-Capitulo 34.❤️

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Llegue a casa súper cansada, además del regaño del rector y la estupenda y sexy corrida que me hizo dar Ian. Mejor lo último no.
Al entrar tire la mochila en el sofá junto con mi cuerpo.

-Hola cariño.-Dijo mi madre viniendo hacia mí para darme un beso en la frente y luego buscar unos aretes en la gaveta de la repisa. Estaba bastante elegante y maquillada.

-¿Vas a salir?-Dije sin ganas.

-Si tengo reunión de trabajo. No me esperes temprano. Te deje dinero en el cofre y comida en la meseta.

-Esta bien mamá.-Dije sonriéndole. Aceptaba eso porque creía en ella, sabía que nunca saldría sin mi.

-Oh y solo tienes que hacer la cena porque ya la comida está hecha. Hay dos platos el tuyo y el mío, pero si quieres cómetela porque comeré por ahí.

-Vale.

Tome mi mochila y subí literalmente arrastrándome.
Solté la mochila y me di una ducha. Luego me puse ropa cómoda, cuando digo ropa cómoda me refiero a unos shorts blancos muy cortos y una blusa de tirantes también corta, dejaba ver mi gordo abdomen.

Me solté el corto pelo que ahora me daba por los hombros para descansar de los sujetadores de cabello.
Me tire en la cama con mi celular y me llego un mensaje. Era Ian.

Hola.

Hola Ian.

¿Qué haces?

¿Gastas créditos para preguntarme qué hago? Enserio.

Solo me preocupo.

Estoy bien.

¿Necesitas compañía?

No.

Okay, estoy llegando. De hecho ya llegue ábreme.

¡QUÉ!

¿Me dejarás afuera?

Si.

Escuche sus nudillos golpeando la puerta, de verdad está más loco de lo normal.
Baje y abrí la puerta cruzándome de brazos.

-¿Hola?-Dijo rascándose la nuca.
Abrí paso para que entrara y luego cerré la puerta tras mi.

-¿Qué haces aquí?-Dije mordiéndome el labio inferior para no reír.

-Vine a verte solamente.-Dijo sentándose en el sofá.

-¿Has comido?

-Si.

-Ahora comerás dos veces.

-Ya lo he hecho.

-Lo harás de nuevo.-Sonreí con ironía.-Ven.

Subimos a mi habitación con nuestros platos en manos y nos sentamos en la cama a comer.

-¿Cómo está tu madre?-Pregunté llevándome un pedazo de carne a la boca.

-Bien, creo.

-¿Crees?-Dije levantando las cejas.

-No suelo hablar con ella.

-Deberías.

-Recuerdas ese día.-Dijo mirando al vacío.

-Perfectamente.-Me lleve el tenedor a la boca.

-Fue nuestro primer beso.-Al el decir eso frene la el tenedor ya en mi boca y me sonroje.

-Uh, si.-Dije volteando la cara hacia la ventana.

-Me gusta esto.-Dijo observando con atención como llevaba la comida del plato hacia la boca.

A pesar de todo, ella es una dama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora