La mala de la historia

Capítulo Ocho

— ¿Te cuento un secreto? – por primera vez Lucas miró a los ojos a Micaela. – Creo que el destino quiso que llegará ese vídeo a mí. Me di cuenta que te extraño.

— ¿En serio? – le preguntó con lágrimas en los ojos a su ex. Él puso sus manos en las mejillas de la rubia y la acercó a él para besarla.

Estuvieron besándose un buen rato, cuando se separaron y recuperaron aire la rubia estaba sonriente, feliz, como hace tiempo no lo estaba.

— Sabía que ibas a volver a mí – murmuró ella.

— Mica... – la llamó Lucas – no puedo volver con vos. No puedo dejarla.

— ¿Me estas jodiendo? – gritó ya enojada Micaela. – Me estas boludeando a más no poder. ¿Qué te está pasando? No eras así – le recriminaba ella.

— Mica, no. No vas a entenderme. – dijo él.

— Explícate. – le exigió la rubia.

— Yo te amo, ¿okey? Pero estando juntos... me faltaba algo, no sé. Francheska me da lo que me falta. – Micaela no quiso seguir escuchándolo más y le dio un cachetazo.

— Te vas de mi casa ya – demandó ella. – Lo único que viniste hacer es confirmar que siguiera enamorada de vos, que no te traicionara, ¿verdad? Asegurarte que no me acosté con Matt. Ya sabes la verdad, ahora ándate y no vuelvas.

— Mica, mi amor, entendeme – intentó volver a hablar Lucas, pero ella no se lo permitió.

— Olvídate de la Micaela que conociste, porque la acabo de enterrar en este momento. De ahora en más, vos y todos, van a conocer a la nueva Micaela. Voy a ocupar con honor el lugar en que ustedes mismos me pusieron, en la mala de la película, en Maléfica.

Micaela entró hecha una furia a la casa y se encerró en su habitación, esa noche no bajo a cenar. Su madre preocupada le llevó el postre a su recamara.

— Mi amor, te traje algo dulce, no quiero que te vayas a dormir sin haber comido ni un bocado – Marcela le dejo una bandeja sobre la cama mientras Micaela estaba con su laptop.

— Gracias má, no era necesario – dijo sin verla si quiera.

— ¿Hija todo marcha bien? ¿Hay algo que te molesta? – Mica finalmente la miró a los ojos y fingiendo una sonrisa negó con la cabeza. – Okey, si algo sucede, quiero que me lo cuentes. Confía en mi bebita, ¿sí? – su madre le dio un beso en la frente y salió de su cuarto.

Cuando marcela se fue Mica echo a llorar, a maldecir, no podía creer que en poco tiempo, alguien que había crecido junto a ella, tanto había cambiado. No podía soportar tanto dolor, no podía soportar que él no la prefiriera a ella.

***

Hola, cómo ven no se murieron por esperar unos días y ya es ¡LUNES! Es decir, un nuevo capítulo.

Gracias y mil gracias por sus votos, es increíble como esta novela ya tiene más de 200 votos y 1k de lecturas y recién vamos por el capítulo 8. Millones de gracias y si sigo escribiendo, es todo por ustedes :) Son los mejores :)