Foto de Mathias en multimedia.
Luego de una vez más de ponerme la electro plancha, ahora mismo estuviera muerta gracias a Robert, desconecto los cables y los doctores dicen que fue un milagro que la máquina funcionara dos veces conmigo. Lo único que quería era salir de aquí, estaba harta ya comenzaba a olvidar porque estaba aquí.
Un mes después había llegado la hora de irme, si un mes. Y ahora sí no recordaba nada de lo que me había pasado. Pero lo que sí se era que todo mi cuerpo aún estaba vendado. Me tuvieron que cortar el cabello para poder operar mi cerebro, no me había pelado por completo sino un poco más arriba de las orejas y también mi muñeca derecha tenía una venda. En mi brazo izquierdo tenía un yeso y tenía que caminar con cuidado aparte de que no podía hablar mucho porque las palabras me vienen y me van.
Me encontraba sentada en la camilla de este repugnante hospital, a los quince días fue que pude comer y la comida de ese hospital era un completo asco.
-¿Ya se va a poder ir?-Preguntó una mujer.
-Si señora pero me temo que perdió un poco la memoria luego de la operación cerebral, lo siento. Pero se puede arreglar tomando las terapias con la psicóloga Camila Herwall, aquí tiene su tarjeta. Llévela con cuidado y gracias.
-Muchas gracias doctor.-No entendía nada.-Vámonos mi niña.
La mujer me ayudó a bajar de la camilla y me llevó hasta la puerta, esto me empezaba a incomodar, no me gusta que alguien que no conozco me toque.
-Yo..puedo, sola.-Dije con dificultad pero tratando de sonar amable.
-Por aquí.-Dijo la mujer con lágrimas.
Luego de tomar un taxi llegamos a mi casa, recordaba mi casa y mi habitación también pero, no recordaba vivir con alguien.
-¿Quién es usted?-Pregunté frunciendo el ceño.
-Coraline..
-¿Cómo se sabe mi nombre? Dígame quién es.-Dije apoyada de la escalera, me dolía todo.
-Soy tu madre cariño.
-¿Cómo sé que no me miente?
-Mira.-Dijo sacando su móvil y mostrándome una foto de ella y yo pero que hacía yo ahí.-Estas somos tú y yo en tu graduación de inicial.
-¡No es cierto!-Sentí un leve mareo al gritar.-Lo, lo siento pero no..la recu..-Toque mi cabeza con ambas manos las palabras iban y venían.
-Tranquila, vamos a tu habitación.-Dijo subiéndome con todo el cuidado del mundo.
-Salga de mi casa por favor.-Dije acostándome en la cama.
La mujer salió y luego fui al espejo, me tape la boca con las manos.
No era yo.-No puede ser.-Musité.
Estaba completamente esquelética y mi cabello estaba como si tuviera treinta años sin lavar y todo picoteado, no tenía cabello solo una pequeña porción de bola de pelos, estaba muy pálida, amarilla, lo digo por el poco pedazo de piel que se veía porque lo demás estaba vendado. Tenía los ojos desgastados y rojos. No pude evitar llorar.
Me fui a la cama nuevamente y me quede dormida.–———•
-Oye, Coraline.-Este era un tiempo en el que se dedicaban a despertarme y a entrar a mi casa sin permiso.
-¿Si?-Dije resignada sobre mi almohada.
-Despierta, tienes que cenar. Soy max.
-Aha.
-¿Me recuerdas?-
-¿Qué?-Mire hacia dónde el estaba y al fin conocía a alguien, era max.-Te he visto en televisión, eres Max Harvard. Por supuesto que te conozco seguro la mujer te busco para que me ayudes ya que estoy enferma.
-No coral, no soy ese max. Soy tu amigo.
-Lo sabía, que, espera no.-Fruncí el ceño.-¿Perdona?
-Soy tu amigo..El novio de Teresa, tú mejor amiga.
Odio mi vida, odio no poder conocer ni a mis amigos.
-No tengo amigos. Y por favor salte de mi habitación, de mi casa.-Dije sentándome en la cama.
-No, hasta que bajes a cenar.
-Esta bien, luego te vas.-Baje y fui a la cocina, allí de nuevo estaba la mujer invadiendo MI casa. Me asomé en la cocina y habían tres platos allí. Tome uno y me senté en el comedor.
-¿Cómo te sientes?-Preguntó aquella mujer la cual se sentó al igual que el chico.
-Como cree que me sentiría si unos extraños invaden mi casa.-Dije para después darle un mordisco al irresistible Sandwich de queso, jamón y aderezo, eran dos sándwiches lo necesitaba ya que mi estómago estaba lleno de la repugnante comida del hospital.
-No invadimos tu casa amor, él es tu amigo y yo soy tu madre he vivido contigo más de dieciséis años. Pero no te preocupes empezaras a ir a la psicóloga mañana y podrás recordar todo.
Simplemente asentí y seguí comiendo los Sandwich.
Luego de esto subí a mi habitación a por un baño. Me quite algunas vendas del cuerpo para meterme a la ducha con cuidado, no podía bañarme normal. Con agua tibia conecte la ducha a la bañera y comencé a derramar el agua con pleno cuidado, podía ver cómo caían sobre las grapas y cada gota que caía sobre mi dolía.
Luego de salir de la bañera tome mi toalla y me envolví en ella para pasar a mi habitación. Desprendí la toalla con cuidado y me puse todas las vendas nuevamente para luego ponerme un camisón demasiado grande pero me sentía cómoda.
Me acosté en mi cama con cuidado y encendí la televisión.-Cariño aquí tienes tu móvil.-Dijo la mujer tirándolo a la cama.
-Gracias.
Se que fue corto pero quería publicar, adiós.
Capítulo dedicado a @vianelly
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A pesar de todo, ella es una dama.
RandomCoraline: Detrás de esta chica se esconden grandes y misteriosas aventuras que la llevarán a conocer grandes personas las cuales marcarán lugar en toda la historia, haciéndola dar un giro total.