Capítulo 46 "A los 65 años..." Parte 1 Naruto

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Fui elegido como alcalde de la ciudad. Apenas llegó mi notificación de jubilación, me presenté como candidato, y la gente de la ciudad decidió que yo sería un buen líder.

Después de muchos años de trabajo duro, he logrado mis metas y sueños.

Formé una maravillosa familia junto al hombre que he amado toda mi vida, y conseguí cumplir mi sueño de ser el alcalde de la aldea, tal como lo fue el anciano que cuido de mí cuando era un niño pequeño.

Después de que Menma llegó, las cosas se pusieron más y más frenéticas, pero logramos superar todos los obstáculos, con Sasuke de mi lado podría haber atravesado todo el infierno sin ningún problema.

Menma se convirtió en un buen joven, y ahora es un buen hombre, uno de los mejores de la ciudad. Y jamás nos dio un dolor de cabeza como podría habérnoslo dado cuando se enteró de que en realidad no teníamos la misma sangre. Él simplemente lo aceptó, pero nada cambió en nuestra relación. Siguió siendo el mejor hijo, aunque un poco travieso, tal como lo fui yo en mi juventud.

Ahora que Menma ya no está en casa, Sasuke se siente solo, y aunque lo comprendo, Menma se fue hace casi diez años. Y Sasuke parece tan depreimido que no sé qué hacer.

Sacudo mi cabeza, y apoyo mis codos en el escritorio de mi nueva oficina.

Reviso el papeleo que tengo frente a mi, y firmo la documentación apilándola al otro lado del escritorio cuando el teléfono suena.

Lo levanto sin mirar mientras me lo llevo a la oreja. Mis ojos revisan un nuevo proyecto cuando la voz más hermosa creada en el universo me devuelve a la tierra.

—Menma me llamó.

Sasuke suena feliz. Por primera vez en lo que parece casi la vida entera, sonrío de escucharlo hablar tan feliz.

—¿Qué cuenta tu hijo? —. Le digo, sonriendo y apoyándome en el respaldo de mi silla de cuero.

—TU hijo —, dice Sasuke, remarcando la palabra «tu» —vendrá a cenar esta noche.

Lo que Sasuke no sabe, es que hablé con Menma para que viniera a cenar al menos una vez a la semana con nosotros. Tiempo de calidad en familia y todo eso.

—Pero que linda sorpresa —. Le digo, fingiendo sorpresa ante la idea.

—¿Qué no me estás diciendo? —. La voz de Sasuke baja una octava, sonando casi enojado.

—¿Qué te hace pensar que hay algo que no estoy diciendo? —. Le pregunto, acariciando mi barbilla.

—Tu voz tiene ese sonido, como si estuvieras reprimiendo una sonrisa.

Sasuke me conoce demasiado bien, lo que hace imposible escondérsele cualquier cosa, y el hecho de que sea un detective, hace que ni siquiera quiera intentarlo. Cuando no puedo decirle algo, simplemente le digo que no puedo hablar de ello.

—Tal vez... yo hablé algo con él.

Sasuke suspira, y yo retengo el aliento, esperando una explosión de proporciones épicas.

—Me lo imaginaba —. Dice Sasuke, con un deje de tristeza en su voz —. En más de diez años, nunca había hecho nada como esto. Pensé que tal vez tenías algo que ver.

—No es porque no quiera venir —, le digo, defendiendo a nuestro hijo —, ya sabes que su trabajo lo mantiene lejos la mayor parte del tiempo. Pero siempre que vuelve, se reúne con nosotros.

Sasuke suspira y su voz cuando habla se escucha diferente, como si tuviera su mano sobre su cara. Se me rompe el corazón de solo imaginarlo triste una vez más.

—Tienes razón —, dice con otro suspiro —, es solo que aún no puedo asimilar que nuestro hijo ya no volverá a casa. Que nuestro pequeño ya no es un niño.

Sonrío ante el pensamiento, nuestro pequeño es más alto que cualquiera de nosotros.

—Él ya es un adulto, y es un buen hombre. Y lo veremos esta noche —, le digo, intentando animarlo —, no querrás que te vea deprimido, ¿cierto?

—Sí —. Sasuke se aclara la garganta antes de volver a hablar —. ¿Quieres algo en especial para cenar? Iré a comprar en cuanto salga de la oficina.

—Ramen —. Sonrío cuando escucho el gruñido de Sasuke.

—Eso no es bueno para ti —, dice molesto —. Ya no eres un jovencito, y aún te quiero muchos años más junto a mi, así que dejaremos el ramen por hoy.

Cuando me despido de Sasuke, sonrío al pensar en mi hombre volviendo a ser el hombre del que me enamoré.

NaruSasu - Toda Una Vida, Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora