Capítulo trece

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Capítulo 13

Mica había vuelto a su casa por la madrugada, así que el sábado durmió prácticamente todo el día. Su mamá la despertó a la tarde, ya que tenía que prepararse ya que a la noche iban a cenar los padres de Lucas con él. Micaela estaba muy nerviosa, no le gustaba para nada la idea, pero sabía que sus padres eran amigos de toda la vida de los Velasco y por eso iba a tener que cruzárselo toda la vida. O por lo menos, hasta que se independizara de ellos, para lo cual faltaba bastante todavía.

Luego de darse una larga ducha en donde el agua caliente relajo todos sus tensos músculos, se dispuso a buscar un vestido en su armario para ponerse en la noche. Eligió uno negro de satén que le iba al cuerpo, la hacía lucir elegante y sexi a la vez; era perfecto para la ocasión. Sobrio para la cena con su familia y seductor para impactar a Lucas. Lo combinó con unos tacos negros que se había comprado en el shopping la semana pasada. Y se recogió el cabello en un refinado moño. El maquillaje era bastante natural, solo resaltó sus ojos con rímel y un delicado delineado.

— Micaela, su madre me mandó a buscarla, acaban de llegar los Velasco. – Le avisó Elena, una de las empleadas, entrando al cuarto de la joven después de golpear la puerta.

— Enseguida bajo. – dijo la rubia terminando de acomodarse el cabello. – Elena, ¿vino Lucas también? – le preguntó antes que la mucama se retirara.

— Sí señorita. – le contestó antes de ir a la cocina para servir los platos.

Micaela tomó una gran bocana de aire para juntar coraje y salió de su dormitorio para bajar las escaleras. Allí abajo estaban sus padres con los invitados, Mica fingió una sonrisa y saludó a sus ex suegros y su ex novio.

— Micaela, divina – la saludó Gloria, la mamá de Lucas. Ellas siempre se llevaron muy bien. La mujer consideraba a Mica a la altura de su hijo, la nuera que siempre deseo, por eso se molesto con él cuando se separaron. – Ese vestido te queda regio – la halagaba su ex suegra.

— Muchas gracias Gloria, vos también estas bellísima – le devolvía el cumplido la rubia muy educada.

— Pasemos al comedor, la comida está servida – les anunció Marcela guiándolos hacia el gran comedor.

Gloria y Esteban, los papás de Lucas, se adelantaron junto a Marcela y Hugo, los papás de Micaela. Dejando a los chicos atrás.

— Sos hermosa – dijo Lucas cuando sus padres ya no podían escucharlo.

— Lo sé – sonrió con arrogancia ella – Lo mejor es lo que hay debajo del vestido, ¿no Lu? – lo provocó la rubia caminando hacia la mesa dejándole una perfecta vista de su cola.

Lucas suspiró frustrado, sabía que con Micaela al lado iba a ser una larga y tortuosa noche para él. 


***

No saben lo que se viene en la cena... tienen que esperar hasta el miércoles. 

Gracias por su apoyo incondicional :)

La mala de la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora