-Capitulo 11.❤️

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No sé cuánto tiempo llevaba en mi habitación, o cuanto llevaba tirada en las cuatro paredes de mi habitación más bien.
Me siento culpable, soy un desastre.
Por enésima vez tocaron la puerta de mi habitación.

-Coraline por favor abre la puerta, te traigo algo de comer.-Hablo mi madre detrás de la puerta.

-No tengo hambre.-Dije entre sollozos.

-Cariño por favor, déjame verte.-Insistió.

Me levante con mi bata grande que tenía hace no sé cuánto y abrí.

-¡Pero qué te pasa mi reina!-Dijo abrazándome.

-Nada mama.-Dije desanimada y apartándome.

-Llevas 5 días aquí, sin comer.

Me senté en la orilla de la cama y trate de que no salieran más lagrimas pero sin éxito.

-Tus amigos han llamado, pero más Ian.-Siguió.-Me contó lo que pasó.

-Ahora sabes lo que se siente, ser culpable del sufrimiento del otro solo porque no deje que me explicara, si vieras sus brazos mama.-Dije tapando mi boca y ella me abrazo.

-Tranquila bebe, ya arregle todo. Lo que pasó fue que la chica lo engaño, le dijo que tú estarías allí y que ella lo ayudaría a conquistarte, y por eso sucedió que él fue con ella solo por ti.

-Soy un desastre mama.-Dije abrazando más fuerte.

-No digas eso, eres un tesoro, el más bello. Ahora párate de esa cama y prepárate, hoy es viernes, pero no habrá clases hoy y por la ausencia ni te preocupes fui a la secundaria y dije que te enfermaste.-Dijo tomándome de hombros y besando mi mejilla.-Y más vale que llames a tus amigos, están preocupados pero antes baja a comer algo que esto ya se enfrió.-Dijo acabando de salir.

Eso iba a hacer, arreglar todo. Entre al baño y me pare frente al espejo, estaba pálida y mi pelo estaba como el de una cavernícola y mi cuerpo ni se diga, estaba frágil y horrenda como lo que soy. Suspiré y me lave la cara, luego me quite la bata que llevaba puesta y entre a la ducha.
Sentí una sensación de frescura y tranquilidad y sobre todo relajamiento pero mi estómago no dejaba de crujir. De paso lave mi cabello el cual estaba ya suave y sedoso.

Luego de los cinco minutos de relajamiento que necesitaba salí de la ducha y me fui al closet, me coloqué una camiseta muy grande para mí y unos shorts el cual tapaba la camiseta y unas zapatillas cerradas de estar en casa y finalmente recogí mi pelo ya casi rubio porque ya se salía el color rosa.

Coloqué mi celular en el escritorio a cargar, ya que tenía cinco días sin uso.

Al bajar mi madre había puesto un plato sobre la mesa con dos grandes sándwiches y un vaso de batida de fresa.

-Gracias por todo mama.-Dije fingiendo una sonrisa.

-Estoy aquí para ti, Coraline.-Dijo saliendo al jardín.

Comencé a comer y en menos de cinco minutos todo estaba vacío.
Necesitaba comer.

Subí arriba por mi celular y si tenía un 45% de carga, lo tome y tenía ¡75 llamadas perdidas! Mis amigos exageran, bueno que se preocupen por mí lo tolero pero no es para tanto que falte cinco días ¿o sí?

Les enviaré unos mensajes de textos,el primero será para Teresa.

"Hola Tere ¿Cómo estás? Espero que bien porque yo también, gracias por tu atención ¡Te quiero <3!"

El segundo fue para Max.

"Hola Max <3, espero que estés bien porque yo también, espero verte pronto y gracias por tu atención."

El último fue para Ian...

"Hola, me temo que te debo una, pero lo siento no soy perfecta y soy humana, cometo errores y te lo advertí antes de que lidiaras conmigo, soy inútil y siempre lo seré, lo siento mucho. Solo hago daño, te quiero."

Me quede sin crédito en mi celular, pero los gaste en algo que si vale la pena.

Espero que mis amigos me perdonen, no lo merezco pero, bueno.

Tome mis auriculares y deje que sonara "Is better died" eso hizo que me olvidara de todo por un momento.

Me asomé al balcón un rato y un mal recuerdo llego a mi mente de cuando tenía 14 años.

*Flash back*

Otra vez volví a caer, pero no lo haré más esta será la mejor decisión.

Me asomé al balcón y me subí sobre el, podía oler el rico olor a descanso eterno, sería lo mejor. Podía sentir la frágil brisa acariciar mi piel, estaba harta de todo.
Mis brazos no aguantaban más, no cabía otra lesión.

Levante los brazos lentamente, esta vez nadie me lo impediría, mi madre no está este sería el fin del sufrimiento.

-¡NIÑA BAJA DE AHÍ!-Dijo una voz abajo, mire y era un hombre.-¡QUÉ TE BAJES,AHORA! Por favor.

Me incliné hacia delante y pude ver cómo el hombre saco de su pantalón un arma la cual disparo, me rozó lo suficiente como para lograr que cayera hacia atrás y mi intento sea fallido.

-¡No puede ser!-Grite cerrando el cristal del balcón y tirándome en la cama.

*Fin del Flash Back*

Y aveces me pregunto porque tuvo que aparecer ese hombre, de la nada.
Nunca lo volví a ver.
Termino la canción y deje mi celular en el escritorio y baje nuevamente, luego salí al jardín.

-¿No has terminado?-Dije cruzándome de brazos.

-Ya vez.-Dijo volteando.

-¿Te puedo ayudar?-Dijo riendo.

-Es más divertido si lo hacemos las dos ¿no?-Dijo tendiéndome la regadera.

A pesar de todo, ella es una dama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora