•Nuestra taza de café•

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Olvidemos por un momento quienes somos, y a que vinimos.

Olvidemos por un momento absolutamente todo lo que nos rodea.

Y si te invito una taza de café, ¿aceptas?

Pasa adelante, mi casa es tu hogar. Con nuevas cosas, ocupando lugares y espacios distintos.

¿Con o sin azúcar?

¿Lo deseas con espuma o, para tu gusto mejor descafeinado?

¿Te apetece una galleta o estas bien así?

...

-Que hermoso está el clima, ¿no lo crees?

Pues sí, puede que esté un poco nublado y las nubes ya quieren romper a llover pero, su alegría aún se mantiene intacta como aquella fría mañana;

Para mis adentros me sentía exasperada, otro día más sin algo interesante que hacer para luego contar sin tener que detallar. Al poder abrir mis ojos y deleitarme con el hipnotizante olor a café recién retirado de la estufa, que se paseaba por mi habitación hasta mis fosas nasales; levante un poco la mirada para encontrarme con aquel brillante sol que como de costumbre se asoma por esa ventana con cortina vintage.

...

08:17

No entiendo que ocurre realmente pero, sé que este extraño sentimiento no se posaba en mí desde años pasados... Años en los que no tenía un "Porque" para enojarme, o estresarme; de tal modo que en mi mente se despertaban tantos recuerdos que podría convertirse en un total delito contar.

Solo me detuve a pensar...

Aquel viernes, donde pude observarte por última vez caminar hacia mí, con esa sonrisa tan cautivadora, y tus brazos abiertos esperando corresponder tu abrazo. Hacer un pequeño roce con nuestros suaves y resecos labios.

Aquel cierre de semana donde por última vez te sentí tan cerca de mí. Tu respiración agitada se consolaba junto a mi respiración calmada pero aligerada. Aquel viernes en que pude odiarte, más de lo que quise amarte estúpidamente.

Un vaivén de palabras, un crucigrama sin resolver.

Fuiste un reto que a medida iba alcanzando más se convertía en esa pieza restante, que solo estropeaba mi caminar.

-Nadie te apresura, el día está muy hermoso como para tomarnos, unos minutos duraderos, para detallarlo por horas pasajeras.

*tomaba pequeños sorbos de café, mis oídos escuchaban el crujido de la galleta al ser mordida *

...

Extrañamente sabíamos que ese día sería nuestra despedida. Sin haberlo dicho antes, sin haberlo pensado, lo sabíamos.

Mi respiración empezaba a agitarse mis manos sobre la mesa, creaban sonidos simultáneos que se convertían en gritos precisos y complejos, indicando que esa presencia que tanto deseaba sentir cerca, hoy es quien me tortura y hace daño.

Lluvia de corazonadas.Where stories live. Discover now