La mala de la historia

Capítulo Diecinueve

Capítulo 19

A diferencia de todo pronóstico, los chicos pasaron una linda tarde. Matt y Bruno conversaron animadamente todo el tiempo, incluso hasta intercambiaban bromas. Micaela no podía estar más satisfecha con la situación.

Después de salir del cine, decidieron comer algo por ahí antes de regresar a sus casas. Hicieron sus pedidos en McDonald y fueron a sentarse para comer sus hamburguesas. Entre la charla sonó el celular de Matt y en la pantalla saltó el número de Lucas, como Mica estaba sentada a su lado se percató de eso.

— Es Lucas – comentó con cierta molestia Matt luego de revisar el mensaje. – tenemos que hacer un trabajo juntos y quiere que vaya ahora a su casa – les explicó.

— ¿A esta hora? Es muy tarde me parece – acotó Bruno y Sol asintió estando de acuerdo.

— ¿No pensas ir no? – agregó su novia.

— Obvio que no. Estoy super cansado, solo quiero ir a dormir – dijo Matt tecleando en su celular.

— Es increíble como Lucas sigue entrometiéndose en nuestras vidas sin siquiera saberlo – pensó en voz alta Micaela.

— Eso es porque le dan lugar. – opinó Bruno tomando la mano de la rubia y acariciándole los nudillos. – No sé bien que fue lo que paso, solo sé que es hora que lo saquen de sus vidas para siempre.

— Ahora es porque me tengo hacer un TP con él, sino ni bola – expresó Matías. – Ya le dije que no puedo, que mañana dividamos los puntos y cada uno haga su parte y después lo unimos.

— Tampoco esa es la idea de hacer un trabajo en grupo – lo regañó Sol.

— Ya sé, pero es lo mejor en este caso – concordó Mica con su amigo.

— Como digan. – dijo la morocha bebiendo de su gaseosa y dando por zanjado el tema.

***

— Te amo – le confesó por primera vez Lucas a Micaela antes de devorar los labios de su reciente novia.

Se conocían desde bebés, fueron juntos al jardín de infantes, a la primaria y ahora a la secundaria.

Eran compañeros en travesuras y risas, amigos incondicionales el uno del otro. Sus padres siempre los quisieron juntos. Solo era cuestión de tiempo para que se enamoraran.

— Yo también te amo Lu – le correspondió la rubia, quien estaba feliz porque por fin él le había pedido para ser su novia.

***