Miro a Dani con cara de preocupación. Pero él no se da cuenta. Solo tiene ojos para buscar una salida antes de que mi hermana le corte en pedazos y los tire a un estanque de tiburones. Que son las intenciones que tiene ahora mismo. Avanza con paso seguro mientras todos se apartan a su paso. Si estuvierais en su lugar, también lo haríais, doy fe. Sonrío divertida cuando Dani empieza a alejarse de ella con las manos por delante. Como si eso la fuera a parar. Shane se levanta y se coloca a mi lado cruzándose de brazos. Consecuencia: el noventa y nueve por ciento de las chicas han girado la cabeza cual niña del exorcista. Incluso a mi se me desvía la vista hacia sus pectorales muy bien marcados. Normal, teniendo a este Dios griego al lado como para no admirarle.
- Quien la para, ¿tu o yo?
- Relájate y disfruta porque ninguno va a intervenir.
Shane me mira como si hubiera dicho la parida mas grande del mundo. Emm... ¿Hola?
- Vale, pero no quiero luego ser acusado por cómplice de asesinato. Lo negare todo y diré que me obligaste a hacerlo con tus poderes psíquicos - dice quedándose tan pancho.
Suelto un carcajada.
- Suerte y que no te metan en el loquero - digo dándole un pequeño golpe en la espalda.
- Tranquila, que te culparé ti también por eso.
- Y dale con que me heches a mi la culpa, voy a llegar a pensar que me tienes manía - hago un puchero.
Se ríe y me despido de él con la mano. Salgo del comedor y busco como una desesperada el baño. ¿Que? Una tiene que hacer sus necesidades.
*Narrador en tercera persona*
Alba se dirige a matar a Daniel. Porque sí, ese maldito bastardo la vuelve loca en todos los sentidos, aunque nunca se imaginaba que llegaría a idear una broma él sólo sin ayuda de su hermano. El subnormal esta retrocediendo como si se fuera a salvar de la que le va a caer. Demasiado ha aguantado ya la chica. Pero lo que ella no sabe es que él también a sufrido mucho, y que aunque ahora se tema lo peor por parte de ella, la única pregunta que le ronda la cabeza es como puede estar tan enamorado de ella. Y si para llamar su atención tiene que recurrir a las bromas, lo va a hacer. Porque sí, el famoso y mujeriego Daniel Oviedo esta enamorado de la única chica que lo odia.
*Narra Alison*
Me lavo las manos y me las seco en los pantalones. Si esto de que no haya papel en los baños de los institutos me pone enferma. Me miro al espejo y empiezo a poner caras raras.
¿Se puede saber que haces?
¿Puedes callarte un rato?
No.
Desesperas a cualquiera.Mientras mantengo mi acalorada con mi subconsciente no me doy cuenta de que Jesús está detrás mía mirándome divertido. Me sobresalto cuando le veo a través del espejo haciendo que me lleve la mano al corazón.
- ¿Tu que quieres? ¿Matarme? - suspiro.
El se echa a reír. Maldito... Le pego en el hombro.
- ¡Auch! - le vuelvo a pegar - ¿Y esa a que viene?
- Por lo de antes.
Se vuelve a poner serio. Se que este tema le molesta, pero también me molesto a mi en si momento y tuve que tragarme toda la verdad y las risas de después.
- Deja de...
- ¿De que Jesus? ¿De jugar? ¿Como tu lo hiciste conmigo?
- ¡Yo no jugué contigo! - exclama acercándose a mi.
- Si, si que lo hiciste. Me mentiste, me traicionaste, y luego me dejaste en ridículo delante de todos.
- Nunca fue mi intención joder, y lo sabes, además no fui el único que jugó tu también lo hiciste.
- ¿Sabes cual es la diferencia? Que yo jugué después de ti. No contigo.
- Ahora estas jugando conmigo.
- ¿Jugando? ¿Acaso estamos juntos? No, ¿verdad? Pues ya esta. Podré hacer lo que yo quiera cuando yo quiera y con quien yo quiera - digo echa una furia con ganas de dejarle sin hijos.
- ¡Pues hazlo conmigo, ostia! - se acerca demasiado, tanto que hasta oigo los latidos de su desenfrenado corazón - juega conmigo y no con los demás.
Le miro a los ojos. A esos profundos ojos color café que tan inotizada me tuvieron en su día y que siguen teniendo el mismo efecto en mi. Y sin pensármelo dos veces pego mis labios con los suyos.
Jesús tarda en reaccionar. Pero aun así me sigue el beso con ganas. Sus manos que ahora se encuentran en la parte baja de mi espalda me pegan mas a él. Juegan un poco con el doblez de mi camiseta hasta que decide introducir sus manos por dentro y acariciarme con lentamente produciendo unas leves descargas que recorren todo mi cuerpo. Nos separamos por falta de aire, pero en cuestión de segundos vuelve a besarme esta vez introduciendo su lengua. Es despiadada y se debate con la mía en duelo que hace que poco a poco pierda el sentido. No se si lo que estamos haciendo esta bien pero ahora mismo lo único que me importa es seguirle este ardiente beso a mi enemigo. A ese enemigo que tan loca me vuelve, en todos los sentidos.*Narrador en tercera persona*
Vigila la escena con la mayor impotencia posible. Saber que no puede intervenir le mata. Él también quiere que sea suya, él también quiere poder acariciarla, besarla y saciarse de toda ella como hizo en su día. Si la desea más que antes. Aprieta los puños deseando entrar y partirle la cara a ese niñato, pero sabe que no puede. Pondría el plan en peligro y eso no seria bueno para él, pero tampoco quiere hacerla daño. Saca el móvil de su bolsillo y marca el número.
- Hombre cuanto tiempo sin saber de ti - dice una voz al otro lado.
- Déjate de gilipolleces. ¿Sabes lo que esta haciendo tu putita personal en estos momentos?
- No, para eso estas tu ahí. Para informarme.
- Y lo haré, solo espero que actúes rápido.
- Tranquilo, dentro de poco la tendremos para el placer de los dos confía en mi.
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Bueno, ¿quien creéis que es el que observa la escena? ¿Y a quien llama? Comentar y votar. Besos con sabor a danisú.
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Spy, defendiendo a dos idiotas
FanfictionAlison Sanders, esconde un secreto, es una espía de una de las agencias mas importantes del mundo. Cuando la dicen que tiene una nueva misión, proteger a tres famosos, no se lo piensa dos veces. Pero, ¿que pasaría si dos de ellos fueran las personas...