Cap.8

432 18 0
                                    

Abro la puerta para salir de la sala, haciendo que algo al otro lado de ella se caiga. Miro a los chicos que están unos encima de otros, con una ceja alzada.

— Vaya cotillas que estáis hechos... - suspiro mientras me quito la coleta y dejo mi pelo suelto.

— No hemos oído nada - dice Calum alzando las manos.

— Uy que no, lleváis allí desde que he entrado - dice mi hermana saliendo detrás de mi.

Todos sonríen culpables.

— Y bueno que... - empieza a decir Jesus.

— Que es lo que pasa? - termina Dani.

Les miramos raro.

— Somos gemelos, que queréis que hagamos - dicen los dos al unísono -deja de imitarme.

Se cruzan de brazos como dos niños pequeños y se dan la espalda. Mi mirada se desvía a Jesus, que hace un puchero con la boca.
Uy ese labio...
No se ni como te aguanto.

— Bueno fotocopias dejaros de tonterías. Shane, localizalo - le digo lanzándole un micro chip - se llevo mi navaja, no creo que sepa que tiene localizador. Pero le quiero fuera de esto, él no tiene nada que ver, ¿me has oído?

Asiente levantándose y se va.

— Calum, tu te vienes conmigo - le guiño un ojo y él me lo devuelve.

— ¿Y nosotros? - dicen los gemelos, joder que manía eso de hablar a la vez.

— Vosotros conmigo, que suerte oye - dice sarcástica.

— Lo estas deseando Alba, no lo niegues - dice muy chulo Dani.

— Claro que si ego andante - pone los ojos en blanco.

Se alejan a paso ligero y me giro hacia Calum que me mira preocupado.

— Se que no es asunto mio pero...

— Tranquilo, te lo iba a contar igualmente. Ven vamos a mi habitación.

Me sigue por detrás, mirando todos los rincones que hay. Me parece raro, aun así lo dejo pasar. Pero se que me esconde algo, y eso es lo que voy a averiguar.

***

— ¿A donde vamos? - dice Jesus.

— Vamos a ver, ¿quieres callarte? Llevas como unos cinco minutos así - digo suspirando.

— Muy a mi pesar le tengo que dar la razón - dice Dani que va con la cabeza gacha.

Le miro, y levanta la cabeza haciendo que nuestras miradas conecten. Un escalofrío pasa por todo mi cuerpo haciendo que me estremezca. Sonríe engreído. Llegasmo a la sala de entrenamiento.

— ¿Que hacemos aquí?

— Sois unos mantas luchando, asi que os voy a entrenar. Luego vendrán Calum y Alison.

— Claro, el rubio puede saltarse la clase ¿y nosotros no?

Le hago la zancadilla haciendo que se caiga de culo en la colchoneta.

— Daniel, Daniel, Daniel, ¿cuando aprenderás?

Me mira mal.

— Primera regla, nunca subestimes a tu enemigo, ni confíes en él.

— ¿Desde cuando somos tus enemigos? - dice Jesus.

Spy, defendiendo a dos idiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora