Respeto

107 10 4
                                    


El tendero les mostraba algunos artículos para la cocina, SaraFé los revisaba con cuidado. Harry empezó a tirar de su cabello.

-Eso no se hace, tengo mucho que enseñarte jovencito- el señor Callaway la observo cargando al bebé- toma esto- agarro un trocito de pan- ahora se lo pago.

-No te preocupes muchacha. Para este crío lo que sea- le dijo de repente en español, ella le miro contenta- habló castellano. Vive algunos años en España.

-Que bonita sorpresa!. Pero como decía mi abuelo, las cuentas claras y el chocolate espeso- Wodroow llevaba en la mano unas telas- que bonito color elegiste Wodroow!

-Me dijiste que las cortinas del cuarto de Harry son muy feas. Tu sabes coser no es así?- la mestiza puso al bebé en los brazos del ranger que lo cargo con cuidado- quedate quieto.- el niño se removía para empezar a llorar tirando sus bracitos a SaraFé.

-No mi vida, no llores.- el hombre se lo tuvo que regresar. La campanilla de la entrada sonó, para hacerlos voltear.

-Buen día señor Callaway- la rubia se acerco moviendóse con afectación. SaraFé le hacia mimos a Harry- cómo estas Wodroow?- sin mas le planto un beso en la mejilla para que el ranger retrocediera.- vamos querido, hasta hace un par de días no me evadías.

-De que demonios hablas? Rosalie respeta a mi esposa y a mi hijo.- SaraFé dio una risilla algo burlona.

-Cómo ves a las mujeres que tienen complejo de víboras mi niño?- las risas de algunas señoras que hacian sus compras se dejaron escuchar- mire señorita de quien no tengo idea que seas o hayas sido en la vida de mi marido. Así es mujercita, mi marido.- le recalco muy bien.

-Se caso contigo solo para tener quien le cuide a su hijo- destilo con todo el veneno posible, SaraFé le dejo un besito al niño. Esa mujer le causo un desprecio enorme, esbozo una sonrisa dulce para tomar la mano de Wodroow en donde dejo un delicado beso ante la cara azorada del ranger.

-Para cuidar de "nuestro" hijo porque así lo considero, y también para cuidarlo a él.- Una mujer algo mayor soltó una carcajada burlona para decir de pronto una gran verdad.

-Rosalie hasta cuando dejarás de buscar lo que no es para ti, si ni cuando la difunta Maggie vivía Wodroow te dio una mirada, ahora mucho menos que rehizo su vida con una hermosa mujer decente y aristocrata.- Call se rasco la cabeza bastante inquieto- soy la esposa del señor alcalde señora Call. Nosotras las damas de la sociedad de San Antonio le damos la bienvenida y le presentamos nuestro respeto.

-Muchas gracias señoras, mi nombre es SaraFé, SaraFé Call- Rosalie maldijo sonoramente, esa maldita mujer la había humillado en presencia de todas esas viejas brujas esposas de sus clientes.

-Esta me la pagas Wodroow, tu y esa maldita española!- salió furiosa. Casi se cae de no ser por aquel hombre de ojos claros- una disculpa señor..- este la reviso de arriba a abajo y de inmediato supo a que se dedicaba.

-Jerome, Jerome Dubois..- el acento extranjero le gusto- pasa algo malo, porqué esta llorando?- la rubia se echo a llorar de nuevo como si de veras sintiera aquella tristeza.

-Señor, aquí la gente se burla de uno, de las cosa que a veces hacemos por necesidad.- Jerome le tendió el brazo para marcharse mientras ella le contaba su aparente dolorosa vida.

-----------
Wodroow dejo las cosas que habían comprado en la mesa de su casa. SaraFé había charlado con esas señoras desplegando todo aquel encanto que poseía, sus buenas maneras, la educación que durante años recibió por parte de maestros e institutrices la hizo ganarse el respeto y la aparente amistad de todas esas mujeres encopetadas.

Ella...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora