Love story

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Eran vacaciones de invierno, así que, debido a que no tenía ningún plan que hacer, decidí volver a escribir historias, era más que nada por entretenimiento, porque en realidad no soy una gran escritora ni mucho menos, pero me gustaba hacerlo. Cuando estaba a punto de escribir la primera palabra, me di cuenta de algo, en realidad no tenía un tema o alguna idea y mi cabeza estaba totalmente en blanco, por lo cual decidí buscar algo que me sirviera por el internet. Nada, no encontraba nada, hasta que una imagen me llamo la atención, un joven con un letrero que decía "se escuchan historias de amor, gratis", me pareció una buena idea, así que salí de mi casa y me dirigí al centro de la ciudad.

Con mi letrero en mano me senté en una de las tantas bancas que había en la calle y esperé, algunas personas se pasaban de largo, otras pasaban unas cuantas veces indecisas si sentarse o no, pero al final nadie se acercó a mí. Estaba un poco decepcionada, al final decidí que era tiempo de irme, pero una señora se acercó a mí.

-Disculpa, ¿ya te vas?-

Mire a la persona enfrente de mí, una señora de aproximadamente 50 años, de estatura promedio y complexión robusta, su cabello era negro, pero podían verse algunas canas adornarlo esporádicamente, iba bien vestida, con un abrigo café, pantalón negro de vestir y unos tacones bajos del mismo color.

-Pues...no, aun no me marcho- contesté

-Me alegra, ven, te invito un café- sonrió ampliamente y camino hacia su derecha.

La seguí, durante el camino no hablamos, y después de 4 cuadras llegamos a una cafetería pequeña, la cual estaba abarrotada de gente debido al clima frío. Por suerte conseguimos una mesita, allí tomamos asiento y pedimos cada una su bebida.

-Vi tu letrero y me llamo la atención, ¿para qué quieres escuchar historias de amor?-

-Pues, me gusta escribir, pero no sé me ocurría nada y me pareció buena idea hacer esto, así podía encontrar inspiración-

Nuestros pedidos llegaron, ella escogió un simple café con leche y yo un cappuccino de vainilla.

-Bueno, te tengo una historia ¿te gustaría escucharla?- asentí repetidas veces y ella suspiró antes de empezar a relatar.

"Cuando tenía 19 años, conocí a una gran persona. Empezó como cualquier amistad, hablábamos poco al inicio, pero después podíamos durar horas o incluso el día entero escuchándonos el uno al otro, teníamos puntos de vista diferentes pero iguales, hacíamos bromas, reíamos y otras cosas típicas entre amigos. Yo para ese entonces sufría de varias cosas, depresión, ansiedad, baja autoestima, incluso tenía la idea de suicidarme. Él, por su parte, no era tan diferente a mí, casi sufríamos lo mismo, sin embargo, no sé cómo, pero nos ayudábamos mutuamente, dos rompecabezas tratando de armarse, así me lo imaginaba, llegamos a pasar varias cosas juntos, él me había ayudado mucho, sin él hubiera sido difícil que yo aún estuviera aquí, prácticamente llego a salvarme la vida de alguna forma.

Con el tiempo, el cariño fue creciendo, yo siempre he sido una persona que se encariña fácil con los demás, y esta no iba a ser la excepción, pero, en este caso, aunque lo haya negado, evitado e ignorado, al final, caí enamorada de mi mejor amigo. No quería decirlo, mi amistad con él valía más que cualquier otro absurdo sentimiento y así dure unos meses, hasta que un día él me abrió su corazón, sentía lo mismo que yo, juró que ese día ha sido el más feliz de mi vida. Después, actuábamos como si en realidad fuéramos novios, nos decíamos cosas cariñosas y muchas cosas más, yo estaba demasiado feliz y emocionada, lo grité a los cuatro vientos sin importar que, pero, allí es cuando me di cuenta que el universo se pone en tu contra cuando le dices tus planes.

Como se esperaba, no fuimos nada y con el tiempo cada uno tomo su camino, cada uno tenía su vida y eso ya se veía venir, no hablábamos como antes, y él se ausentaba más y más, aunque fuera por cosas personales, mi mente era una mierda en ese entonces y se imaginaba lo peor, era frustrante y desanimante. Terminamos como empezamos, siendo desconocidos"

Una lágrima salió por mi ojo, el escuchar el relato y ver como la cara de la señora se iba entristeciendo poco a poco me había conmovido.

-Pero si se querían, ¿Por qué no terminaron juntos? ¿Por qué no lucharon por su cariño?- pregunté. Ella sonrió levemente

-Siempre me he culpado a mí, nunca tuve novio, no sabía confrontar tal situación y menos con todas las cosas que tenía en la cabeza, además- suspiró – Mi niña, ¿Quién te dijo que siempre cuando dos personas se quieren, van a terminar juntos?, no es una ley ni mucho menos, es cuestión de suerte, la suerte del momento, yo la desaproveche y muy pocos disfrutan de tal beneficio-

Hubo silencio, mi mente estaba recordando cada parte de la historia, me sabia agridulce.

-Y ¿Qué paso con él?- dije en voz baja

-No lo sé, después de esto se fue a otro lugar y perdí su pista, pero confió que está bien y que ha hecho todo aquello que se propuso algún día, siempre fue fuerte y decidido, inclusive valiente, eso era lo que más admiraba de él, me enseño mucho-

-¿Y usted? ¿Cómo siguió su vida después de?-

-Pues bien, fue difícil salir de aquel momento, pero con el tiempo fui sobrellevándolo, más que nada aprendí a vivir con aquel recuerdo, nunca lo olvidaré y eso es seguro, salí con personas, y tuve alguna que otra pareja, pero al final no me case, fue por decisión propia, aun así, tengo tres hermosos hijos, los cuales amo y son todo lo que necesito- sonrió – voy a ser abuela muy pronto, es una razón más para sonreír y levantarse cada día-

Sonreí ante su respuesta, me agradaba verla así de alegre y positiva. Miró el reloj de su muñeca y meneo su cabeza de lado a lado

-Lo siento- dijo al mirarme –me tengo que retirar, mi familia me espera en casa- se levantó y tomo su abrigo del respaldo de la silla –Fue un gusto platicar contigo, espero que mi pequeña historia te haya ayudado en algo-

-Muchas gracias a usted y por supuesto me ayudo bastante-

Ambas nos despedimos, pago la cuenta y se fue, yo aún me quede un rato sentada, pensando en su situación y en otras cosas más. Termine yéndome a mi casa, tenía una historia bastante buena que escribir.


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