-Capitulo 20.❤️

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Alexa se quedó a dormir en una habitación de arriba porque era muy tarde. Me levante muy tarde, a mi lado estaba Ian con la manta a medias puesta. Me levante en silencio para ducharme y lavarme los dientes, luego baje a la cocina.

Estaban Max, Alexa y Teresa en el comedor riendo y hablando, Laura estaba limpiando el piso.

-Buen día.-Dije aún soñolienta.

-Mmmh, te estropeaste mucho anoche Coraline.-Dijo Teresa burlándose.

-¿De..qué hablas?-Dije mirando al techo.

-No te hagas, escuchamos los ruidos muy claros.-Dijo Max. Podía sentir las mejillas ardiendo.

Me senté a comer junto con ellos.

-¿Cómo dormiste?-Pregunté a Alexa.

-Muy bien, gracias.-Dijo riendo.

Ian bajo y cuando terminamos fuimos al jardín a sentarnos en el banco.

-Sigamos con el juego de ayer.-Dijo Max.

-Vale.-Dijo Alexa.

-Le toca a Ian.-Respondió Teresa.

-Alexa.-Respondió Ian.

-Elijo verdad.

-¿Es verdad que tienes novio?-Preguntó Ian.

-No, no es cierto.-Dijo riendo.

Tranquila Coraline, solo es un juego.

-Me toca.-Dijo Max.-Ian, ¿verdad o reto?

-Reto porque soy macho.-Dijo provocando risa a todos.

-Te reto a besar a la chica más linda.-Dijo Max.

Qué emoción, quería sentir esos labios después de lo que le pregunto a Alexa. Me prepare, pero Ian se paró rápidamente y beso a..Alexa.

Me levante y con todas mis fuerzas le pegue una bofetada.

-Lo siento Coraline, yo...-Dijo este en el suelo.

-No. La que lo siente soy yo por a ver confiado en ti, no sientes nada.-Y con lágrimas en los ojos me fui a la habitación.

No sentía nada, solo el aire acariciando mis frágiles mejillas que estaban inundadas de lagrimas. Podía llenar la ducha con mis lágrimas no sé que sentirme, entregó todo y mira.

Después de unas cuatro horas llorando, con los ojos ardiendo, me quede dormida.

Pero no podía, no podía dormir siquiera, los pensamientos no me dejaban. Me levante para ir al baño y lavarme la cara.

Escuche la puerta y fui a abrirla, era Laura. Se encontraba con una bandeja con varios panecillos.

-Uh, lo siento Coraline, no sabía..

-Tranquila Laur, que tal.-Dije limpiando el resto de lagrimas.

-Te traje esto.-Dijo entregándome la bandeja.

-Gracias Laur.-Le sonreí.

-¿Necesitas hablar?-Dijo parada en el marco de la puerta.

-Más tarde, por favor.

-Como quieras princesa, recuerda que estoy aquí para ti.

-Lo sé, gracias.

Laura era muy buena, era como un ángel.

Después de comer los panecillos con mermelada, me di un baño para luego sentarme en la cama con los cascos a todo volumen, reproduciendo "Asleep" y dejando que la voz desgarrada, triste y frágil de The Smith, me terminaran de romper el alma. Mientras iba corriendo la canción lagrimas salían de mis ojos, ya me ardían pero no importa. Me pare en la ventana y vi el jardín vacío, ya no estaban allí. No creía en mi ni en nadie, sabía que no podía ser de nadie ya que, hay mejores que yo, más lindas, con mejor forma quizás. Y no una Coraline llena de emociones y cortes, no una Coraline cualquiera, no a Coraline.

Escuche la puerta abrirse a mis espaldas, era Teresa.

-Coral ¿Cómo te sientes?-Dijo sentándose en el borde de la cama y yo la imite.

-Muy feliz ¿No ves?-Dije con sarcasmo.

-Lo siento, él es un idiota por no saber valorar alguien como tú.

-Te equivocas, el tiene razón. Hay muchas y mejores que yo.-Dije tratando de no dejar salir una lagrima más pero sin éxito.

-No, no digas eso. Mira no llores por alguien que no merece tus lágrimas. No dejes que alguien te haga sentir mal, demuéstrale que eres fuerte y se dará cuenta que cuando pudo no lo hizo y ahora que no puede, quiere.-Dijo abrazándome.

-Tienes razón.-Dije limpiando mis lagrimas.

-Ahora ve lávate el rostro y vamos a coger un poco de aire afuera.

Hice lo que dijo y luego salimos dejando a los chicos en la sala, ya había oscurecido.

Fuimos a un jardín lindo, con una gran fuente y nos sentamos en el suelo mirando el cielo estrellado.

-¿Te sientes mejor?-Preguntó.

-Si.-Quizás me sentía mejor por fuera o más bien sabía manejar un poco mis lagrimas pero por dentro hay algo que quizás no se repara.

-¿Por qué no llamas a tu madre?

-Ya la llame ahorita.-Dije levantándome.

-¿A dónde vas?-Dijo acostándose en el césped.

-No muy lejos.

Fui a la punta de una roca que estaba a una altura muy inmensa donde se podía ver la ciudad y el cielo, era muy hermosa, así que me senté.
Quisiera volar sin fin y jamás parar, quizás haya un mejor lugar.

-¿Puedo sentarme?-Dijo una voz conocida a mi lado, era Alexa.
La mire y luego mire al frente apretando los labios.-Oye tenemos que hablar.

-Quizás no haya nada que hablar, Todo quedó claro ahorita. Le gustas a Ian, él te gusta a ti y...-Fui interrumpida por su mano en la mía.

-Tranquila, Ian no me interesa. Me.. Interesas vos Coraline.-Dice la Argentina chocando sus labios con los míos. Yo me separé rápidamente.

-¡¿Qué mierda te pasa?!-Le grite.

-Lo..lo siento coral.-Fue hechando atrás y quedo a la orilla de la Roca cayendo abajo.-¡Ayuda!

Me tire en el suelo para tomarle de la mano.

-¡TERESA! ¡TERESA AYÚDAME!-Grite.

Teresa vino corriendo y halamos las dos a Alexa. Y después de unos minutos de esfuerzo pudimos subirla, casi me desmayo.

-¿Estás bien?-Pregunté suspirando.

-Si, gracias.-Su respiración estaba tan agitada como la mía.

-Bueno, me voy.-Dije tomando a Teresa por la mano y corriendo.

-¿Que pasa Coraline?-Preguntó Teresa parando de correr.

-Tenemos que irnos, allá te cuento.-Seguimos camino a la casa y subimos a la habitación.

A pesar de todo, ella es una dama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora