Lluvia de corazonadas.

Pensamientos asesinos

Estoy atada a una silla de madera, mis manos sangran por esos moretones causados por la soga y el intento de deshacerme de ellas, mis nudillos sangran y la sangre en la pared delata el por qué.

En un cuarto oscuro se encuentra una gran pantalla, se distorsionan en ella muchas imágenes que cambian por segundo, pude notar que se divide en el número infinito de pensamientos que puedo tener en ese instante, te veo a ti y... Veo algo más, otro pensamiento que ocupa todo, un pensamiento que se abre paso en medio de todos y se roba la atención.

Pero, no logro ver que es se encuentra algo dañado.

Ese mismo daño causa daños al día a día, a mí día a día.

Un día dura una hora, una noche dura 23 horas, me alimento de insectos que debo matar antes de tratar de comerlos.

Quisiera saber cómo llegue aquí, acaso ¿esto es una pesadilla? Ni tan siquiera puedo sentir algún dolor al tener mis heridas abiertas, o al tratar de pellizcarme o golpearme.

Escucho pasos pero nadie se acerca.

Escucho voces pero nadie me habla.

Creo que podría llevar acá 1 semana, pero no tengo noción del tiempo.

Acá me encuentro en esta habitación tan llena de recuerdos.

Un cenicero repleto de cigarros, no puedo ver el humo pero puedo sentirlo, puedo olerlo.

¿Quién está fumando?

¿Estoy sola en este lugar?

¿Quién demonios habla?

¿Quién se acerca a mí?

¡Ayuda!

Que idiota, nadie me escuchara, como dice ese extraño cartel que parece estar escrito con sangre...

"Tus pensamientos nadie los puede escuchar, ellos te pueden matar"

Continúa pensando, y réstale días a tu vida.