Football Day

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Cap 17 – Football Day


1:30pm – Jueves en la tarde

¿Qué hay peor que volver a la normalidad? Todo. Mis padres se llevaron a mi hermano el domingo, mejor dicho enviaron a su chofer con ese ambiente de "Solo envíanoslo devuelta, tiene que acompañar a su madre a una reunión" Maldición. Lo único bueno es que paso tiempo con Byung, pero en la universidad nos mantenemos alejados. Lo normal. Solo no queremos anunciar nada, sin tener algún porcentaje de seguridad de que es real. Digamos, lo quiero y él me dijo que me quería. Pero eso no significa que el me ame o que yo lo ame. De hecho estoy segura de que no lo hago. Eso es un sentimiento muy fuerte y no estoy dispuesta a arriesgarme por nada. Dejémoslo llevar con calma.

El señor Dan hace otra vuelta a través de las filas asegurándose de que cada uno esté realizando los ejercicios de matemáticas. Sinceramente odio tener que coger esta clase de "Razonamiento y Lógica" Media hora más tarde tenemos los ejercicios corregidos y fijo la gran puntación en tinta azul 10/40. Estoy muy mal.

-¿Problemas?

Levanté la cabeza y observé al chico en mi derecha, ojos oscuros, rostro limpio, cejas perfectas y una buen mezcla de ¿Bebé muy bien forjado?, haciendo un gesto hacia mi papel. Con ningún disimulo observo el suyo y veo un 38/40. Miró su rostro que tiene esa risa de autosuficiencia y quisiera impactar mi gancho derecho en su quijada.

Efectos del estrés.

Me obligo a relajarme y logró asentir.

-¿Sabes que tenemos examen en una semana? – pregunta y obligo a mis dedos a mantenerse sosteniendo el lápiz
-Aja
-¿Quieres ayuda Hwang? – pregunta con voz más sútil
-¿Ehh? ¿Co.. Cómo sabes mi nombre? – me mira como si fuera de otro planeta y realmente me siento tonta
-Porque el profesor lo ha dicho unas varias veces, además eres la chica de Byung
-¿Qué? – chillé en mi asiento y el salón queda en silencio observándome
-¿Algo importante para la clase? – pregunta el Señor Dan detrás de sus espejuelos y niego avergonzada sintiendo el calor de mis mejillas. Suspira y gira a continuar con la clase
-¿Cómo que soy la chica de Byung? – susurro hacia el chico de los ojos oscuros
-O sea no eres su chica – rió – Si no que vives con él... ya sabes el intercambio y eso
-Ohh... cierto – me relajo y el sonríe de lado y apostaría el álbum de los Beatles que no tengo conmigo que sabe la relación que tenemos. Pero tan pronto su expresión se pone curiosa alejo ese pensamiento.
-¿Entonces necesitas ayuda? – pregunta refiriéndose a los ejercicios y no quiero recibir ayuda. No quiero ser como mis padres. No quiero relacionarme con extraños. No quiero relacionarme con nadie. No quiero ser dependiente. No.
-¡SI! – y ahí fue la poca fuerza de voluntad que tenía.
-Entonces te veo hoy, luego del partido – dice riéndose ante mi espontaneidad sin importar que el profesor venga a arrastrarme de los pelos hacia la pizarra.
-¿Partido?
-El partido de fútbol... Ya sabes
-No, no sé
-Chicos, tierra, un balón, porristas, pompones
-Ok, ok, ok – lo pienso un momento. Neira y Chunji tienen una celebración por su aniversario. Byunghun tiene que ir con Taecyeon a una fiesta de la fraternidad Zeta para encontrarse con uno de los informantes de los Mindys y yo me quedaría sola en mi sofá atragantándome con un buen pote de Ben & Jerry –Hecho ¿A qué hora? – su sonrisa se ensancha
-Comienza a las ocho de la noche. Luego podemos ir a estudiar con calma
-Pero, ¿Recuérdame porque tenemos que ir al partido?
-Porque yo debo estar presente
-¿Asistencia Complusoria?
-Mandatoria
-Uhgrr Está bien – el se ríe y yo ruedo los ojos antes sus efusividad. Termina la clase y recojo mis cosas, cuando me levantó de asiento observó al chico saliendo del salón con celular en mano
-¡Hey! – logro gritar cuando llego al pasillo, el se gira y sonríe como si estuviera esperando esto
-Nichkhun – me guiña el ojo y simplemente sigue su camino
-Ehh, Nichkhun... mm... ok – balbuceo y sigo mi camino

A las cinco de la tarde envié un mensaje a Byunghun avisándole que quizás llegaría tarde a casa. No me preguntó porque solo respondió:
"Está Bien"

La preocupación me albergaba y no quería pensar nada malo pero "está bien" Esta bien un rábano. ¿Cómo se atreve? Quizás, realmente está ocupado. Suspiro al ver la hora 7:45pm. Vestía una camiseta blanca y roja con el animal de la universidad "El gallo", unos pantalones negros tubo, unas converse rojas, mi cabello amarrado y una capucha negra. Tomo un taxi hacia la universidad y me dirijo al mini estadio de fútbol. El lugar está repleto, algo parecido a cuando estuve en Doble Mundo pero más civilizado. Subo a una de las bancas y el partido comienza. No le pongo la atención necesaria, solo quiero que acabe para que Nickhun me ayude con mi materia y poder ir a dormir a casa. La gente grita y aplaude. El equipo contrario de Busán parece estar ardiendo por la desventaja que tiene y me siento asfixiada entre tanta gente. Me hago chiquita en mi asiento y decido mirar e juego en su última jugada. Seúl tiene el balón y se alinean. El mariscal de campo con el numero 2 da un código de "30 azul, conejo rojo, 30 azul" Obviamente sé que es una jugada pero no tengo la menor idea de lo que significa.
Hasta que lo veo con mis propios ojos.

Al dar el silbato, amabas líneas parten. Observo como el número 17 sosteniendo el balón corre a la derecha para hacerle un pase al número 9 haciendo que la ofensiva de Busán vaya tras él para taclearlo, sin embargo, no se dieron cuenta de que realmente el número 17 le entregó el balón al mariscal de campo número 2 construyendo una defensa de Seúl alrededor de este. Cuando este se da cuenta de que Busán ahora este tras sus huesitos. Trata de mirar detrás de los átelas que están en camino pero su campo de visión está tapado. Mis nervios crecen a flor de piel al verlo pensar en milisegundos en un movimiento. Observó como el receptor ya está en su posición 35 yardas más allá de donde está el número 2 y sin pensarlo me levanto de mi asiento cuando todo el mundo está en silencio bajo la tensión.

-¡LANZALO! – le gritó obviamente al mariscal de campo y este se debate en si hacerle caso o no a esa voz hasta que da unos paso atrás y hace un pase magnifico de 35 yardas, el receptor toma el balón en la mano y corre otras 15 yardas donde anota.
-Touchdown. ¡Y la victoria para los gallitos de Seúl! – el estadio rompe en aplausos y gritos incluyendo el mío.

Mientras sonrió observo como el equipo de la universidad se reúne y comienzan a brincar de felicidad. Eso quiere decir que van para las nacionales. Chico tras chico tira de su caso al suelo cuando comienza a llover y sonríen. Observó la camisa número 2 del mariscal de campo y cuando quita su casco voltea fijando su mirada en mis asientos sorprendiéndome. Definitivamente oyó mi voz. Sus ojos se achican y sonríe mostrando su dentadura Colgate y guiña un ojo en mi dirección. Y todas las chicas a mi alrededor comienzan a gritar mientras yo solo atino a medio sonreír avergonzada. Por eso era.

Era Nichkhun.

Quince minutos después Nickhun apareció por las gradas vestido con unas botas pequeñas de color azul, un pantalón negro, una camisa azul zafiro y un abrigo de cuero negro.

-Así que por esto era que tenías que venir
-Sin mí no hay juego – sonrió de lado y rodé los ojos -¿Afisionada al juego? - preguntó haciendo referencia a mi intervensión pero negué con mi cabeza.
-Nunca había estado en uno. Así que es más bien... adicta a la adrenalina. -el abrió sus ojos sorprendido y sonrió luego
-Impresionante - susurró
-Solo eres el mariscal de campo
-Y el capitán del equipo – añadió
-Como sea – callé - ¿Me vas a ayudar con la materia?
-Sí, vamos a la pizzería de aquí cerca
-Está bien, nos vemos allá
-Ven conmigo – me jaló de la mano y me llevó hasta su auto. Un Toyota del 77 bien reservado, cuidado y un poco adaptado.
-Lindo auto – silbe y entré al auto para mirarlo mejor
-Lo sé

Media hora después teníamos dos órdenes de hamburguesa con queso, papas fritas medianas y dos coca-colas. Libros esparcidos alrededor de la mesa, un tutor paciente y una alumna bloqueada.

-No entiendo esto – señale el diagrama de la página 46 del libro de lógica
-Pero si te lo acabo de explicar
-¿Qué?
-Es lo mismo que hiciste en el pasado ejercicio, solo que la forma del diagrama es diferente
-¿El patrón cambia?
-Si los números son diferentes, entonces sí
-Está bien – volví al libro y una hora después pude entender el material. Al menos el de esta semana.
-¿Cómo puedes ser un deportista y bueno en matemáticas a la vez?
-¿Acaso crees que los atletas no podemos ser inteligente? – levantó una ceja
-Claro que no – me sonrojé porque era lo que pensaba – Solo, es... raro.
-Raro es que no salgas, siendo tan simpática
-Que gracioso – mojé una papa frita en salsa de tomate y me la eché a la boca
-Es verdad – dijo seriamente – Siempre eres tan callada. Juré que eras muda hasta que hablaste con el profesor – reí
-Solo no sé, no estoy acostumbrada a la gente y eso
-Bueno, pues la próxima vez que estudiemos será en una plaza o algo así. – rió- Mujer deber coger sol, te vas a convertir en una vampira – reímos y terminamos de comer entre bromas. Pagamos la comida, más bien el pagó, porque me impidió sacar mi dinero y minutos después me dejó en casa y nos despedimos.

Entré a la casa y estaba vacía. Suspiré y entré a mi cuarto. Tomé un baño y luego terminé de estudiar un poco de mis otras clases. Observé el reloj en la pared.

1:30am

Byunghun no había llegado y no iba a seguir esperándolo. Había comenzado a llover y relampaguar y me asustaba que le pasara algo, pero no me gustaba estar despiertas en días así. El todavía debe estar en la fiesta. Me sumergí en las sábanas y el frío de la habitación, hasta conciliar el sueño.

"Quieta"
"No quiero"
"Me lo debes"
"¿Por qué?
"Pregúntaselo"


- ¡ES MENTIRA! – grité y abrí los ojos. Estaba en mi cuarto, mi frente sudada y mi respiración acelerada.
-¿Estás bien? – preguntó Byung desde la puerta, vestía una pijama de rayas color negra y blanca y tenía sus ojos medios cerrados
-Solo fue una pesadilla – murmuré para tranquilizarlo -¿Cuándo llegaste?
-Acabas de apagar la luz de tu habitación, así que no te quise molestar
-Ven aquí – lo llamé con la mano. Cerró la puerta detrás del, se sentó junto a mí en la cama y pasé mis brazos por su cintura. Pasó sus manos por mi cabello y besó mi mejilla.
-¿Mejor? – preguntó y asentí
-Quédate conmigo – murmuré
-No tenía pensado irme – sonreí y acomodé mi cara en el hueco de su cuello, hasta sentir como mis preocupaciones se desvanecían. Y finalmente pude dormir.

Beating Fast (By: HwangT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora