-Capitulo 21.❤️

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Foto de Alexa arriba.

Esta noche no cene, esta noche no puedo dormir, esta noche. Tengo tantas cosas que pensar, problemas y problemas. Me encuentro sentada en la orilla de mi cama y Teresa esta dormida porque cuando llegamos estaba muy cansada de correr pero tengo la luz encendida. Pasé mis manos por entre mi cabello desesperada.

-¿Qué pasa?-Dijo Teresa con voz ronca y adormilada volteando.

-Nada, nada. En seguida te apago la luz, ya lo hice, ahora duerme y descansa.-Soltaba las palabras en menos de un segundo.

-Pero..¿Qué te pasa? Mírate estas toda nerviosa y tienes fiebre.-Dijo parándose de su cama y tocándome.

-No puedo dormir. Si cierro los ojos veo a ese señor, si los abro pienso en Ian y si pienso, pienso en Alexa.

-Pero ¿Qué pasó con Alexa?-Preguntó frunciendo el ceño.

-Es que, no me dejaste explicar. Alexa es..lesbiana. Si eso es.-Dije acostándome.

-¡Qué!-Gritó y le tape la boca pues eran las 2 de la madrugada.

-Cálmate.

-¿Cómo sabes eso?-Preguntó con los ojos abiertos como platos.

-Ella..ella me besó. Me dijo que le gusto.-Fingió un desmayo sobre la cama.

-¿Y tú..?

-¡No! Como crees.-Dije tranquilizándola.

-Más vale. ¿Por qué ese señor te persigue?

-Buena pregunta. Pero tienes que descansar, a dormir.

-Tu también.

-Haré lo posible.

-¿No quieres paños de agua caliente? Estás muy caliente.

-Tranquila, buenas noches.-Dije besando su mejilla y llevándola a su cama.

-Me llamas cualquier cosa.-Dijo apagando la luz y durmiéndose.

Me acosté en mi cama con la intención de dormir y así fue.
Unas horas más tarde ya había amanecido, digo amanecido porque eran tan Solo las 6:00am, solo he dormido cuatro horas.
Me levante sigilosamente estirando los huesos frágiles que tenía. Pase al baño y me duche y me lave el cabello, finalice con cepillarme los dientes.
Salí para ir al gran closet y abrir tres de seis puertas que poseía. Elegí unos jeans rasgados negros con una camiseta grande para mi talla junto con los viejos converses negros ya que mis Vans los había dejado en casa.
Deje suelto mi pelo mojado y presione el botón del ascensor para bajar.

Entre en la cocina y allí estaba Laura como todas las mañanas.

-Buen día Coraline.-Dijo inmediatamente llevando hacia mi un plato con pan tostado y un vaso de jugo de uva.-Anoche no cenaste y supongo que tienes hambre, coseche uvas de las afueras y te hice este jugo espero que te guste.

Amaba estar mujer, la recordaré cuando sea millonaria, lo juro. Probé el jugo para dar mi veredicto.

-Gracias Laura. Esta exquisito ¿Podría  hacer más mañana?-Dije saboreando el sabroso jugo.

-Cuando quieras.-Dijo volteando para seguir con su trabajo.

Luego de terminar lleve los platos a la meseta.

-¿Sabes qué? Quiero ayudarte, Laura.

-¿Qué? No como crees, ni lo sueñes.-Dijo lavando las vajillas que había ensuciado antes.

-Por favor, eres muy buena y eres como mi segunda mama.-Dije enganchándome de sus pies.
Ella solo río tapándose la boca.-Por favor mama.

-Coraline.-Dijo tratando de salir.

A pesar de todo, ella es una dama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora