Siempre pensé que mi vida sería una llena de aventuras y acción. De aliados y conocidos. Personas en las que confiar tu vida y personas que ni si quiera les pedirias la hora por miedo a que te mientan. Pensaba que todo acabaría bien que formaría una pequeña familia, que tendría un marido ejemplar y que estuviera enamorado de mi hasta los huesos; incluso que tendría alguna replica de mi correteando por algún parque de Estados Unidos o España. Lo que nunca imaginé es que acabaría con una brecha en la cabeza, y un secuestrador pendiente de mi a cada minuto. Ni si quiera se que paso en realidad. Lo único que recuerdo es que desperté con un dolor de cabeza terrible y ganas de vomitar. Tampoco sé cual es mi nombre ni como soy. Recuerdo mis últimos momentos de lucidez borrosos. Yo con un cuchillo apoyado en mi estomago, un tio revolviéndose en el suelo, y una mano rodeando mi boca y un golpe. Por la mano en mi boca supuse que me secuestraron, pero no lo tengo claro. En verdad, me acabo de inventar mis ideales de vida, solo para sentir que por lo menos existo y tengo sueños. Como una persona normal y corriente. Tengo frio. No se donde estoy, por lo que puedo escuchar, que es practicamente nada, estamos en un bosque silencioso a las afueras de alguna ciudad. Mi dientes castañean sin para, provocando un insoportable sonido para mi sensible cabeza. La puerta que me separa del exterior se abre dejándome ver al mismo hombre que recuerdo retorciéndose en el suelo. Me levanto de la silla mugrienta con miedo y me dirijo a la ultima esquina que encuentro.
- ¿Qué quieres de mi? - pregunto con lagrimas en los ojos - ¿Quién eres? ¿Quién soy yo?
El chico se sorprende al oir esas palabras, relanjando el gesto de enfado que traía.
- ¿No te acuerdas de nada? - dice dulcemente.
- No
Se acerca un poco más a mi y me dejo caer por la pared hasta acabar sentada en el suelo cogiéndome las rodillas. Tengo tanto miedo que no soy capaz de hacer nada más. El chico se acuclilla delante mio y me mira con ternura.
- Tranquila no te voy a hacer daño.
- ¿Se han ido?
- ¿Quienes?
- Los hombres que me han hecho esto - digo señalando mi cabeza.
Se limita a asentir y me pasa los nudillos por mi mejilla.
- Si, cielo, yo les eché, ya nadie te hará daño.
Escondo mi caeza entre las piernas y dejo que las lagrimas fluyan por mis mejillas.
- ¿Cómo me llamo? - pregunto entre hipitos.
- Te llamas Leire y eres mi novia - susurra sonriendo.
*Narrador en tercera persona*
Josh golpea el volante con fuerza. Mierda, nada había salido como esperaba. Mira a la parte trasera de la caravana donde se encuentran los chicos y sus amigos. Dani intenta consolar a una desalamada Alba que no deja de llorar. Calum y Jesús se mantienen en silencio con las lagrimas resbalando por sus mejillas. Shane y él son los únicos que se matienen cuerdos de todos. Sabían que el rescate era arriesgado pero no imaginaban que toda pudiera acabar asi. Estaban muy jodidos. Habían perdido su ultima oportunidad de salvar a Alison del psicópata que le había secuestrado, y lo había echado todo por la borda. No contaban con que consiguieran dejar fuera de combate a Alison. Pero asi fue y todos sus intentos por salvarla después fue en vano.
- Deberíamos currarte ese corte - dice Shane mirándole el profundo corte que tiene en el hombro.
- Lo mismo digo con tus golpes amigo.
Habían salido heridos de allí, normal, era cientos contra ellos, algo tendrían que recibir.
Jesús miraba al suelo de la caravana. A pesar de lo dolido que se sentía por las palabras que la persona que mas quería en el mundo le había dicho, desearía poder estar con ella en estos momentos. Sinceramente, desearía que ella estuviera allí a salvo en esa caravana y ser él el que tuviera que lidiar con ese enfermo. Gracias a Alison y sus amenzas, habían conseguido salir vivos de allí; también, en gran parte, por la ayuda de sus amigos. Sentia tanta impotencia por saber que no podía hacer nada por salvarla que tenia ganas de golpear a alguien.
- No lo dijo de verdad - susurra el rubio que esta a su lado.
Jesús le mira sin entender nada de lo que dice.
- Lo que Alison te dijo, no lo decía enserio, lo único que quería era conseguir mantenerte a salvo de cualquier impulso que te diera - suelta una carcajada irónica llena de amargura - por lo menos algo salío bien.
El moreno esconde la cara en sus manos. Dios, si eso es verdad ahora si que se sentía mucho peor.
- Tengo miedo Calum - se sincera el chico - miedo de lo que nos pueda pasar y de lo que pueda estar sufriendo ella.
Calum le da un abrazo de los de verdad. A pesar de haberse distanciado como amigos después de que se les subiera la fama a la cabeza, los sentimientos siguían ahí.
- Tranquilo, Alison es fuerte, sobrevivirá a cualquier cosa - le intenta animar.
Pero todos los intentos quedan en vano, sobre todo cuando tu corazón esta roto en cien mil pedazos que solo una persona puede llegar a unir. Lo peor, es que esa persona no estaba allí, con él.
El móvil de Shane suena. El chico lo coge sin mirar el numero.
- ¿La teneis? - dice una ansiosa voz.
- No, no joder no hemos podido hacer nada por salvarla - grta el chico fuera de sí - no podemos abandonarla, hay que volver a por ella.
- Tranquilízate Shane, si perdemos los estribos no conseguiremos nada.
- Estoy arto Lisa, arto de que no salgan las cosas como queremos.
Alba presta mucha mas atención a la llamada de teléfono, ¿acaba de decir su amigo Lisa?
- Lo sé, os espero en el mismo lugar de siempre.
La llamada finaliza dejando en la hija mayor de los Hobbs un regusto amargo en la boca.
- ¿Quién era Shane? - pregunta duramente.
El chico solo suspira.
- Arranca Josh, es hora de revelar muchos de los secretos de la familia Hobbs.
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Spy, defendiendo a dos idiotas
FanfictionAlison Sanders, esconde un secreto, es una espía de una de las agencias mas importantes del mundo. Cuando la dicen que tiene una nueva misión, proteger a tres famosos, no se lo piensa dos veces. Pero, ¿que pasaría si dos de ellos fueran las personas...