Cuando vamos a dormir, en realidad perdemos la noción de lo que pasa alrededor de nosotros, la vida sigue aunque nuestros ojos no estén abiertos para contemplarla.
Una pequeña niña de 5 años siempre tenía pesadillas, así que su madre le regalo un hada de los sueños para darle protección.
Ante todo escepticismo, puso el hada encima de la cama de la pequeña para que esta cuidara de ella. En la noche, cuando todos iban a dormir, la luz de noche se apagó y del closet salió una enorme mano negra que amenazaba con tocar a la pequeña aun dormida. Cuando la mano estaba a punto de tocar a la niña, un rayito de luz la detuvo, el hada tenía vida y con un movimiento de su mano hizo regresar a ese espectro de donde se había escapado.
Las noches eran cada vez más duras para el hada, como podía lograba poner a raya a los monstruos que amenazaban con tocar a la niña, pero sabía que no podría hacerlo sola. Un día se dio cuenta de algo, la chiquita siempre se dormía con un peluche de aspecto peculiar. El hada tuvo una magnífica idea y con el movimiento de sus manos le dio vida.
"Tú serás Bruno Jay"
Dijo el hada al peluche confundido que la miraba desde la cama
"Tú me ayudaras, te tengo una tarea muy sencilla, cuidaremos a esta pequeña criatura de todo ser oscuro que quiera hacerle daño"
El hada platico con Bruno, le contó sus tareas y le brindo una espada y un escudo hechos con fuerza pura de luz de luna.
Las noches eran más fáciles para ambos, las luchas más sencillas y la niña consiguió dormir bien.
Una noche, cuando la ronda normal parecía muy tranquila, la luna fue tapada por una nube enorme, la luz de noche se apagó y el aire se tornó frío. El hada y Bruno esperaban expectantes a que el monstruo saliera, pero ambos no esperaban que la sombra saliera de la propia niña. Sorprendidos intentaron atacar, pero este ser era más fuerte que los demás y de un solo golpe había tumbado al hada de su lugar, haciendo que cayera al suelo y se rompiera, perdiendo sus brazos y un ala.
Bruno quedo asustado, pensó que esta batalla la perdería pero no dejo de luchar, tenía que proteger a su dueña fuera como fuera. La sombra fue rápida, logró tumbarlo de la cama con un zarpazo feroz, dejando a la niña a su total merced, Bruno creyó todo perdido, estaba cansado y sentía que no podía más en esta lucha, pero el susurro de la niña hablándole en sus sueños lo hicieron tomar fuerza y volverse valiente, tomando su espada escalo por las sabanas y al llegar a la cima peleo como nunca, movió su espada con gracia y rápidas atajadas, no paro hasta ver a la sombra destruida. Con un último ataque logró disiparlo.
La luna volvió a brillar, la luz de la cama prendió y el aire regreso a la normalidad.
El peluche miró hacia abajo, vio cómo su amiga hada estaba inconsciente y rota, se entristeció al verla así, pero suspiró y seriamente le hizo una promesa
"Seguiré con nuestra misión sin importar nada".
Al día siguiente la mamá de la pequeña encontró al hada en el suelo, la recogió y decidió arreglarla, sin embargo el hada no volvió a despertarse en las noches. Bruno seguía con su labor, todas las noches sin descanso protegía a su niña, peleo contra monstruos, sombras y seres malignos de todos tipos, pero sobre todo cumplió su promesa al pie de la letra. Hasta la fecha.
Fin
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Pequeños universos
Short StoryMe gustan las historias cortas pero con mucho significado, salen sencillamente de mi cabeza, y son especiales para mi porque son pequeños universos hechos entre mis manos...