entra en la habitación y Ana cierra la ventana. Se sienta en la cama, con las manos sujetándose la cabeza. Lo mira de arriba a bajo. Él lleva unos jeans negros ajustados y una camiseta blanca también ajustada. Muy ajustada. Ana observa como sus músculos se marcan debajo de la camiseta. Cuando recupera la conciencia, habla.) Estás realmente bueno...(se percata de lo que ha dicho) Quiero decir, ¡que estás loco!

Brad: -(Extrañado por el comentario de Ana, sonríe por dentro. Se queda cerca de la ventana, dejando espacio entre los dos. No parece muy convencido de lo que acaba de hacer, pero aguanta la postura. En voz baja empieza a hablar.) Primero: lo sé, estoy...(duda) loco. (Ana quiere hablar pero Brad se lo impide.) Segundo: la razón por la que estoy aquí no la sé ni yo. Sólo estaba en mi cama y no podía sacarte de mi cabeza.

Ana: -(Ríe. Brad la mira extrañado.) ¿Sabes lo raro que suena eso no? (Él parece no entenderlo.) Ya sabes, tú en tu cama, pensando en mi...esas cosas...(Ríe más fuerte esta vez. Brad se sobresalta y elimina el espacio que los separa para taparle la boca, impidiendo así que haga ruido. Ana se aleja disimuladamente.) Lo siento, (aún riendo) es que tenía que decirlo.

Brad: -(La mira y sonríe) Eres tan inoportuna...(Los dos ríen.) Bueno, sigo si la señorita me deja. Tercero: por el camino he estado pensando, y quiero que vengas conmigo a un sitio.

Ana: -(Con un tono serio) Son las tres de la mañana, no puedo irme con un chico a estas horas. Lo siento... (baja la cabeza. Juega con sus dedos.)

Brad: -(Decepcionado) Um sí, había olvidado que eras tan correcta. Ana, la hija perfecta. (Sonríe forzadamente.) Y por favor, para ya de disculparte.

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