-Capitulo 25.❤️

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Eran ya las 6:50 de la tarde, ósea la hora de prepararse para la fiesta. Saque el vestido extra del bolso y lo puse en la cama junto con unos tacones que Teresa me ha prestado.
Entre al baño envuelta en mi toalla y luego me metí a la ducha. Deje que el agua me golpeara de forma delicada mientras estrujaba mi pelo viendo cómo caía la espuma sobre mi.
Cuando al fin salí me ajusté el vestido negro de escote que me tapaba un poco más abajo de la mitad de los muslos. Estaba tratando de ponerme los tacones, nunca antes hubiera usado unos, pero ya que.

Teresa entro preciosamente perfecta, tenía un vestido azul turquesa que arriba estaba totalmente ajustado y desde el estomago abajo se encontraba suelto y ancho con unos tacones blancos dejando su pelo en un moño recogido con dos flequillos ondulados delante. Entraba con todo tipo maquillaje en las manos.

-Joder, estas perfecta ¿Cómo lo haces?-Dije sorprendida.

-Gracias coral tu igual pero, supongo que necesitas ayuda ¿no?-Preguntó frunciendo el ceño y aguantando la risa.

Me encogí de hombros y ella vino y me ayudó a entrar los tacones. Luego me maquillo quedando hermosa, las dos estábamos hermosas, ni yo me lo creo pero así era.
Finalmente pase la tenaza por todo mi cabello, quedando también perfecto.

Tome mi bolso al igual que Teresa y bajamos.

-¿Quiénes son, la conoces?-Preguntó
Max a Ian.

-Eh..no para nada.-Dijo con ironía.

Nos reímos caminamos hacia la puerta.

-¿Qué esperan? Caminen.-Dijo Teresa junto a mi parada en la puerta.

-Uh, si.-Carraspeo su garganta haciendo un gesto con las manos, Teresa entendió la expresión y fue a sostenerse de el.

Caminamos hasta llegar a la casa de Alexa la cual se encontraba llena de personas y luces de todos los colores al entrar era una casa muy grande. Habían personas bebiendo otras besándose y así. Un olor horrendo reinaba gracias al alcohol y los cigarrillos.

-Busquemos algo de comer.-Dijo Max a Teresa.

-Vamos.-Dijo Teresa mientras desaparecían entre las personas.

Aquí estábamos Ian y yo, bastantes incomodos. Él se entro las manos en sus bolsillos.

-¿No podemos ser amigos ni siquiera?-Preguntó un poco alto por el ruido de la música.

-Eso es lo que odio. Que te hagas como si todo fuera excelente y no pienses en nuestro problema, te ame, te ame como nunca había amado a alguien. Fuiste mi primer y único amor y mira, te entregue mi corazón y lo trituraste en miles de pedazos.-Dije casi con los ojos cristalizados pero no lloraría delante de él, el maquillaje se arruinaría.-Y me dolió, me duele.

-Yo también te ame, y te amo incluso. Te juro que no quería, fue impulso.

-Lo..lo siento.-Dije sosteniendo mis lágrimas y me duele decir esto pero.-Ya lo nuestro nunca volverá a empezar, podemos intentar ser amigos pero, nada que sobrepase, es lo mejor para los dos.

-Entonces ¿Amigos?-Dijo abriendo sus brazos.

-Amigos.-Dije entrando en su abrazo que tanto necesitaba, de verdad lo extrañaba.

A pesar de todo, ella es una dama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora