Era el ultimo piso del edificio, 30 pisos abajo estaba el suelo, las personas caminando y los carros haciendo ruido y contaminando el aire de la ciudad. Ella no se atrevía a mirar hacia abajo, pero podía pararse en el borde sin mucho problema.
-Entonces, dices que no es fácil saltar así como si nada- dijo mientras mantenía su mirada fija en la ciudad
-No, no lo es- contesto el otro al mismo tiempo que la sujetaba de la blusa. Ella sonrió
-Tranquilo, no me tiraría de aquí, va en contra de lo introvertida que soy-
-¿Qué dices?- preguntó él confundido.
-Si, eso de caer y terminar en el suelo mientras miles de personas pueden ver como mueres y los sesos se salen de tu cráneo, no es lo mio- dijo mientras se sentaba en la barrera de protección -Lo mio es más intimo-
Ambos miraban la ciudad, lo pequeña que se veía la multitud, notaban el aire más fresco.
-¿Porque quieres morir?- pregunto él
-¿porque tendría que vivir?- contestó ella
-No se puede contestar una pregunta con otra pregunta-
Ella suspiro
-Nadie tiene un porque de estar aquí, no hay una razón "mágica" del porque existes- negó -todos se martirizan por eso, buscan razones, motivos, personas por las cuales culpar de su existencia cuando la verdad es que todo eso es basura, si estamos aquí es por algo que aun no sabemos y lo más triste es que cuando nos demos cuenta del porque será cuando ya estemos a punto de morir-
-¿Porque no piensas en las personas que dañaras?¿el espacio que dejaras?¿las oportunidades que te perderás?- dijo intentando que cambiara de parecer
-Eso mismo dicen todos, sabes, puede que lastime a mis allegados, pero con o sin mi seguirán adelante, solo les adelantaré algo que es inevitable, un ciclo normal de la vida- se quito el cabello que le molestaba en la cara - Las oportunidades no importan cuando no las ves, cuando no te interesa tomarlas-
-Deja de pensar así- dijo desesperado el muchacho -tu mereces vivir, sólo necesitas entenderlo, verlo-
-Me gusta eso de ti- dijo mientras sonreía -que por más mal que estés, en serio tu no quieres morir-
Se levanto de su lugar y camino por el borde una vez más, en la esquina del edificio se detuvo y se volteo para verlo una vez más
-Es hora que despiertes- Él no entendió, pero un dolor en el estomago lo hizo sentirse mal -Te quiero... y te estaré esperando cuando sea tu turno-
Ella termino su oración y se tiró de espalda al vacío, él juro que había gritado su nombre pero ningún ruido se había emitido, todo se torno oscuro por unos segundos para después tomar demasiada luz.
Ya no sabía si soñar con ella eran bueno o simples pesadillas, siempre le dejaba un vacío interno y un sabor agridulce, siempre se cuestiono el porqué ella lo había hecho, solo esperaba que al final consiguiera la paz que quería.
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Pequeños universos
Short StoryMe gustan las historias cortas pero con mucho significado, salen sencillamente de mi cabeza, y son especiales para mi porque son pequeños universos hechos entre mis manos...