Cap.14

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- ¿Ya los tienes? - pregunta Calum mientras se acerca a mi.

Me sobresalto y guardo la nota en el primer bolsillo que encuentro. Calum frunce el ceño pero le sonrío.

- Shep, anda vamos que va a sonar ya y no se donde está 4°A - le cojo el brazo.

- Si quieres nosotras podemos guiaros, estamos en la misma clase - dice una de las chicas que se habían acercado antes.

Asiento.

- Me llamo Alison, y bueno este de aquí ya sabéis quien es - digo dándole palmaditas en la cabeza como si fuera un perro.

Las chicas se presentan, son cuatro en total. Nuria, Lidia, Maria y la chica que nos ha hablado es Leire. Nos guían por los pasillos de este puto laberinto mientras nos cuentan cosas del instituto.

- Por cierto, ya sabéis cual es la norma del instituto ¿no? - dice Nuria.

- No se puede hablar con los populares si ellos no lo quieren - corean todas a la vez por lo que reímos.

- Y hablando de los reyes de Roma...

De pronto todo el pasillo se calla y admiran a las personas que vienen con aire de grandeza. Se me escapa una risa al ver a mis barbies andantes con cara de pocos amigos al ver lo juntitos que están las otras barbies de los gemelos. Lo que me faltaba no tenia suficiente con dos como pare tener otras dos mas. Van en un grupito no muy grande. Cinco chicos contando a los gemelos y tres chicas sin contar con Aitana y Marina.

- Madre mía, esto se ha convertido en una misa o ¿que? - dice en un tono normal, pero como todo el mundo, y cuando digo todo el mundo me refiero a que hasta los putos pájaros se han callado, mi voz resuena mucho mas fuerte de lo normal.

Los "populares" se giran a mirarme, y yo les hago una reverencia.

- Sus majestades - digo en tono de burla.

Calum se da con la mano en la frente y suelta una carcajada, provocando los suspiros de mis nuevas amigas. No se si os habiais dado cuenta pero yo diferencio entre dos tipos de personas: amigos, a los que no quiero matar, enemigos: a los que cada día pienso 101 formas de torturarles. Así de fácil. Las miro raro, pero acabo sonriendo.

- Y tu ¿quien eres? - dice una que esta pegada a Jesus, cosa que perece no importarle.

- Ni te va ni te viene - me encojo de hombros.

- ¿Sabes que te has saltado una de las normas, no? - dice uno de los chicos, que, oh my god, lo bueno que esta.

- Y no va a ser la primera vez - susurra Calum, a lo que asiento.

- Te crees guay ¿verdad? Pues no lo eres - dice la que esta con Dani.

- Calum, llama a la fabrica de las barbies que se les ha escapado una - dice la voz de mi hermana.

Miro a mi izquierda, encontrandomela con Shane que mira la escena divertido. Los gemelos suspiran sonoramente.

- Vámonos chicas - dice Jesus.

Pero al ver que no le hacen caso se cruza de brazos y pone morritos, por lo que muchas chicas suspiran al verdad esta mueca tan sexy que le ha quedado... Espera, espera infantil, eso eso infantil.

- ¿A quien llamas tu Barbie? - dice la de Jesus.

- Es obvio ¿no? - digo señalandolas.

Aitana y Marina se ríen por lo bajo, cosa que yo solo puedo apreciar. Levanto una ceja en su dirección, haciendo que ellas miren hacia otro lado.

- No se quienes sois pero estáis muy buenas - dice otro de los chicos acercandose a mi.

Giro la cabeza a un lado y le miro con los ojos entrecerrados. Dios, ¿porque todos están tan buenos? Espero hasta tenerle casi encima de mi para hablarle.

- Lo se, soy un diosa, en todos los sentidos - digo lanzando una indirecta.

Suelta una carcajada y oigo un gruñido por parte de Jesus, cosa que hace al chico girarse. Jesus me manda una mirada de advertencia, a no que le saco el dedo disimuladamente.

- Yo soy Ruben - dice dándome dos besos.

- Alison.

- ¡Ruben! Deja de confraternizar con el enemigo - pega un grito una de ellas.

El chico pone los ojos en blanco y me vuelve a sonreír.

- Ya nos veremos - me guiña un ojo y se va con sus amigos.

Jesus me lanza una ultima mirada, pero esta vez sus ojos no expresan nada, están vacíos. Al por dentro de mi se mueve cosa que no me gusta. Cuando ya están demasiado lejos como para oirnos, suelto el aire que no me había dado cuenta de que contenía y me giro a mirar a mis amigos.

- Vaya gilipollas, pero por lo menos esta bueno - digo encogiendome de hombros.

Los chicos se ríen y suena la campana. Mierda, que coñazo. Entramos en clase y todos se nos quedan mirando.

- Dejar las mochilas, tenemos educación física - dice Lidia.

Calum y yo asentimos, dejamos las mochilas en la ultima fila y seguimos a las chicas hasta el patio. Durante el corto camino, no han parado de hablre sobre lo bueno que está el profesor, o el culo que tiene. Me hacen soltar unas carcajadas. Llegamos al gimnasio, y hacemos un corro al rededor del profesor, que al estar de espaldas todavía no le he visto, pero he de reconocer que tiene un buen culo. Tendrá como unos 20-21 años.

- Alberto, ¿que vamos a hacer hoy? - dice uno de mis compañeros, no me se su nombre pero tampoco me importa.

El chico se gira y nuestras miradas se conectan.

- Lo que me faltaba - susurro por lo bajo.

- ¿Alison? - susurra él extrañado.

Spy, defendiendo a dos idiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora