Ha pasado una semana desde que Naruto se me declaró. Y yo pensé que habíamos comenzado a salir. Muchas cosas han cambiado -es lo que me gustaría decir-, pero la verdad es que todo sigue igual. Naruto no ha intentado acercarse a mi de ninguna manera especial, y aunque estoy agradecido, también estoy frustrado.
La parte más atractiva de Naruto es su simplicidad. Esa parte de él que es simple e instintiva. Esa es la parte de él que espero encontrar cada vez que lo veo. Que reaccione a sus emociones y sea como siempre. Que actúe sin pensar y se comporte como un perrito buscando afecto. Quiero que sea simple, como siempre, para poder dar un paso y dejarlo entrar. Pero ¿cómo se supone que haga eso? ¿qué hacen dos chicos cuando salen juntos?
Sentado en la cafetería, como con Naruto, y trago mi comida, esperando tener tanto tiempo libre como sea posible para poder pasar tiempo con Naruto. Acercarme a él y tocar su cabello ¿será tan áspero como se ve? ¿o será suave al tacto? Quiero tocarlo, y quiero que me toque. Quiero tomar su mano y llevarlo a la parte trasera del edificio, y encontrar un lugar para estar solos. Mirar juntos a la nada, y apoyar mi cabeza en su hombro mientras le cuento sobre mi. Estando en un lugar a solas, pero al mismo tiempo rodeado de tantas personas. Un lugar para los dos, pero que sea público.
—¡Naruto, necesitamos que nos ayudes acá! —Grita Gaara, uno de los reclutas con los que compartimos el mismo nivel en las instalaciones. Ha llegado a ser un buen amigo para Naruto, lo que me pone un poco ansioso. ¿Y si Gaara es mejor para Naruto que yo?
Naruto da un brinco en la silla, haciendo que lo mire de frente, en lugar de mirarlo por el rabillo del ojo. Miro a Gaara medio volteando la cabeza, antes de mirar a Naruto a los ojos. Siento como toda la ilusión que tenía de pasar tiempo con él se desvanece de mi interior, y algo frío toma su posición en mi interior cuando miro sus ojos.
—¡Voy! —Grita Naruto a Gaara, y siento como la última llama de la esperanza se apaga mientras Naruto se aleja. Miro a Naruto por unos momentos antes de terminar de comer, sin sentir ningún sabor en mi boca. Trago lo último mi comida, y lo que queda en mi vaso de agua.
En la mesa de junto todos los chicos comienzan a reír, y con una mueca, me pongo de pie y acomodo mi plato y el de Naruto antes de acercarme al carrito de lo platos sucios y dejarlos en su lugar.
Con pesadez en mi corazón, salgo de la cafetería. Mis ojos al frente, sin dejar que nadie vea mi abatimiento. Es algo que siempre he hecho. Un acto reflejo.
ESTÁS LEYENDO
NaruSasu - Toda Una Vida, Alma Gemela
Fiksi PenggemarNaruto y Sasuke se conocen desde niños, y cada uno comienza a ser consciente del otro. Sus vidas se separan y se vuelven a reencontrar una y otra vez. ¿Qué sucederá cuando la vida se pone difícil? ¿Será el amor entre ellos capaz de superar todos los...